—Mami-
—Ahora no Tito, estoy ocupada —pronunció la castaña cambiándole el pañal a uno de sus gemelos.
—Pero mami-
—Tito, ve para allá.
—¡Pero mamá!
—¡Estoy ocupada! ¡Ve a tu habitación! —le gritó retándolo, haciendo llorar tanto al niño, como al bebé.
—Ya, tranquilo —pronunció cansada, meciendo al pequeño rubio—. Ya no llores hijo, se me parte la cabeza, tranquilo.
-o-o-o-o-
—¿Entrarás?
—Ahora no, debo arreglar unas cosas primero, saluda a los niños y a Ivanna de mi parte.
—Okay —sonrió Vicent, bajando del auto.
Entró a su casa, y escuchó que los bebés estaban llorando, por lo que fue rápidamente hasta la habitación.
—¿Qué tienen? ¿Por qué lloran?
—¿Te vas a quedar ahí parado como un idiota? Toma a alguno y ayúdame —pronunció molesta Ivanna.
Respiró profundo, y tomó a dos de los pequeños, intentando calmarse, para no mandarla al diablo.
—Ey, tranquilos —pronunció en un tono bajo, meciéndolos—. Papi ya volvió, tranquilos.
Besó suavemente sus frentes, y caminó con ellos hacia la sala. Y luego de varios minutos, finalmente los niños se durmieron en sus brazos.
—¿En dónde está Tito?
—No lo sé, en su habitación —pronunció tajante, dirigiéndose a la cocina para lavar los biberones.
Vicent llevó a los niños a su habitación, y luego fue hasta la de Tito, verificando que estuviera bien.
Acarició suavemente sus cabellos dorados, y salió, para ir a la cocina.
—¿Qué es lo que te pasa?
—¿Y encima lo preguntas? Eres un maldito hipócrita. ¡Te vas una semana y me dejas sola!
—No me fui de vacaciones, ¿Okay? Tuve que trabajar para mantenerlos ¿Cómo diablos debo hacértelo entender?
—Vete a la mierda tú y tus putas excusas. No quiero verte, Vicent, quiero que te vayas.
Abrió sus ojos aturdido, sin comprender que le pasaba realmente.
—¿Hablas en serio?
—¿Necesitas qué te lo repita? ¡Sí! ¡Quiero que largues!
—Perfecto —pronunció harto—. Mañana mismo hablaré con mis abogados.
—¿De qué hablas?
—¿Crees qué dejaré que tú sola cuides a mis hijos con lo demente que estás? Estás equivocada.
—¿Demente? ¡Intenta solo cuidar de cuatro criaturas!
—Ya deja de gritar —masculló con rabia, tomándola de uno de sus brazos—. Tito no tiene porque saber que estamos discutiendo.
—Suéltame —bramó haciendo fuerza hacia abajo, para soltarse—. Habla con cuantos abogados quieras, jamás me separarán de mis hijos.
—Ya veremos si piensan lo mismo, cuando demuestre donde te "conocí".
Le dio un cachetazo, dejándolo aturdido por tan repentina reacción.
—No te atrevas a hacerme quedar como una puta, porque tú y yo sabemos que no es así.
La miró, y apretó sus puños, antes de darle la espalda, y caminar hasta la puerta.
No le daría el gusto, no seguiría discutiendo con ella, no permitiría que lo alterara de vuelta, y mucho menos, que lo alejaran de sus hijos.
Escuchó la puerta cerrarse de la casa, y pasó de un odio incontrolable, a tristeza pura. Un vacío existencial que la llevó a un llanto desconsolado.
Nadie la entendía, nadie podía entender la frustración que sentía, el estrés que tenía luego de los trillizos.
Y se sentía una mala madre, la peor de todas. Por no poder controlar sus emociones, por tratar mal a su hijo mayor, por estar siendo tan irracional con todos los que la rodeaban.
...
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¿Sugar Daddy?
ספרות נוער¿Hasta dónde llegarías por conseguir lo que quieres? ¿Qué estarías dispuesta a hacer para tenerlo? Inicio de publicación: 09/06/2018 Hermosísima portada hecha por @Eunbxic ¡La amé! 😍❤️💖💞 ¡Puesto #1 en historia corta! 14/03/19 😍❤️💕 ¡Puesto #1 en...