La Copa De La Vida [Severus Snape]

Cap. 50

/Kasandra/

Ya habían pasado dos meses desde lo sucedido en el mundial de Quidditch, había logrado convencer a Lucius de unirse a la Orden junto con Severus, Narcissa por eso estaba ya menos preocupada por un lado, pero por otro estaba la parte en la que sabía que su esposo se jugaría la vida al ser un doble espía. Por su lado ya estaban de nuevo en Hogwarts, solo que éste año no era profesora pues como bien sabemos el departamento de seguridad mágica la había contratado de nuevo, era de nuevo auror y para su buena suerte su compañero era su amigo Jazba, en este momento nos encontrabamos con todo el colegio fuera del castillo pues hoy era la llegada de los demás colegios, yo me encontraba aún lado de Severus que estaba frente a la casa de Slytherin esperando como los demás.

- ¿nervioso?- pregunte a Severus.
- ¿por qué tendría que estarlo? De hecho cho estoy de muy mal humor porque tendré que liderar con más personas en el castillo- respondió cansado.
- tu siempre tan empático ¿verdad? - dije bromeando y todos voltearon al cielo sorprendidos, no. Entendí por qué hasta que voltee ¿carruaje? ¿En serio? No pueden llegar caminando como gente decente, pero que digo, son franceses les gusta la atención cuando estos bajaron de ellos salieron varios chicos y chicas seguidos de la mujer más grande que mis ojos azules allan visto- mierda- salió de mi boca bajito por la impresión haciendo que recibiera un codazo   por parte de Sev- auch- me quejé y lo voltee a ver, con su mirada me dijo prácticamente que cuidara mi vocabulario, los franceses cruzaron palabra con Dumbledore y entraron a él castillo, todos mirábamos al cielo esperando otro carruaje con los Búlgaros pero no se por que de reojo mire al lago "algo debajo se está moviendo" volví a voltear a cielo restandole importancia, después de que me caminara la ardilla volví a voltear "¡algo se está moviendo!" golpee con el codo a Severus que irritado hizo un "mts" con la boca y me devolvió el codazo, pero yo aún sorprendida agarre su mentón y lo hice voltear, no vi su reacción pues estaba más concentrada viendo como un barco salía del agua.

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-estoy literalmente muerta- dije dejándome caer en la cama, Severus se sentó en la cama para comenzar a quitar sus zapatos.
- ¿muerta al grado de ya no poder ni quitarte tu uniforme y ponerte la pijama? - pregunto sin verme mientras se desvestía.
- a ese grado estoy muerta- dije quejándome pues el día si había sido algo agotador, Sev se terminó de quitar la ropa quedando solo en un bóxer azul marino- ¿me ayudas y luego te mueres conmigo?
- ¿tengo opción? - preguntó y yo negué con la cabeza.
- no, tu estarás conmigo en las buenas y en las malas- dije sin ganas y el se acerco a mi, me sentó en la cama y comenzó a quitarme la ropa- yo estaré contigo siempre aunque ya no me quieras, te jodería la vida estando a tu lado solo por que lo prometí y por que te amo como el primer día- el sonrió.
- nunca te pediría que te fueras de mi lado, aprendí a no poder vivir sin ti- me hizo volver a acostarme y me quito las botas, luego subió para desabrochar en pantalón- por más molesta que llegues a ser, caprichosa, altanera, bipolar- sacó el pantalón de un tirón- aprendí a amarte con todo y tus defectos, prácticamente eres mi vida Kasandra- dijo y me cargó en brazos para poder abrir las sábanas, sonreí en su pecho lampiño, después me acostó en la cama y se acostó a mi lado- pero amor, ahorita no quisiera más que qué me dejases desmayarme contigo para despertar hasta mañana - me acomode se costado para poder dormir y Severus se acomodo detrás de mi, puso uno de sus brazos debajo de mi cuello y el otro alrededor de mi cintura para después atraerme a su cuerpo.
- te amo- dije sonriendo y di un pequeño beso en su brazo, no respondió pero escuche como comenzó a roncar muy leve "y la que se estaba muriendo era yo" dije para mi misma y cerré mis ojos.

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/Dimitrius/

-ya levántate- me sacudían.
- vete a la mierda y déjame dormir- respondí poniendo la almohada en mi cara.
- hay Francesas por ahí, tenemos que verlas- Eran Nott- hay que aprovechar esta oportunidad que nos da el cielo Dimitrius, eres un Snape, no eres feo, si te vienes ligando a una de esas preciosas chicas- seguía sacudiendome, me levante irritado con la mirada inquisidora de Draco sobre mi "si supieras que a mi me interesa un rubio y no una rubia" pense por Nott y si i tentó de "hacer que me despertara con ánimos".
-eres una persona castrante y molesta Teo- dije y camine enojado al baño, para mi mala suerte era Lunes.

Me di una ducha rápida, seque mi cabello y enrede una toalla al rededor de mi cintura, salí del baño y solo quedaba Draco que se estaba cambiando, sonreí y me acerque a él para abrazarlo por detrás.

-Buenos días- dije poniendo mi menton en su hombro, el me miró de reojo pero no dijo nada- ¿estás enojado? - pregunte y el se volteo y me aparto.
- vete con esas Francesas por las que te levantaste- hablo despectivo y yo reí, camine a mi cajón y saque mi ropa.
- ¿crees que me levante por las francesas? - pregunte divertido mientras me ponía el boxer por debajo de la toalla para luego quitarmela y comenzar a poner mi pantalón- no puedes estar más equivocado - subí el pantalón y agarre la camisa blanca- yo estoy interesado en una rubia histérica, diva, encantadora pero sobre todo celosa- abotone mi camisa y voltee a verlo, el ya se había terminado de cambiar- y esa rubia eres tu- abroche el pantalón y me puse un cinturón, el me miraba con una ceja alzada, camino a mi y se me puso enfrente.
- no te creo nada- me fulminó con la mirada y yo sonreí- si tuvieras tanto interés no seríamos algo que ni nombre tiene- ahhh así que por eso tanta molestia.
- ¿entonces eso es lo que te enoja? - pregunte y lo tome del menton para darle un beso lento, tan lento que podía sentir que el tiempo se detenía, nos separamos por falta de aire- no tienes que preocuparte por eso- me miro enojado y camino por su mochila para salir azotando la puerta--Merlín dame paciencia por favor.

Termine de arreglarme y salí del cuarto para ir con rumbo al gran comedor, pero justo antes de entrar a éste alguien me tocó el hombro, pare mi andar y voltee para encontrarme con dicha chica de cabello castaño y alborotado, me cruce de brazos y alce una ceja.

-¿en que la puedo ayudar señorita Granger?- dije mostrando desinterés.
- ¿podemos dejar las formalidades? Somos amigos- pregunto haciendo un mechón de su cabello para atrás.
- tengo yo entendido que fuimos más que eso Granger pero por el momento quiero mi espacio, concentrate en Weasley o que se yo- dije enojado- si me permites tengo que ir a reconciliarme o ver como hago para quitarle lo enojado a mi rubia- hice mi cabello para atrás- permiso- y entre al gran comedor donde en el centro estaba el cáliz de fuego ¿quien tendría un instinto suicida como para aventar su nombre en el cáliz? Bola de locos. Llegué a mi mesa y me senté entre Draco y Teo- ¿Quién ya dejó su nombre en el Cáliz? - pregunté y Teo me miró.
- unas Francesas y unos Búlgaros, muy pocos de aquí, pero si hay uno que otro- respondió Nott.
- extraordinario- dije y bajo la mesa traté de atrapar la mano de Draco recibiendo de este un puntapié en la espinilla- mierda- dije cerrando los ojos del dolor y sentí un golpe en la cabeza- carajo.
- controle su vocabulario señor Snape- dijo papá y yo al escucharlo me puse pálido, asentí sobando mi cabeza.
- si señor - dije y el camino hasta la mesa de profesores.
- ¿no te da miedo tu papá? - pregunto Nott.
- no, bueno solo cuando se enoja demasiado- dije recordando el regaño de mi vida, si bien nunca me llego a poner un dedo enzima el tenía el don de destruirte con las palabras, hacerte sentir como si fueras la peor escoria, con su potente voz hacer que tiemblen tus huesos como si fueses una viejita con Parkinson paseando en un carrito de madera por una calle empedrada.
- Entonces eso pasa  muy seguido- dijo Nott y Draco negó.
- es verdad que tiene un temperamento muy difícil pero pocos lo conocemos realmente enojado- hablo por primera vez Draco.
- chicos, cambiando de tema, por la mesa de Ravenclaw nos miran unas chicas del otro colegio y no se ven nada mal- rodé los ojos y voltee a dicha mesa, efectivamente unas cuantas chicas volteaba, pero no nos miraban a nosotros exactamente, veían a unos Búlgaros que se estaba sentando con nosotros, el buscador, el tal Krum se sentó a un lado de Draco y seguido de este varios más.