Hoooola lindxs, ¿Cómo están? Perdonen mi ausencia de ayer, pero es que me fue imposible actualizar. Hoy tampoco tenía pensado pasarme, teniendo en cuenta que mañana son mis últimos exámenes... peeeeeero, estoy tan feliz de acabar por fin, que os voy a regalar este capítulo 😊
Quería decirles también, que bueno, este fin de semana me voy a ausentar... espero que puedan perdonarme, tengo que celebrar mi fin de exámenes por todo lo alto, prometo volver con un par de capítulos de recompensa😏😏
Sin más dilación... ¡¡DISFRUTEN Y COMENTEN MUUUUCHO!! Les adoro a más no poder 🌹🌹🌹
Narrador omnisciente durante toda la historia
Podía oír el sonido de las olas romper contra la arena, y los rayos de sol quemaban sus sentidos como si tratasen de tatuarse en su piel para siempre. Camila echó el cuerpo hacia detrás, disfrutando del calor casi veraniego inundando cada poro de su organismo, y de la tranquilidad que emanaba aquella preciosa playa. Dados los acontecimientos de los últimos meses, la latina juraba que no se había sentido tan relajada en décadas. A decir verdad, aquella especie de retiro exprés fue idea de Lauren. Impuso mucho esfuerzo en que se tomaran el día libre y se alejasen del caos durante un rato, incluso recién despierta de un coma se preocupaba por los demás, era inaudito. Camila se mordió de forma instantánea el labio al pensar en su ex mujer. Lo cierto es que miles de imágenes aparecían en su mente, imágenes en las que ella y Lauren por fin podían comportarse como personas medianamente normales compartiendo un día maravilloso en la playa. Gimió, gimió por el placer que aquella proyección le provocaba, hasta que...- ¡Hostia puta! - gritaron de pronto, despertándola de cualquier sueño - ¿Habéis visto a ese tío? - añadió Amelie señalándolo descaradamente - debería estar prohibido andar por ahí con esos abdominales... madre mía.
Camila deslizó sus gafas de sol sobre su rostro para echarle un vistazo rápido, y luego comenzó a negar de forma frenética:
- Sabes que tienes novio, ¿cierto? - preguntó acusativa.
- ¿Y? - dijo la otra, encogiéndose de hombros - si dios existe, me dio estos ojos para usarlos, querida amiga - y volvió a señalar hacia el chico - y ese hombre ha sido creado para que yo me deleite con su cuerpo.
Acto seguido explotaron en una carcajada sincera, a la que Dinah indudablemente se unió. Normani, en cambio, se mantenía con su elegancia innata sobre la arena, aspirando los rayos de sol y con una sonrisa débil asomando de entre sus labios. Porque sí, Lauren no solo se encargó de que Camila disfrutase de un día de lujo, sino que sugirió que se unieran todas. A fin de cuentas, suponían que sería su manera de "pagarles" todo el trabajo que imponían en cuidarla.
- Deberíamos darnos un baño - sugirió Camila, su piel ardía.
- De eso nada - añadió Amelie deteniendo el intento de su amiga por incorporarse - no te vas a mover de ahí hasta que les cuentes a estas dos lo que me has dicho esta mañana. No me importa si te conviertes en pollo frito - dijo burlona.
Camila bufó en alto, aparentemente incómoda. Normani y Dinah se deshicieron de sus propias gafas de sol a la velocidad de la luz para posar sus miradas confusas en ella. Se sintió acorralada, ¿por qué era tan bocazas?
- Amelie, te dije que no quería hablar de eso.
- Pues no habérmelo contado justo a mí, chata - añadió como si fuese obvio.
Mierda y más mierda. Las mejillas de Camila se volvieron rojas en cuestión de segundos, y no, esta vez no era a causa del sol. Más bien se ruborizada con tan solo el hecho de recordar aquel momento. Se lo contó a su amiga con la intención de desahogarse, sin embargo, no estaba preparada para ir esparciendo rumores por ahí. Sus vidas se habían convertido en un completo show televisivo, ¿quién le aseguraba que cualquier periodista mete narices no se encontraba por ahí merodeando? Tan solo de imaginar los titulares le daban ganas de morirse de la vergüenza.
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Sweet Hell II [Camren]
FanfictionSegunda parte de la bilogía Sweet Hell. Cuando Camila Cabello creyó que su vida no podría ser más complicada, apareció el destino para, como de costumbre, darle una patada en el trasero y lanzarla a un pozo sin fondo. ¿Podrá la joven latina luchar...