La Copa De La Vida [Severus Snape]

Cap. 20

/Kasandra/

Después de la reunión se acordó que saldríamos a contraatacar en 3 días a los mortifagos, después de esa reunión, nos despedimos de los presentes, no le dirigí la palabra a Severus en casi todo el rato, estaba enojada con el y le pediría una explicación coherente de lo que estuvo a punto de decir en la pelea con James. Salimos de la casa de los Potter y agarrados de la mano nos aparecimos frente a una gran mansión, yo lo miré sorprendida y con media sonrisa en su rostro hablo.

-bienvenida a nuestro hogar- me encontraba en shock.

De la mano abrió la puerta de aquella mansión, y entramos, era bellísima.

-¿en serio es nuestra casa? - hable aún incrédula, el asintió, estaba muy feliz, pero luego recordé la pelea en casa de los Potter - Severus Tobias Snape Prince, tenemos que hablar- dije seria, el trago saliva.
- vamos al cuarto y ahí hablamos- dijo algo nervioso y comenzó a caminar seguido de mi, subimos a la 2 planta y la última puerta del lado derecho tal parece sería nuestro cuarto, entramos y saque las maletas de mi bolsillo, para devolverlas a su tamaño normal, abrí la maleta y saque de ahí un pantalón de pijama verde con cuadros negros y una playera blanca, comencé a quitar mis botas.
- te daré una oportunidad amor- dije quitando mi pantalón - ¿tienes algo que me quieras decir? - el se puso nervioso, quite el suéter.
-para nada cielo- dijo tratando de sonar normal.
- ¿exactamente que estabas por decirle a James en su casa Tobias? - dije con evidente molestia poniéndome el pantalón de pijama-¿Quien se merecía Lily? - el me miró desconcertado- ¿acaso aún te gusta?
- Por el amor de Dios Kasandra- dijo ya comenzando a enojarse- estoy casado contigo por que te amo.
- no pregunte eso - lo fulmine con la mirada poniéndome la playera- entonces si te gusta- afirme molesta.
- ¡Claro que no! - elevo la voz.
- ¿entonces que carajos ibas a decir? - también eleve la voz.
- solo que ella merecía a alguien mejor que Potter- dijo ya calmado yo rodé los ojos.
- si claro, la maravillosa Lily Potter se merece el mundo- dije con sarcasmo.
- Kasandra no te pongas así, es mi amiga, es como tu con Lucius, yo no me pongo así- dijo comenzando a tirar su serenidad por la borda.
- ¡es distinto! ¡A mi nunca me gusto Lucius!- grite.
- ¡pero me case contigo! - al decir eso no supe como tomarlo, pero por alguna extraña razón me dolió.
- ¿entonces fui tu segunda opción? - dije comenzando a llorar.
- ¡Claro que no! ¡Por Lily yo no siento nada más que amistad! - dijo más exaltado.
- ¡no me grites! - le grité.
-¡tu comenzaste! - gritó.
- eres un idiota- dije llorando y comencé a caminar a la primera puerta que vi.
- ¿a donde vas? - preguntó.
- a la cocina, quiero comer algo- dije enojada y aun llorando.
- ese es el armario- dijo sentándose en la cama.
- pues entonces voy al armario, con tal de no estar cerca de ti ahora- dije abriendo la puerta y cerrandola detrás de mi, después de analizar la situación llegué a una conclusión, era un comportamiento estúpido que tomaba un día antes de que llegara mi regla, demonios, salí del armario y ahí detrás de la puerta estaba Severus, con una toalla sanitaria en su mano y una poción para cólicos en su otra mano.
-perdón por exaltarme amor, tengo que ver lo que tengo y no la vida de los demás- dijo ya calmado.
- perdón por gritar y ponerme en mi plan tonto - dije jugando con mis dedos.
- después de verte llorar y luego enojada supe que te esta por llegar, así que no hay nada que perdonar- dijo con media sonrisa- anda ve a ponerte esa cosa y tómate la poción - agarre ambas cosas y camine a una puerta- esa te saca del cuarto- dijo viéndome paso decidido a una puerta, gire en mis talones- es del lado derecho del armario- asentí y entre a éste.

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8 meses después

Ya estábamos en octubre, y por el momento todo marchaba bien, teníamos una que otra pelea pero por cosas básicas, como no acomodar los libros en los estantes, dejar ingredientes para pociones por doquier, no lavar platos, dejar armas en la mesa y cosas normales que terminaba en leves peleas, pero de ahí en fuera todo marchaba bien.