Después de tantos días, creo que ya me sentía mejor conmigo, liberada de haber terminado una etapa que para mi, me quedó demasiado grande. Obviamente que cuando uno hace sus procesos sola, todo es más fácil, porque soy yo teniendo una conversación conmigo misma y aunque mi autoestima baja suele tirarme uno que otro dardo, el orgullo y mi confort suelen consolarme. Si, todo es más fácil hasta que las cuatro neuróticas, con espíritu de psicólogas que dicen ser mis amigas se aparecen y me meten el sentido de la duda ¡EN TODO!
Comencé a salir más con las chicas. Nos debíamos bares, pijamadas, karaokes y chusmeríos a más no poder.
- ¡¿Qué le dijiste qué?! - gritó Ceci con cara de espanto.
- ... yo no sabía que habías besado a Lionel... - dice perdida Trax. Si, quizás no todas las chicas estaban igual de actualizadas.
- fuiste muy cruel con Agustín. No sé si merecía que le echaras en cara tu "enamoramiento" con Lionel - volvió a decir Ceci luego de unos segundos, remarcando "enamoramiento" tal como si de una confusión, nada serio se tratara lo que yo llegué a sentir por él.
- Reconozco que fui bastante dura con él, supongo que estaba muy enojada y esa fue la manera en que me solté.- solo quería salir de ese bombardeo y comencé a hacerme la madura.
- Demasiado enojada.- Vuelve a responder Ceci, ella parecía la abogada de los pobres, mientras ceba mate para todas quienes nos hallábamos acostadas entre almohadones en el suelo de su casa.
- Con razón ya ni nos querías hablar. ¡Estuviste enredada hasta la médula! - dice Pao pero más tranquila que Ceci, quien además se burla un poco de la expresión dramática de ella.
- Solo quise sincerarme con él y, reconozco que estaba dolida. De todas maneras - sacudí la cabeza - no supe más nada de Lionel, ni de Agustín. Y - cambié mi tono a réplica hacia Ceci - cuando me despedí y le hice esa especie de comentario sarcástico a Agustín, le sonreí un poco para que vea que no todo era tan serio ni tan dramático...
- ¿Te referís a cuando le dijiste tres veces que lo odiabas a él? - intentó contenerse pero Pao estaba que estallaba de la risa. Es curioso porque Pao siempre hace de mamá grande o la líder del grupo, pero cuando ve que alguna de nosotras toma ese lugar por cualquier razón, ella se corre a uno más desestructurado.
- ¡Quisiste asesinarlo con palabras! - dice Trax y todas nos reímos.
- ¡bueno, bueno! Por lo menos nuestra amiga ya tuvo su primer novio - la miro con odio a Layla quien me mira con ternura semejante a como si fuera que se me cayó mi primer diente - algo es algo Lenny, al fin bajaste a la Realidad.
Nos la pasamos toda esa tarde en la casa de Ceci. A la noche saldríamos de fiesta.
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Esa noche, fuimos todas a la pista, queríamos bailar hasta no sentir los pies y tomar, hasta no sentir que existiéramos realmente. Bueno yo. Aunque intentaba sentirme bien, por dentro sentía que me estaba quemando, un dolor que crecía y no sabía por qué. Esa semana había hablado con mi psicóloga y me dijo que me derivaría a una cita con un psiquiatra para que me vea. Esto solo lo sabe Lay, quien suele mirarme de reojo y estar al tanto cómo estoy. Obviamente me prohibió emborracharme.
- ¡Decí la verdad Male! - escuchó que grita Ceci en medio de la pista, en medio de la coreografía y con la música a todo volumen.
- ¡¿Qué?!
- ¡Reconocelo!
- ¡No entiendo! - vuelvo a decir. ¿Justo ahí se le ocurrió seguir con la conversación de aquella tarde?
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Te lo pido, quiéreme
Teen FictionMalena, de 24 años, quien vive entre dos mundos: el primero por obligación, la Realidad y el segundo, Platón, donde se hallan sus agallas y amores de primaria, secundaria y ahora de universidad es decir, chicos sexys con un gran sentido del humor, i...