Capítulo 17. Entre pesadillas.

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Lenox 

 Presente

Despierto a todos rápidamente mientras que Evan se apresura a traer el autobús. Esta era la misma energía que solía ser mi compañera. Sabía quién era ahora, aun con ello no me arriesgaría, no con todo lo que estaba ocurriendo estos días.

—¿Por qué debemos irnos? —pregunta asustada Brooke.

—Hay alguien acercándose —informo.

Todos me miran con los ojos muy abiertos. Ellioth lucia agotado después de la fiebre, y Dion tosía cuando creía que nadie la veía. Ambos estaban débiles incluyendo a Evan, quien por supuesto no se encontraba del todo bien después de lo que le ocurrió.

—Puedes acabar con él —comenta Coronel cruzando los brazos y frunciendo el ceño.

—¿Por qué está lloviendo? No había nubes allá afuera hace horas —cuestiona Carlson.

Comienzan a desesperarme. La lluvia empezaba a rodearnos, teníamos que salir de aquí.

Enseguida la puerta del local se abre con furia dejando entrar a Evan, este se muestra cansado mientras tira al piso ocho mochilas al piso. Salgo del grupo y me acerco a él presintiendo lo peor.

—Las llantas del autobús se encuentran destrozadas. —Me observa tratando de preguntar nuestro siguiente movimiento—. ¿Cuál es el plan?

—Correr —declaro. Él asiente, sabiendo que es lo mejor.

*

Minutos después estoy guiando a todos por el bosque trasero del local. Estaba segura de que me podía desviar por un tiempo hasta que fuera seguro ir al sur. Cada uno de nosotros llevaba cargando su propia mochila, llena de alimentos que habíamos robado de los Tuardo, y ropa que habían empacado los Leunam. Y aunque lamentablemente habíamos dejado gran parte de los suplementos, esto ya era una ganancia.

Sigo corriendo, esquivando piedras y saltando por encima de ramas que se interponen en mi camino. Los demás siguen mi patrón. Me concentro en cada salto y trastabillo que hacemos en conjunto. Dion y Ellioth iban justo detrás de mí. Le seguían Carlson y Brooke, para finalizar con Bowie y Coronel quienes eran los que corrían más rápido. Los había dejado en la parte trasera porque sabía que en caso de cualquier ataque serían capaces de avanzar. Evan no se encontraba con nosotros. Yo había aprovechado su velocidad para tener un plan extra. Le debía agradecer a Lilith por la idea.

La lluvia salpicaba fuertemente en nuestra piel. La noche nos hacía imposible el ver nuestro camino pero aun con ello seguimos corriendo, atravesando la negrura que invadía al bosque.

Paro un momento cuando advierto que la respiración de algunos se ha acelerado de más. Enseguida Evan llega asintiendo hacia mí. Bien. Mi plan estaba hecho.

—¿Todos se encuentran bien? —pregunto por encima de la lluvia.

—Estoy cansada —dice Brooke quejándose con ambas manos sobre sus rodillas.

—Lo siento pero debemos seguir avanzando.

—¿A dónde nos dirigimos? —Carlson lucia desamparada con su cabello ahora empapado.

—A ningún lugar específico. El propósito es huir por el momento —responde Evan.

Ella asiente. Lealtad señala el camino hacia adelante y comienza a gritar que avancen. Cuando ellos salen trotando, de nuevo mira hacia mí.

Prisioneros del truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora