Parte 10: Imbéciles al cuadrado

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Actualizada el 24/06/2018. Si lo leyeron antes los invito a hacerlo nuevamente, porque cambié algunas cosas, no solo corrección de estilo. AUNQUE SON LOS PRIMEROS CAPÍTULOS LOS QUE TIENEN MAYORES MODIFICACIONES. EL capítulo 11 se llamará "tres cosas que odio de vos" y me encanta. Pronto lo subiré.

Malena

Bueno, Agustín me lo pidió. Así que hoy tendría un largo día entre cursar, grupo operativo y cita de reconciliación con Agus alias "el facha". Decidí llevar un pantalón de cuerina y una blusa con escote en la mochila para cambiarme en la facu antes de encontrarnos con él.

Intentaba que no me afecte, me comportaría como una chica madura que dejaría que él haga todo el trabajo ésta vez. No sería yo la que le rogara pero si le pondría mis límites. No puedo seguir dejando que me trate como quiera solo porque prefiere pasarla con su grupo de amigos. Haberse vuelto tan frío de la nada, no tengo por qué soportarlo. ¿Donde se encontraba mi dulce novio... sexy y romántico también?

Tendría que averiguarlo... aunque, luego de lo que sucedió con Lionel, ya no estaba tan segura de nada. Me sentía culpable de aquel beso furtivo. Ni siquiera pude contárselo a Layla, me sentía sola en esto y no merecía menos, había sido desconsiderada y me dejé llevar. 

Tenía varias teorías de por qué o besé.

Quizás... lo hice porque me sentía completamente despechada y tenía que consolarme con alguien. Si, sonaba horrible eso. O, seguía sintiendo algo platónico por él... eso sería peor.

Bueno, no importa, fue un grave error, si, pero no volverá a suceder y además, quedamos en que haríamos como si no pasó nada. ¡Malditas hormonas desconsideradas...!

Lionel

A veces mi mamá tocaba la puerta de mi habitación para decirme que baje a comer sólo para cortar la conversación que tengo con Eva por teléfono. Ella a veces era demasiado celosa e insoportable por mi relación.

Con Eva, solíamos conversar a menudo sobre cualquier tema irrelevante, jugábamos a preguntas y respuestas y era divertido escucharla desde el otro lado.
Mi familia y amigos solían criticarla o decir que era demasiado "parloteadora" y no entendían como es que hacíamos una pareja si éramos polos apuestos... La verdad es que yo tampoco lo entendía del todo, por eso los dejaba hablando solos, eso y porque además no les interesaba. ¡Estaba con Eva y punto!

Pero lo que si entendía es que en ella encontraba paz y podía decirle todo lo que pasara por mi mente y ella me escuchaba. Besarla era arte y, aunque todavía no hubo sexo entre los dos, sabía que debía tratarla con cuidado, era como ese jarrón valioso que no debía dejar que se corrompiera.
Según Agus, ella parecía más una mejor amiga que una novia. Si bien lo mandaba a los mil demonios por su estúpida suposición, reconozco que si lo piensa en todo caso es por mi culpa. Es la primera chica que tomo en serio para una relación. Y yo, reconozco que no soy el mejor novio romántico que hace suspirar hasta las piedras, sino más bien soy inexpresivo, frío y para nada tierno. De allí se desprende que me cueste tomarla de la mano, besarla en público y que su apodo cariñoso sea Eva. Pero ella a pesar de todo, sabe que la quiero y lo que pienso de nuestra relación e incluso tiene el don de leer mi mente, lo que me quita un gran peso de encima.

Lo único que podía tener en contra de ella, lo unico malo e imperfecto que podía tener Eva para mi y el significado de nuestro noviazgo, era su papá. Si mi madre solo era celosa, ¡su padre lo era por diez! Nunca quería que nos quedáramos a solas y era capaz de retirarla él mismo de donde sea, como la otra vez cuando se la llevó de "Nicky Chuk's", ni siquiera quería que la llevara en auto. Lo peor es que ella se lo permitía, y eso hacía que a veces discutiéramos, porque haber, tiene 18 años, y va a la universidad, ella misma debería ponerle los límites a eso. Pero en cambio, ella dice que le debe respeto y en fin, siempre intenta la manera de contentar a todos.
Pero bueno, como dije antes, ella me gustaba y me gustaba compartir cosas y hablar... Lo que es loco porque yo no hablo con nadie. Así que su padre puede irse a la mismísima m*#*.
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Te lo pido, quiéremeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora