Capítulo 19: No puedo dejarte ir

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—Lo siento.

Jamás imaginé que dos palabras podían afectarme tanto como ahora. Pero, tomó una decisión y la voy a respetar. Doy la vuelta y continuo con mi camino.

—No te vayas —escucho sus pasos siguiéndome—. No te sientas mal, no es por ti es por mí.

—La frase más cliché que puedes decir en estos momentos.

No decimos más palabras, no son necesarias; sigo mi camino hasta llegar al salón donde se encuentra la mayoría de los invitados, sus miradas y sonrisas hipócritas se dirigen a mí; tengo la intención de esquivarlos y pasarme el resto de la noche en la barra.

Sin embargo, Stefan tiene otros planes, agarra mi brazo y me hace girar y chocar con su pecho. Me alejo con rapidez y lo fulmino con la mirada.

— ¿Qué quieres? —le gruño.

—No puedo dejarte ir, pero tampoco puedo quedarme.

—Stefan... por favor... —necesito espacio para pensar, pero no me salen las palabras porque lo que más me apetece es estar a su lado.

—Tenemos que hablar Emma —escucho su voz a mis espaldas y suspiro agotada. ¿Acaso Brad no se cansa?

Giro y veo su rostro con un moretón evidente en el ojo derecho y ambas mejillas rojas. Siento como los chismes empiezan a circular en nuestro alrededor y eso me pone de peor humor.

—No quiero hablar contigo.

—Ya la escuchaste, ahora adiós —tengo ganas de decirle a Stefan que me deje sola, que yo puedo solucionar mis problemas sin ayuda de un caballero con armadura oscura.

Pero, una parte de mí se siente bien por tener a alguien a mi lado, alguien que me defiende sin importarle el lugar donde estamos y las personas que nos observan.

—Tú no te metas —Brad alza la voz—. ¡Ella es mi maldita prometida!

Todo se detiene a mi alrededor.

Siento que la respiración me falla, no puedo creer que las personas usen cualquier cosa para herir a otras, Brad sabe perfectamente lo que está haciendo y lo que pasará mañana en toda la prensa. Él quiere que me vea acorralada, que me quede sin opciones y que vuelva a ser la chica callada que únicamente le dice a todo.

Yo no soy una chica normal, soy más poderosa que todas las personas aquí presentes, soy diferente. ¿Por qué tengo que dejar que me sigan controlando como un títere? ¿Por qué tengo que esconderme? ¿Por qué tengo que dejar de vivir mi vida para vivir la de ellos? Yo soy especial, yo soy única, y no dejaré que un simple idiota me humille de esta forma.

—No planeo discutir más sobre algo que ya quedó más que aclarado —digo únicamente para nosotros, intentaré evitar el show lo más que pueda.

— ¡¿Desperdiciaras lo nuestro de esta manera Emma?! —él no piensa cómo yo, es más, habla cada vez más alto, informando a todos los presentes de lo que está sucediendo.

—Baja la voz —le ordeno entre dientes.

—No me hagas esto por favor... ¡Te amo! ¡Me estás dejando por él!

— ¡Cállate! —grito desesperada—. ¡Deja de llamar la atención! No nos amamos, no nos vamos a casar y tú me has enga...

— ¡Emma! ¡No nos hagas esto! —me interrumpe.

Haga lo que haga, para todas las personas que me observan seré la

— ¿Qué está pasando aquí? —escucho la voz de mi madre acercándose entre la multitud y gruño varias maldiciones.

Tentando al Ángel | 1.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora