II: Papi

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Cortó un trozo de carne, y la observó curioso.

—¿No te gusta? Puedes pedir otra cosa si lo deseas.

—La comida está bien, sólo que no tengo hambre.

Dejó el cuchillo al costado del plato, y tomó la mano de Ivanna que estaba sobre la mesa.

—Puedas hablar conmigo.

Ella quitó su mano, y la colocó sobre sus muslos, sintiéndose incómoda.

—Te dije que lamentaba lo que ocurrió la otra noche, ¿hasta cuándo seguirás así?

—Con un lo siento, no es suficiente.

—Lo sé bebé, es por eso... Que planee un viaje, el jueves nos vamos.

—¿Cuántos días?

—Cuatro, son los que me quedan libre, antes de comenzar la temporada.

—De acuerdo. ¿Debo llevar ropa de invierno o verano?

—Sólo lo que tengas puesto —sonrió—. Puedes comprarte ropa allí.

—Está bien.

—Ey —le dijo mirándola a los ojos—. ¿Una sonrisa? No volverá a pasar, lo juro.

—No me siento de ánimo para sonreír, Víctor.

Suspiró, y asintió con la cabeza.

—De acuerdo.

-o-o-o-o-

—¿Hablas en serio? ¿Te has vuelto loco?

—Am, no —pronunció mientras tecleaba unas cosas en su ordenador, comprando los boletos.

—Vincent, es una locura. Creí que este solo sería otro más de tus "jueguitos" excéntricos, pero ahora, viéndote comprar dos boletos a la polinesia francesa, me doy cuenta que eres un estúpido.

—No pedí tu opinión, Leo, de todos modos, gracias hermano —pronunció molesto.

—Es que esa mujer te costará tu fortuna. ¿Por qué no una prostituta? De seguro te saldría más barato, y no te estaría consumiendo el bolsillo, y quitándote el sueño. Porque no necesitas negarlo, sé que ella es la responsable de tus insomnios.

—Agradezco tu preocupación, pero se lo que hago, soy mayor ¿okay?

—Dime la verdad ¿es menor de edad? ¿Es por eso que no puedo verla?

—No es menor de edad —sonrió divertido—. Y ese fue nuestro acuerdo, ninguno puede mostrar la foto del otro.

—Que no quiera exponerte a ti, lo entiendo, ¿pero por qué tú no podrías hablar de ella?

—Fue un acuerdo justo para ambos.

—Debe ser bonita y buena en la cama, para que hayas gastado tanto en ella.

—No hablaré de eso.

-o-o-o-o-

—Oye Fi —pronunció doblando su ropa—. ¿Te puedo pedir un favor?

"—Claro, ¿qué ocurre?"

—Necesito que cuides de Tito hasta que regrese, sólo serán cuatro días.

"—¿Un viaje con tu sugar daddy?" —pregunto en un tono travieso.

—Algo así, ¿podrás cuidarlo?

"—Sí, traelo. Yo cuido a tu hijo, mientras tú sales con tu papi."

—Gracias, juro que te recompesaré —le dijo antes de cortar la llamada.

Se sentó en la cama, y cerró los ojos. "Papi", aquella palabra... Le recordaba cuando todo había comenzado.

"Ella observó al alto tipo rubio, y más pequeña se sintió en el momento en el que él se puso de pie, acercándose a ella.

—¿Ivanna? —Preguntó mirándola de arriba abajo.

Demonios, ya no le gusté,  pensó al ver la expresión de él.

Sonrió lo más coqueta que pudo, y se puso de puntas de pie, depositando un suave y lento beso sobre su mejilla.

—Sí, tú debes ser Vicent.

—Víctor.

—¿Víctor? —Preguntó frunciendo el ceño, confundida.

—Para ti seré Víctor, ¿O prefieres decirme papi? —le dijo con una sonrisa divertida, y muy cautivadora."

...

¿Sugar Daddy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora