Recuerdo las discusiones con Coraline. Es curioso porque supuestamente los recuerdos sólo te dejan ver lo bueno, los momentos lindos y tiernos. Pero en mi caso, nuestras discusiones son lo que más tengo presente. Ella nunca tenía filtro para decirme mis errores, lo que tenía que mejorar y claro, si estaba haciendo las cosas bien. Aunque nos llevábamos quince años, era como mi hermana además de mi tía.
Desde el momento en que me vi en una filmación escolar delante de todos mis compañeros, entre ellos, el nene que me gustaba, comencé a tener problemas con mi autoestima. Y supongo que eso a lo largo de los años hizo que me volviera súper exigente conmigo misma y con los demás. Así que si hacía las cosas mal era porque era una inútil y ya lo sabía pero, si hacía las cosas bien o mejor que bien, aún así no era suficiente.
Por eso mi tía prefería darme sus palazos a que me los diera yo. Ahora bien, no tengo idea de que me diría con respecto a esto que sucedió en la biblioteca, pero si sé como me siento y me siento horrible, una tarada, una idiota, estúpida que peor decisión no pudo haber tomado que hacer el ridículo frente a un chico que jamás me va a querer. Porque fue eso. Y ahora me doy cuenta. Lionel ya conocía mis sentimientos por él y no hizo y no parece que vaya a hacer algo para corresponderme.
Intento pensar que lo hice por mi, que fue para frenar todo esto que no iba hacia ningún lado, pero ¡Dios! no puedo evitar sentirme una Loser. Me escribiría una L gigante en todo el rostro y entre paréntesis aclararía en mi cuello que significa "Perdedora" para que no queden dudas.
Luego de eso pude haber ido a contárselo a mis amigos, pero estaba enojada y aunque ellos no tuvieran realmente la culpa, quería creer que si, porque vamos, mi orgullo estaba herido. Así que comprobé que tenía unos pesos en la tarjeta y caminé cuadras y cuadras hasta hallar un bar donde hacen tragos. Fue difícil encontrar uno que me diera buena espina ya que todos venden únicamente cerveza y a mi no me gusta. Solo quería tragos. Porque esos serían los únicos colores que dejaría entrar en mi interior. JA.JA.JA.
Primero: campari con jugo de naranja.
Segundo: Sex on the beach... si, para la virgen. :3
Tercero: Caipirinha
Cuarto: ... ...
- Señora...
- ¡¿En serio?! - y el chico se quedó mirándome consternado mirando para todos lado ante mi gritito desolado. Un par se dieron vuelta también.- "¿señora?"Sólo tengo 24 años y si, sé que estoy arruinada y no uso la talla apropiada y las camisetas con tirantes solo me las pongo para que no se transparente las camisas holgadas, y los shorts cortos solo cuando veraneo en la playa, pero en comparación con las chicas de mi edad, son como los pantalones 3/4 que usa la abuela de mi amiga, pero estoy intentando superar que soy una fracasada y vos venís y me decís "señora"... podría demandarte ¿sabés?
- perdón, perdón señorita. - hice que se ruborizara. ¡Hice ruborizar a alguien! de la verguenza o quizás le dio miedo que le mencionara una posible demanda pero aún así es un tanto divertido intimidar, ¿cómo no me di cuenta antes?- sólo quería decirle...- mi mirada fue de lástima a amenazante de nuevo - decirte... que es mucho lo que está ingiriendo, aún no ha compartido ésta bebida con ningún aperitivo.
- ¿Y qué?- lo fulmino con la mirada mientras me cruzo de brazos.
- Bueno, el barman de allí, - señaló a mis espaldas pero no tenía intención de mirarle- me dijo que no le vendería más tragos a menos que comiera algo, puede ser desde maní salado o papas fritas... panchos, hamburguesa... - creo que este chico es un blanco perfecto para descargar toda mi furia, siento que me tiene miedo y ... ¡Vamos a divertirnos! - ¿quiere ver el menú?
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Te lo pido, quiéreme
Teen FictionMalena, de 24 años, quien vive entre dos mundos: el primero por obligación, la Realidad y el segundo, Platón, donde se hallan sus agallas y amores de primaria, secundaria y ahora de universidad es decir, chicos sexys con un gran sentido del humor, i...