Sastian
Pasado
—Estoy confundida con esa declaración, ¿te refieres a que no olvidaste la promesa que me hiciste en el tejado de tu habitación? ¿La de jamás dejarme caer? —Se pasa la mano por el cabello, y aunque habla con voz serena luce exasperada—. Porque creo que la rompiste, hace nueve malditos años.
—No existe disculpa para esa herida, jamás la habrá. —Dejo de mirarla a los ojos—. No me perdones Lenox, no lo merezco, pero déjame compensártelo.
Parece pensárselo por demasiado tiempo. Sus ojos se llenan de lágrimas de rabia.
—¿Cómo?
Me quedo en shock. Tenía una oportunidad...
—Gael. He estado averiguando estos pasados años más información sobre tu naturaleza.
—¿Qué tu qué? —Sus ojos se abren por la sorpresa.
—Si... yo... te prometí que te ayudaría a saber de dónde provenías, tantos años atrás. Por lo que el mes pasado me colé, bueno, Evan se coló en las cámaras de Gael. Él tiene archivos sobre todos nosotros por lo cual creo que debe tener uno tuyo, uno que te ayudará a saber lo que has buscado —suelto todas las palabras tan rápido que me quedo sin aire.
—¿Qué averiguaste? —Luce intrigada.
—Nada. Él solo se abrió paso dentro para saber el camino exacto para que yo pudiera volver. Para ser exactos, eso sucedió cuando echaste a Gael del Kosmos, y ahora necesito otra distracción para entrar, esta vez por mí mismo.
—¿Hiciste eso por mí? —susurra—. ¿Por qué?
—Porque me preocupo por ti.
—Tu solo te preocupas por ti. Nadie más —dice duramente.
—Respeto tu opinión sobre mí, ya que yo hice que lo pensaras. —Suspiro—. Pero trabaja conmigo, tú puedes encontrar todo. Si no confías en mí, no veré cualquier información que encontremos, y así podrás saber que hago todo esto de buena fe.
De pronto alterna su mirada con la mía y también en algo que al parecer se haya detrás de mí. Estoy tan tenso que no quiero voltear o moverme un solo centímetro. No quiero arruinar esta oportunidad.
—¿Puedo confiar en él? —pregunta Lenox, pero no a mí.
—Sí. —La voz de Evan llena el espacio.
Ella no confiaba en mí pero si en él. Era obvio. Cuando Lenox cayó de mi edificio de arena, él fue el que la rescató, por lo que ahora debía de confiar ciegamente en él.
Una pequeña punzada de celos me atraviesa.
—Estoy dentro. ¿Qué debo hacer? — Quita su mirada de Evan y la posa de nuevo en mí.
*
Estoy nervioso. Estiro las manos por encima de mí para sacarme la tensión de los músculos, pero aun así el nudo en mi estómago persiste. Exhalo, harto de mis nervios.
El viento hace que el único ruido que se escuche sea el leve roce de las hojas de los árboles al moverse. Las luces fluorescentes de la ciudad alumbran un poco los caminos del bosque al lado del lago, lo cual agradezco.
Hace unas horas decidimos encontrarnos aquí con el propósito de idear el plan para inmiscuirnos a las cámaras de Gael. Honestamente aún tenía esa pequeña espinita atravesada en mi cabeza, del porque Lenox confiaba plenamente en Evan. Aunque era algo de esperarse, no estaba nada de acuerdo con ello. Sabía que estaba actuando como un idiota, pero los celos era una situación enteramente nueva para mí.
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Prisioneros del trueno
FantasyEn la era del sol y la luna, de la batalla del fénix y el león nace una profecía. Esta batalla legendaria está destinada a repetirse cientos de milenios después, en donde las rencarnaciones Sastian, el fénix, y Lenox, el león deberán enfrentarse. D...