Todavía recuerdo lo que pasó luego de que besé a Kevin. Él parecía absorto en aquel beso, por un momento sentí que deseaba seguir besándome. Sus labios me seguían a tientas mientras tenía los ojos cerrados y yo, no puedo negar que sentí caerme cuando forzosamente tuve que apartarme lentamente de él.
Ambos teníamos los ojos entreabiertos con las frentes unidas. Fue apartando su mano derecha de mi cintura mientras que su otra mano aún se deslizaba de mi rostro.Sus ojos verdes avellana brillaban, y sus labios aún entreabiertos querían decirme algo, pero no emitió palabra. Y no esperé a que lo hiciera. Un escalofrío recorrió mi piel estallando en una gran vergüenza en mi interior. Pero sobretodo culpa, porque si se arruinaba nuestra bella amistad sabría que fue por mi.
Besé a mi mejor y único amigo.
Eso había corrompido todo lo bueno que tenía con él, lo había arruinado.
Pero aunque mi culpa me embargaba, noté como seguía clavando sus ojos en mi, él no parecía molesto o enojado. En cambio yo podía escuchar los golpes de mi corazón amenazando con quebrar la poca dignidad que me quedaba.
- yo... lo sien...- tenía que empezar por algún lado.
- No digas nada, por favor, no te vuelvas a disculpar. - interrumpió mi intentó de decir algo, entonces no pude evitar sentirme como una niña a su lado, aunque él me había rogado. Su susurro me tenía envuelta en una gran incertidumbre. Levantó mi barbilla para que lo mire y allí estábamos, frente a frente.
No tenía idea de como excusarme. ¿Qué iba a decirle? "Te usé para que Lionel que estaba allí parado escuchándonos se terminara de convencer que él ya no representaba nada para mi" o peor aún, "Quise probar una vez más darle celos".
Pero no hizo falta.
- No pensé que te animarías a besarme. No delante de él - me lo dijo con una mueca de satisfaccion, de alguna manera volvía a ser el mismo de siempre ¿pero cómo? - Pero admito que el beso me gustó. - se mordió el labio inferior. Podía intuir que sabía lo nerviosa que me sentía.
- Entonces lo viste...
Asintió.
- Yo solo quería sostener lo que te había dicho sobre olvidarle. - dije algo tímida. Necesité explicárselo y que él lo entendiera. Aunque no parecía molesto ni confundido por lo que sucedió.
- Lo sé y lo comprendo aunque, no me lo esperaba.- me miró de manera pícara y sonrió sin aguantarse la risa de lo que me diría luego- ¿Podrías darme otro?
Le di un golpe en el hombro por descarado.
- ¡Tonto! No te burles de mi.
- ¡No lo hago! - decía intentando ocultar su explosión de risas que vino a continuación, lo que hizo que después yo también riera. No todo era tan dramático como parecía, eso al menos me hacía ver Kevin.
Seguimos abrazados después de aquello. Sentía su pecho como subía y bajaba, porque estaba recostada sobre él, mientras mirábamos la fuente que estaba frente a nosotros y su cielo estrellado. Pasaron así unos minutos largos, hasta que rompió el silencio.
- Jamás me enojaría con vos.
- ¿mmm?
- No podría hacerlo, me gusta tu compañía, y prefiero seguir siendo tu amigo a no ser nada.
Eso no me lo esperaba, sobretodo en como salió de su voz. Era algo hermoso y confuso a la vez pero él no parecía tener problemas en soltarlo.
- Sé que te sentís con alguna especie rara de culpa al solo pensar que puedo sentirme usado por el beso, pero no deberías subestimarme o subestimar nuestra amistad.- aclaró. - yo fui el que te dio la idea de darle celos por eso si durante unos segundos más no te dignabas a besarme vos, lo hubiera hecho yo.
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Te lo pido, quiéreme
Teen FictionMalena, de 24 años, quien vive entre dos mundos: el primero por obligación, la Realidad y el segundo, Platón, donde se hallan sus agallas y amores de primaria, secundaria y ahora de universidad es decir, chicos sexys con un gran sentido del humor, i...