La Copa De La Vida [Severus Snape]

Cap. 15

/Kasandra/

Era lunes y eso significaba qué hoy comenzaría con las clases avanzandas, de hecho voy caminando a el salon de menesteres.

Al estar frente al salón de menesteres entre, para encontrarme con personas que hubiera preferido no ver, Potter, Black, Lupin, pettegrew y Evans, que se encontraba charlando animadamente con un pelinegro pálido qué conocía muuuuuy bien, cerré la puerta de un portazo y deje mi mochila en una esquina.

- ah, Kasandra, te estábamos esperando, pasa con Remus, será tu pareja en estás clases--dijo Dumbledore y yo asentí, me quite la túnica y el suéter, subí mis mangas hasta mis codos, amarre mi cabello en una coleta desordenada y después de dedicarle una mirada asesina a mi novio y Evans, que era obvio serian pareja en está clase, me fui con Remus.
- ho-hola - dijo el castaño tímido.
- hola- trate de sonar simpática, ya qué contra el no tenia nada, era más bien con sus estúpidos amigos - ya me conoces, pero soy Kasandra y creo que si somos pareja en está clase lo menos que podemos hacer es llevarnos bien- le sonreí, sonrisa que el devolvió y no paso desparcibida para Severus qué me miraba con ceño fruncido.
-me parece buena idea.

****

Después de aquella clase tome mis cosas y sin esperar a nadie salí a paso veloz, al ir a medio pasillo escuche a alguien correr tras de mi y segundos después tenia a Severus a mi lado.

-¿qué fue eso? - me pregunto serio, sabia a lo que se refería.
- ¿el qué? - dije haciendome la desentendida.
- eso, el estar muy pegada y sonriente con Remus- dijo con un tono de desesperación poco notable y molesto.
- por si no te has dado cuenta es mi compañero en esa clase- dije molesta
- pero a ti te cae mal- dijo molesto.
- pues ahora ya no me cae mal- se quedo callado y sin previo aviso me cargo- ¡¡bajame!!

No me hizo caso y a paso rápido me llevo hasta su cuarto, una vez ahí me bajo y cerro la puerta con un hechizo.

- ¿me puedes explicar qué te pasa de una vez? - dijo molesto.
- ¿qué qué me pasa? - dije enojada- eso ya lo deberías saber.
- ¿cómo carajos quieres que lo sepa si no lo dices y yo no soy adivino? - dijo molesto.
- ¿quieres saber  que es lo que me pasa? - dije a punto de explotar- ¡Evans es lo que me pasa Severus! ¡Qué llega y te habla después de años y ahí estás! ¡Y si Severus! ¡Estoy celosa! ¡Por que cuando estás con ella siento que en cuanto te diga que termino con James correras a sus brazos! ¡Y no te quiero perder! - grite con desesperación golpeando su pecho.
- Kasandra por Merlín - dijo agarrandome de las manos- entiende amor, no veo a otra mujer como te veo a ti, contigo me siento como si volará, estoy contigo por que quiero estarlo, no puedo ver a nadie por pensar en ti, nadie nunca cambiará tu lugar - dijo agarrando mi cara con sus manos y unió nuestros labios en un beso.

Me beso con desesperación y deseo, poco a poco fue moviéndose conmigo hasta llegar a su cama, en donde me recostó y se puso arriba de mi, enrede mis dedos en el cabello de su nuca, el con sus manos dibujo mi silueta, al llegar a mi cadera metió la mano en el chaleco sacándolo de a poco hasta tirarlo por alguna parte de la habitación, quitó su suéter y lo dejo caer en el piso, me miro a los ojos, preguntándome con la mirada si era correcto, yo asentí y el me beso, sus besos pasaron a mi cuello haciendo qué yo soltara leves jadeos, quito mi corbata y comenzo a desabotonar mi camisa, por mi parte con mis mismos pies quite mis zapatos, el una vez abrió por completo mi camiseta observó mi cuerpo, y bajo, beso mi ombligo y fue subiendo, sus labios quemaban mi piel, dejaban una marca qué sé que jamás nada ni nadie podría quitar,  el paso sus manos a mi espalda, haciendo después qué me sentara, el estaba incado arriba de mi, sonrió y quito mi camisa por completo arrojando esta en algún lugar de aquella habitación con luz tenue, beso mi cuello nuevamente y sus manos jugaron suavemente con el broche de mi sostén hasta que lo desabrocho y con delicadeza me lo quito para después volver a acostarme, en otro momento me habría dado vergüenza, pero con el me sentía tan bien, y estaba tan sumergida en aquel campo qué nunca había explorado lleno de placer.

-eres perfecta - dijo mirando mis ojos- nunca te cambiaría por nada ni nadie.
- te quiero Severus - dije y lo besé.

Quite su corbata para después hacer lo mismo con su camisa, dejándolo solo en pantalón, pude observar su pecho, tenia una qué otra cicatriz, era pálido y muy delgado, pero a mis ojos era el chico perfecto.

Por su parte severus quito mi falda, mi short y mis bragas, bajo hasta estar a la altura de mi vagina, beso mi monte de venus haciendo qué mi pulso se acelerase, abrió mis piernas y con una de sus manos acaricio mis labios vaginales.

- ahh- gemi.

Acercó sus labios a mi vagina y de un momento a otro lamio mi clitoris haciendo qué arqueara mi espalda y soltara un gemido, comenzó a jugar con aquel boton de una manera tan placentera, agarre la sabana de la cama para controlar los movimientos pelvicos qué hacia de un momento a otro, después de unos minutos el levanto su cabeza y se paro de la cama dando sus zapatos, sus calcetas, su pantalón y su bóxer, dejándome así ver su miembro, miembro qué pequeño no era, medía al rededor de 18 cm, aprovechando que se había parado me quite mis calcetas, el volvió a verme y se subió nuevamente a la cama, volvió a abrir mis piernas poniéndose entre estás, se agacho y metió uno de mis pezones a su boca haciendo qué volviera a arquear mi espalda, al hacer aquel movimiento mi vagina rozó con su pene haciéndome estremecer, el al darse cuenta dejo mis cenos y beso mis labios, al separarse contempló mi cara.

-puede que duela al principio, pero pasará - dijo y yo asentí.
-t-tu ya... - el sonrió y negó con la cabeza.
- también es mi primera vez - sonreí.
- hazlo.

El me beso y puso su punta en mi entrada, fue empujando de poco a poco, dolía, luego de un momento a otro el dolor se hizo más fuerte y una lagrima se escapó de mi ojos, severus paro para verme preocupado.

-¿quieres que pare? - dijo preocupado.
- n-no, sigue.

El comenzó un vaivén lento haciendo así que el dolor de a poco se fuera convirtiéndose en placer, sus movimientos eran calmados en un principio, luego se hicieron un poco más fuertes y rápidos hasta que después de un rato sentí como mi cuerpo comenzó a vibrar hasta que llegue a la cúspide del placer, sintiendo como Severus llegaba también y llenaba mi interior.

-¡Ahhhh! - grite de placer.
- ¡j-joder! - gimio Severus, salió de mi y se acostó a mi lado agarrando me entre sus brazos, haciendo qué mi cabeza quedara en su pecho y poder escuchar su corazón desbocado como el mío y su respiración agitada- Kasnadra- dijo acariciando mi espalda, voltee a verlo y me sonrió - te amo- dijo de la manera más sincera y pura, sonreí con lágrimas en los ojos.
- yo también te amo Severus - me subí arriba de el sentando e en su abdomen, tome su cara con mis manos y la contemple, era perfecto- te amo como nunca e amado en mi vida- el sonrió, acerque mi cara a la suya y rose mis labios con los de el para después unirlos en un beso dulce y tierno, me separe de el, el se paro de la cama y abrio las cobijas, se metió en ellas para después taparme también abrazandome y pegandome a su cuerpo, no supe en que momento me quede dormida, perp se sintió tan bien.

****
/Severus/

Desperte con un peso en mi hombro, al abrir los ojos mire la escena, estaba abrazando a Kasandra, en ese momento llegaron a mi mente los recuerdos de el día anterior, ella con sus celos, la pequeña discusión qué termino con ambos en esta cama uniendo nuestros cuerpos en uno, entregandonos en cuerpo y alma, haciendo el amor, sin darme cuenta ya estaba sonriendo como un tontoy a decir verdad si lo soy, soy un tonto enamorado de la mujer más maravillosa del mundo entero. Comencé a dibujar círculos en la espalda desnuda de Kasandra, ella al sentir el contacto abrió los ojos de poco a poco, me miro a los ojos y me sonrió.

-buenos días sabandija azulada--sonreí.
- buenos días sonrix - dijo ella riendo, acaricie su mejilla y bese sus labios.
- quiero pasar a tu lado mi vida entera  Severus - dijo ella abriendo sus ojos de poco a poco, mirándome como si fuera la cosa más maravillosa del mundo.
-quiero que seas tu a quien vea cada mañana al despertar y la última persona antes de dormir hasta que deje de respirar - dije con una sonrisa sincera ya qué era cierto lo que le acababa de decir.