La Copa De La Vida [Severus Snape]

Cap. 18

/Kasandra/

Llevábamos en el hotel ya 3 días, en esos 3 días en los que me la pasé genial junto a Severus para mala suerte de ambos nos llego un comunicado de Dumbledore para ir a Hogwarts para una junta de la orden qué porque nos quería presentar a un nuevo integrante, ahora nos encontrábamos en la entrada de el salon de menesteres, con un poco más de color en la piel.

-¿listo para ver a tus enemigos? - le pregunte con tono burlon.
- sí, para mi buena suerte me llevo muy bien con Lily de nuevo y no me sentiré tan incómodo - ese fue un golpe muy bajo, le solté la mano.
- bien, puedes hacer lo que te de la gana corazón- dije y lo bese- pero será ojo por ojo - dije ya sería, abrí la puerta de el salón y entré, mire ahí a quien menos esperaba, mi cara fue de sorpresa al verlo, el volteo a ver la puerta cuando está se abrió.
- Severus, Kasandra, bienvenidos- dijo Dumbledore, yo le sonreí, voltee para atrás y mire como Severus se sentaba a un lado de Evans, eso no se quedaría así, camine con la persona que no esperaba ver.
- Jazba- dije como saludo.
- Kasandra futura señora Snape- dijo recordando las palabras de Severus y rió.
- Kass está bien - sonreí - no sabia que formaras parte de la Orden.
- es que me transfirieron de México a acá en el trabajo de Auror, al saber Dumbledore esto me dio la invitación a unirme y por supuesto que lo haré - dijo sonriente- ¿te pintaste el cabello de azul?
- no, soy metamorfomaga- dije recordando qué mi cabello era nuevame azul-¿nos sentamos? - le pregunte y el asintió, me puse de el otro lado de Severus y Jazba a mi lado, mire a Severus qué tenia el entrecejo fruncido, Jazba al verlo le sonrió.
- Severus - le extendió la mano y Severus la agarro de mala manera.
-Jazba - dijo tajante.

Seguí platicando con Jazba con la mirada de Severus enzima mío, trate de no tomarle importancia, después de que Dumbledore nos explicara qué Voldemort estaba comenzando a atacar el ministerio y que le haríamos una emboscada, luego hizo público mi compromiso con Severus y sorpresivamente el de James y Lily, luego de despedirnos Severus y yo llegamos a la casa, me senté en un sillón cerca de la chimenea, severus se quito los zapatos y la levita quedando en camisa blanca qué dejo abierta de 3 botones, se sentó detrás de mi y mi abrazó.

-no me cae bien Gaeta- dijo poniendo su barbilla en mi hombro.
- cariño, tienes que madurar, hace un par de años hubiera matado a Lily solo por estar cerca de ti como hoy, pero es algo infantil, si bien no me cae del todo bien es tu amiga y fue tu amiga antes de que yo llegara a tu vida- lo voltee a ver y le di un beso en la mejilla, el sonrió.
- igual Gaeta no me cae bien - dijo volviendo a poner semblante molesto.
- Severus Tobias Snape Prince ¡por el amor de Dios! ¡¿Estoy a punto de casarme contigo y crees que cualquier chico bronceado y con buen cuerpo podrá separame de tu lado?! - dije comenzando a perder la paciencia - eres el amor de mi vida, terco como una mula, enojos como solo tu pero yo así te amo, con tu carácter difícil, además, eres el mejor hombre del mundo- dije ya más tranquila y sonreí.
-te amo Kasandra - dijo abrazando e más fuerte.
- yo te amo más Severus - dije acurrucandome entre sus brazos.
- tenemos una boda qué planear ¿no es así? - eso logro hacerme brincar de alegría y ponerme frente a el.
- sí la tenemos- dije feliz- voy a cambiarme amor, ya bajo, te recomiendo hacer lo mismo, estaremos aquí hasta tarde--dije subiendo las escaleras corriendo.

Entre corriendo a mi cuarto, me despoje de mi ropa y me puse un mini short gris, una sudadera rosa pastel y unas calcetas de tamaño mediano, amarre mi cabello en un moño desordenado, me puse unos lentes ya qué leería bastante según yo, agarre un monton de revistas y álbumes qué me mando Cissy en mi ausencia, con mis brazos llenos llegué a la sala en donde me esperwñaba Severus sentado en un sillón vistiendo solo unos pantalones de pijama color verde oscuro, estaba descalzo y sin camisa, llevaba su cabello recogido en una pequeña coleta deserdenada, me quede parada en la entrada de la sala, admirandolo, se encontraba sumergido en un libro, puede que para muchas mujeres mi prometido no fuera el hombre más guapo, pero para mi era todo un Adonis, tenia todo lo que buscaba y más, me saco de mi pequeño trance.

-¿entrarás o planeas quedarte ahí parada? - pregunto sin despegar la vista de su libro, yo sacudi mi cabeza y entre para sentarme en la alfombra, palmee mi lado derecho para que el se sentara a mi lado y así lo hizo- ¿qué es todo ésto? - pregunto mirando todo lo que tenia que ahora se encontraba esparció por la alfombra.
-esto cariño, es nuestra boda - dije sonriendo--primero que todo ¿qué fecha será? - dije mirándolo atenta.
- ¿te parece en Marzo? - dijo poniendo su mano arriba de la mía.
- ¿por que hasta Marzo? - pregunte.
- para que seas ya mayor de edad- dijo tranquilo.
- pero yo cumplo en enero- reclame- no quiero esperar hasta marzo - me cruce de brazos.

****
/Severus/

¿Ya les había comentado que soy el hombre más afortunado del mundo? Pues si lo soy, tengo a la mejor mujer del mundo a mi lado ¿como lo logre? No tengo ni idea, guapo no soy del todo, interesante un poco, simpático solo con ella y familia, no tengo el mejor humor, soy un desastre, su desastre.

En estos momentos nos encontrabamos en la alfombra de la sala haciendo los preparativos de la boda, ya teníamos fecha, sería el 7 de enero, 2 días antes de mi cumpleaños y 2 después de el cumpleaños de Kasandra, ella se encontraba mirando una revista con su habitual gesto, fruncia el ceño y mordía su labio, sonreí.

-¿cuantos invitados serán amor? - me pregunto sacándome de mi pequeño trance.
- creo conveniente que solo los más allegados a nosotros- dije mirándola, poco a poco me acercaba más a ella.
- ¿más o menos unos 200?- yo asentí.
- tal parece no será tan pequeño- dije.
- tal vez - volvió a mirar la revista- me gustaría que fuese en un salón, ya sabes, en esas fechas aun hace fri... - no la deje terminar puesto que me avalance a sus labios, la deseaba y mucho.
- ¿y si le ponemos una oausa a esto y subimos al cuarto? Necesito quitarte ese mini short- susurre en su oído, ella sonrió con malicia.

Nos paramos y a paso torpe llegamos a mi habitación, al entrar en esta ella no perdió el tiempo, quería el control, se quito la sudadera quedando en sostén y me empujó a la cama, comenzó a besarme de manera desesperada, sus besos bajaron a mi cuello y su mano a mi entrepierna haciendo así que soltara un muy leve gruñido sintiendo como mi sangre bajaba a ese punto de mi cuerpo en especifico, fue bajando más sus besos hasta llegar a mi entrepierna, ella jamás había hecho algo como lo que quería hacer, sonrió con malicia para sacar de una mis pantalones y bóxer, miro mi pene, relamio sus labios para después comenzar a introducirlo en su boca.

- ¡ahh! - fue lo único que salio de mi garganta.

****

Me encontraba mirando el techo con la respiración agitada y la cabeza de ella reposando sobre mi brazo.

-sí así será cada que tengamos que ver los preparativos para la boda no nos casaremos nunca-dijo Kasandra con una sonrisa en su rostro.
- de eso nada, nos casamos el 7 de Enero pase lo que pase- la miré, estaba sonriendo con esa sonrisa que me vuelve loco desde los 14 años.
- ¿tengo monos en la cara acaso?- dijo divertida.
- eres hermosa - me miro a los ojos y se sonrojo.
- es increíble que después de años de novios aun me sigas sonrojado- dijo tapándose con la cobija hasta la cabeza yo reí.
-voy por buen camino entonces- dije destapando su cara y acariciando su mejilla.
- te amo- dijo sonriendo, yo la besé.
- te amo más.

Después de un rato más hablando de todo y nada a la vez ella se quedo dormida en mis brazos, yo me quedé pensando, tenía tanto que planear, para comenzar ¿en donde viviríamos? Y después de semanas dándole vueltas al asunto decidí que no quería regresar a las hilanderas por lo tanto la única opción qué ne quedaba era la mansión Prince, que fue heredada a mi junto con tids su fortuna desde el momento en el qué mi madre dejo de respirar, pensando en aquel día la nostalgia me invadió, pero luego recordé que ese día mi pequeña sabandija azulada me saco una de tantas sonrisas.