La Copa De La Vida [Severus Snape]

cap.4

/Kasandra/

Recuerdan que les dije que ayer era el último día del ciclo escolar, bueno, pues aquí estoy, arriba del expresó de Hogwarts, en el mismo vagón que Kendall, Keneth, Blanca, Lucius y Sonrix,  apuntó de llegar a la estación 9 3/4.

-¿donde pasarán las vacaciones?- pregunto Keneth.
-yo con mi padre- le dije a Keneth - pero siempre es en un lugar distinto.
-yo en mi casa- dijeron Blanca y Kendall.
- no lo se- dijo Lucius.
-que les importa- dijo tan agradable como siempre Severus.
- Severus, si estarás en ese plan puedes irte con la pelirroja de Gryffindor- le dije, el se levantó y se fue.

Después de 15 minutos llegamos a la estación, baje del tren junto con mis amigos, pero al bajar mire a mi papá y corrí hacia el, me trepe a el abrasansolo del cuello con mis piernas enredadas en su cintura, el correspondió a mi abrazo, luego me bajo.

-te extrañe mucho papá- le dije con una sonrisa.
- yo también te extrañe mucho mi reina, vamos por tus cosas, en  la casa donde estaremos nos espera alguien que te quiero presentar- eso no me gusto.

Agarramos mis cosas, le pregunte a mi papá para donde íbamos ye dijo que a un lugar muggle llamado Las hilanderas, nos subimos a un taxi y una hora despues llegamos, el lugar no era como que lo más pintoresco, en realidad era algo sombrío, pero me agradaba, la casa en la que estaríamos era de 2 pisos, al llegar bajamos del taxi, sacamos mis cosas y nos paramos enfrente de la puerta de la casa.

-¿lista para conocer a quien este adentro? -me pregunto con entusiasmo mi papá.
-si- *Mentira*

Mi papá abrió la puerta, pase con la jaula de Nessy en mis, manos, papá tenía mi baúl, me encaminó a la sala, al entrar a esta mire a una mujer sentada en un sillón, mi papá habló.

-Kasandra, ella es la persona que te quería presentar, ella es Amelia, mi novia- me dijo de lo más tranquilo, pero pude sentir en ese momento como mi cabello cambiaba a rojo.
-hola kasandra, tu papá me ha hablado mucho de ti- me dijo Amelia, la novia de papá, yo estaba en shock.
-por eso no me escribías- susurro en shock- ¡¿por eso no me escribías verdad?! ¡Por ella! -le grite a mi papá- ¡por eso te olvidaste de mi! - apunte a mi papá con el dedo, agarre mi baúl como pude y subí lo más rápido que pude a donde sería mi habitación, cerré la puerta con seguro una vez dentro de esta.

Me dispuse a desmpacar, una vez realizada  la acción saque a Nessy de su jaula y me senté frente a la ventana del cuarto, la ventana tenía una vista de una casa igual a esta pero un poco más tétrica, eso me agradaba, estaba tan concentrada viendo esa casa hasta que tocaron la puerta, esta se abrió dejando ver a mi papá.

-Kasandra, Amelia ya preparó la comida- me dijo un poco serio.
-ya bajamos- puse a Nessy en mi hombro y camine a la puerta de la habitación, pase de largo dejando a mi papá atrás.

Baje las escaleras y me encamine al comedor, al entrar pude ver a Amelia sirviendo la comida, me senté poniendo a Nessy en mis piernas, al poco tiempo bajo mi papá y se sentó en la mesa y luego se sentó Amelia, comenzamos a comer, nadie hablaba, todo era silencio, solo eso, silencio, hasta que habló mi papá.

-Mi reina, te salió exelente la comida- dijo mi papá a Amelia, aprete los cubiertos y comí rápido, no era justo, solo yo era su reina, siempre me lo decía, pero ahora se lo dice a ella, me levante de la mesa y lave mi plato, trataría de pasar algo de tiempo con mi papá, así que le hablé.
-papá, ¿vamos a andar en bicicleta un rato? -le pregunte sonriendo.
- no podré hija, tengo que ayudar a Amelia a recojer la casa, pero puedes ir tu a conocer el lugar, afuera esta tu bicicleta, y en el perchero de la entrada esta tu mochila con lo que podrías necesitar- me dijo, baje la cabeza, y moví la cabeza en forma afirmativa.
-esta bien, dejaré a Nessy en mi cuarto y saldre- subí a mi habitación.

Me cambie, hacia calor, me puse un short de Mezclilla corto, unos tenía Converse blancos, calcetas cortas negras y una playera de Mikey Muse blanca con negro, recoji mi cabello en una coleta alta y baje, no me despedí, solo entre a la cocina, agarre un mango grite.

-¡ya me voy! - no respondieron.

Agarre la mochila y me la puse, sali, agarre mi bicicleta, era una bicicleta de montaña verde con plateado, me subí pero solo me subí, no emprendi camino, se me ocurrió abrir la mochila, venía una gorra negra, sonreí, me quité la coleta y me puse a gorra, también venía un mapa, si que mi papá me conoce, me pierdo desde que tengo 3 años, venía una botella de agua,  dinero, unos lentes de sol, una navaja de bolsillo,unos binoculares, unos sándwich,unas cuerdas, una lámpara de baterías y una nota, la nota decía lo siguiente.

Nota:
Hija,¿lista para tener tu primer aventura sola? Ve y conoce, diviértete, tienes que llegar a la hora dela cena a la casa, eso es a las 8:30pm, te ama tu papá.

Si, solo eso, bueno, le tomaré la palabra, puse la mochila en mi espalda y puse a andar la bicicleta, mire que como a unos 15 metros se miraba un Prado o bosque, yo que se, pero me llamaba, así que emprendi caminó, me adentro a ese lugar, después de unos minutos en ese lugar mire un árbol en una colina y un pequeño río, eso es fantástico, fuí a ese lugar, deje la bicicleta y subí al árbol, estando arriba de este saque los binoculares de la mochila y mire unas personas acercándose a lo lejos, no le tome importancia, pero me quedé callada, saque una cuerda y la amarre a la rama, le hice nudos a la cuerda para poder usarla como escalera, me puse los lentes de sol y saque la botella de agua, le di un trago y me di cuenta de que era agua de limón, estaba distraída mirando el río que no me di cuenta cuando ese partido de personas llegaron al árbol, los mire bien cuando me percate de su presencia y reconocí a esos dos en segundos, ese cabello, esa orrible ropa, Evans, ese cabello, esa nariz, Sonrix, definitivo, no era mi día de suerte, trate de no hacer ruido para escuchar lo que decían.

-ya extrañaba esto Sev- le decía Evans a Sonrix.
-yo tambien lily, pero odio a mi papá, es un cabrón abusivo, ya no lo soporto. -decía Sonrix.
-no te preocupes Sev, tal vez cambié-le decía Evans
-no lo creo- decía Sonrix.
-ya veras que si lo hará - le daba ánimos a Sonrix.
-¿podemos cambiar de tema?- le preguntó Sonrix, ella asintió, el volteo a otro lado y miro mi bicicleta, ¡Rayos! - ¿de quien será esto? - le preguntó a Evans.
- no lo se Sev, pero parece no tener dueño- le respondió dio ella.
- pero tiene unas iniciales, K.R.- le dijo el.
- no lo se, puede ser Kristina Rendon- dijo ella, era momento de bajar, guarde rápido mis cosas, me puse a mochila, agarre la cuerda y me aventé, esta me balanceo y ellos me vieron, Sonrix con ojos como platos y Evans con extrañeza.
-o puede ser Kasandra Robinson- dije bajandome  de la cuerda.
-¿tu que demonios haces aquí? -me dijo Sonrix.
-hey, tranquilo, vivo en las Hilanderas, por lo menos por el verano, mi papá me trajo acá este año y pues salí a conocer el terreno.
- me importa una mier... -no lo deje terminar.
-¡oye! Tranquilo viejo, ya me voy, mire una cueva por allá y me interasa más explorarla que escucharte quejar por todo- agarre mi bicicleta- adiós Evans, hasta luego Sonrix- el se enfureció y yo me reí, me subí a la bicicleta y comencé a andar por el camino a donde ví la cueva.

Estando en la bicicleta por fin  llegue a la maldita cueva, entre a esta bajando de la bicicleta, esta oscuro, así que saque de la mochila la lámpara, deje la bicicleta en la entrada y camine adentro, se escuchaba eco, la lámpara iluminaba el caminó, y de la nada, bueno, no de la nada ya que ya está ahí desde hace mucho tiempo supongo, estaba frente a mi una pequeña laguna dentro de esta cueva.

*¡Genial!*

***

Después de un rato en esa cueva que ya había bautizado como mía mire el reloj, eran las 5 de la tarde, ahora el problema era el siguiente, no sabía ni como demonios, regresar a casa, pero para mi buena suerte recordé el mapa, lo saque de la mochila y lo abri, era un mapa mágico, pero confuso, puse mi dedo en el medio de este y segundos después puf, ya estaba frente a la casa, mi papá piensa en todo,  era un traslador, como ya había dicho, apenas eran las 5 de la tarde, le di una mirada al mapa y a una calle de aqui hay un parqué, y todos sabemos que donde hay un parque hay una heladería, monte mi bicicleta y emprendi camino al parque, fue cuestión de minutos para llegar a ese parque, y tenía razón, justo frente a este estaba una heladería.