Hoooooola lindxs, ¿Cómo están? ¡He vuelto! ¿Me echaban de menos? Yo a ustedes sí!! Lo siento mucho, saben que estaba celebrando mi fin de exámenes y no tuve tiempo. Pero prometo recompensarles 😊 PD: lo celebré bien celebrado 🙌🏻😏
Bueno, no voy a liarme, sin más dilación.. ¡¡DISFRUTEN Y COMENTEN MUUUCHO!! Les adoro a más no poder 🌹🌹🌹
Narrador omnisciente durante toda la historia
Los días pasaban entre partes médicos, rehabilitación y visitas al hospital, lo que viene siendo la nueva normalidad que azotaba la vida de Lauren en los últimos meses. Tras un largo tiempo, por fin habían decidido darle el alta, teniendo en cuenta que sus valores clínicos parecían dentro de la media, y que además, el traumatismo de su cerebro no parecía por la labor de abarcar más problemas, al menos no por ahora. Así que, la ex directora pudo abandonar su asquerosa habitación hacía ya dos días, sin embargo, alguien podría haberle avisado que pisar nuevamente su mansión conllevaría mantenerse bajo la dictadura que Camila había impuesto en aquella casa. Maldita sea, apenas le permitía poner un solo pie fuera de la cama, y si lo hacía, la trataba como una abuelita con incapacidad para caminar. Por el amor de dios, ella sabía cuidarse sola, tampoco es como si los médicos fueran a echarla del hospital si no pudiese acarrear una vida medianamente normal, y vale que sus antecedentes delataran su poca afinidad con el acatamiento de órdenes, sin embargo, esta vez era diferente, quería recuperarse de una vez por todas.
La luminosidad del día se colaba por el recoveco de las cortinas, y Lauren juraba que iba a explotarle la cabeza en cuestión de segundos, de hecho, había desconectado todas las terminaciones nerviosas de su cerebro hacía ya diez minutos atrás. Amelie continuaba jugando con las manos en el aire y parloteando cual desquiciada, mientras la ex directora asentía como un perrito amaestrado y le mostraba su mejor sonrisa cargada de falsedad. Asistir a tantos eventos pretenciosos definitivamente tuvo sus frutos:
- Imagínate esto... - continuó la más pequeña – un globo enorme, de los que vuelan – y asintió para sí misma – que del interior salgan miles de fuegos artificiales... ¡Espera, no! – chilló de pronto – podrías escribir en el cielo con luciérnagas, seguro que tenemos suficiente dinero para comprar luciérnagas amaestradas, ¿A que sí?
Lauren permanecía con la mandíbula desencajada y las pupilas dilatadas. ¿Qué cojones estaba diciendo aquella loca? De veras creyó que estaba bromeando, sin embargo, la expresión esperanzada de su hermana pequeña frente a ella le hacía pensar que no, que realmente creía no solo en la posibilidad de llevarlo a cabo, sino que de hecho, en su mente de quinceañera, existían luciérnagas amaestradas. Madre mía, casi echaba de menos su retiro espiritual, alias, coma.
- ¡Pavos reales! – gritó de nuevo – Son elegantes, ¿podemos conseguir algunos?
De pronto, como el temblor más catastrófico de la tierra...
- ¡¡Amelie!! – se oyó desde la puerta - ¿Qué cojones estás haciendo?
Camila hizo su aparición con una bolsa colgando de la mano derecha, permitiendo deducir que acababa de llegar de compras. Lauren la observó desde su posición: vestía unos leggins vaqueros ajustados, con un par de rasguños a la altura de las rodillas, además de un top negro dejando entrever un escote no muy grotesco, y vans del mismo color. Su piel lucía más morena de lo normal, alardeando de un par de rayos de sol bien absorbidos que la hacían ver incluso más deseable. Su cabello recogido en una coleta despreocupada, y la expresión apretada a causa del momento. Sus labios se encontraban decorados con un tono rojo muy débil, y sus mejillas sonrojadas de forma natural. "Increíblemente preciosa" pensó la ex directora para sí.
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Sweet Hell II [Camren]
FanfictionSegunda parte de la bilogía Sweet Hell. Cuando Camila Cabello creyó que su vida no podría ser más complicada, apareció el destino para, como de costumbre, darle una patada en el trasero y lanzarla a un pozo sin fondo. ¿Podrá la joven latina luchar...