Cap. 78

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/Narradora/

Las vacaciones de Navidad llegaron, con ello  los Snape se fueron a la casa de Las Hilanderas, a excepción de Dimitrius, que decidió quedarse en el castillo hasta el día de Navidad, alegando que no quería estar solo, pero que necesitaba resolver un par de cosas en el castillo, Severus, Kasandra, Eileen y Arcturus partieron para ambientar la casa a sus necesidades, mientras Dimitrius planeaba su ruta de escape.

La madrugada después de que sus padres partieran el chico uso un hechizo de expansión en una mochila, metió lo necesario, dos mudas de ropa, sudaderas, traje formal, pociones curativas y un par de libros; se vistió formal, un traje negro con una capa de invierno y zapatos de piel de dragón pulcramente aseados, se miró al espejo y se puso un glamour, haciéndolo lucir distinto, era igual de alto, pero su cabello pasó de ser negro azabache a rubio, sus ojos quedaron igual, pero su rostro se marcó más, tenía un poco de ojeras, pero a pesar de todo, se miraba atractivo.

-por ahí se dice que soy un bombón- se dijo a sí mismo con una sonrisa

Puso su mochila en la espalda, cogio su varita y el mapa del merodeador, y tratando de ser lo más sigiloso posible salió del castillo con rumbo al sauce boxeador, una vez ahí lo inmovilizo y entró por el túnel, eso lo llevó a la casa de los gritos y ya menos presionado se apareció en Diagon, hacia tiempo el comenzaba a poner sus ahorros en una cuenta, de la que no sabían nada sus padres y como cada año recibía un saco con galeones por parte de su padre, había decidido meterlos en una bóveda con hechizo duplicador, aquello no había salido nada barato, pero valía la pena, pues ya tenía el dinero suficiente para su plan de emergencia, que en esos momentos comenzaría a ejecutar.

Entró al banco quitándose el glamour y se planto frente a un Duende.

-quiero retirar dinero de la bóveda 543 - la criatura lo miro con desdén.
-llave- musitó y el chico sacó del bolsillo de su pantalón la dichosa llave- adelante.

Ambos subieron a un pequeño vagón y de e dieron al menos 19 metros hasta que el vagón se paro, la criatura bajo de este y abrió la bóveda, donde Dimitrius sacó tres sacos de tamaño mediano y volvió al carrito, una vez arriba de nuevo, dos de esos sacos pasaron a ser fajos de billetes verdes y satisfecho salió del banco.

-repasar plan, en 15 minutos recoger los papeles muggles, después ir a una agencia de vienes raíces para comprar una casa no muy llamativa, amueblar, poner seguridad mágica y muggle comprar más ropa muggle y un par de armas muggles, buscar un lugar en el mundo seguro y no muy predecible y hacer lo mismo que aquí- repaso.

El plan que tenía era tener un lugar del que sus padres no tuvieran conocimiento, pues en ese lugar tendría todo lo relacionado con los horrocruxes y magia oscura que no quería que afectará a su familia, y sobre lo de otro país, necesitaba un lugar donde no se sospechara de la estancia magos, pues ese lugar sería el refugio de sus hermanos, Dimitrius sabía que la guerra no tardaría mucho y mientras más seguros tuviera a sus hermanos mucho mejor, a sus padres no podía hacerles lo mismo, pues conociéndolos, lucharán hasta el final, pero los dos más pequeños no correrían ningún riesgo mientras su hermano pensara, en ellos.

-¿Dimitrius Snape? - pregunto un chico encapuchado detrás de él.
-si- el encapuchado saco un gran sobre de entre sus ropas y Dimitrius le paso una cantidad de galeones por lo bajo.
-en el mundo muggle eres Tobias Prince, un huérfano que tiene una micro empresa de helados, aquí tienes todo, identificación, pasaportes, actas, certificados estudiantiles y una hoja de vida- Dimitrius asintió.
-gracias- y el encapuchado se fue.

Reviso aquel sobre y efectivamente, todo estaba ahí.

****

-¿busca una casa en particular? ¿Alguna zona? ¿Número se habitaciones? - pregunto una chica pelirroja sentada de frente a un escritorio.
-quisiera algo no muy concurrido, tal vez dos máximo tres habitaciones, y de preferencia de una sola planta- la chica asintió y saco un catálogo, busco entre las hojas y paro en una.
-tenemos una propiedad a algo semejante a lo que desea en Brighton Beach, queda a una hora de Londres señor Prince, esa zona donde está la casa no es muy concurrida, es de una planta, tres habitaciones, sala comedor y cocina espaciosas, un garaje con espacio para dos autos, sótano y un gran patio tracero con alberca, se encuentra en Beach Dolphin recidencial, un lugar privado, donde no vive cualquier persona, las casas tienen 70m a la redonda de separación y puede llegar a la playa caminando, pues está saliendo de las recidencias- explicó la pelirroja tendiendole el catálogo a Dimitrius, quien al ver las fotos decidió que era ahí.
- es lo que busco- dijo cerrando el catálogo.
- el único problema es que como es privado, y cuanta con ciertos lujos, es algo más costosa que una casa en otro lugar- explico la chica mirando a Dimitrius de arriba a abajo, tenía que decirlo, era protocolo, pero por las pintas del hombre (muy joven de hecho) algo le decía que eso no le importaba.
-eso no importa, tengo el dinero suficiente- la chica asintió.
- el es de £3,550, 000- Dimitrius asintió - ¿cuando se realizará el pago?
-ahora mismo... - dejo las palabras en el aire esperando a que la pelirroja le dijera su nombre.
- Livyan- Dimitrius sonrió.
- ahora mismo Livyan- y sacó un par de fajos de su mochila que había convertido en maletín, la chica con manos temblorosas cogio el dinero.
- ya mismo se le entregan las llaves.






Kasandra y Severus se encontraban acomodando todo en la casa de Las Hilanderas, los pequeños estaban al cuidado de Twinky en la segunda planta mientras ellos ponían cada cosa en su lugar.

-amor- habló Severus a su esposa que trataba de ver que color le iría mejor a la sala, pues la casa le parecía muy lúgubre.
-mmm- respondió.
-en cuanto el Señor tenebroso pregunte por ustedes, les diré que no se que les pasó, que solo se de Dimitrius, pues el se quedó conmigo, así que no podré venir muy seguido y no te tienes que dejar ver por ningún mago- explico Severus.
-en pocas palabras dirás que te abandoné- pregunto ella volteandolo a ver.
-así no los buscarán- explico el hombre.
-entiendo- cambio la sala a color gris claro- solo promete que no te darás por vencido ante nada.
- no pienso dejarte a la deriva con tres hijos, morir no es una opción - se puso detrás de ella y la abrazo por la cintura- no te puedes deshacer de mi tan fácilmente Kasandra- susurro.
- más te vale, si mueres, voy, te revivo y te vuelvo a matar por causarme dolor- bromeo ella y ambos sonrieron-¿después de todo este tiempo te sigues riendo de mis malas bromas? - pregunto ella alzando una ceja, él la volteo, quedaron frente a frente, agarro con delicadeza su cara y le dio un tierno beso en los labios.
-siempre- respondió con una sonrisa.
- te amo- susurro Kasandra- ¿que color te gusta para la cocina? ¿Coral o perla? - se separo para enseñarle las paletas, pero Severus solo miraba dos cartulinas blancas, entonces para salir del aprieto se le ocurrió algo.
-pintala de negro- respondió con una sonrisa nerviosa y ella asintió cambiando de color las paletas.
-¿onix o azabache? - pregunto.
-mierda- pensó Severus- mejor verde.
-¿seco o lima? - ella sabía que lo estaba haciendo enfadar.
-¿que crees que este haciendo Dimitrius en estos momentos? - pregunto para salir del aprieto, el y los colores no iban de la mano.
-tal vez jugando ajedrez o montando escoba en el campo de Quidditch.

Pero estaban muy lejos de la realidad.


-¿ustedes manejan propiedades en otros países? - pregunto el chico recibiendo las llaves de su nueva casa, donde para, ese momento ya se encontraba, pues Livyan lo había llevado a conocerla.
-unos pocos, Canadá, Estados Unidos de América y México- respondió la chica con una sonrisa.
- ¿Cuál de esos tres es menos predecible para un escape? - se preguntó y la respuesta vino sola, mientras más lejos mejor- ¿en México tienes alguna propiedad en un lugar tranquilo? Algo no muy concurrido ni turístico- la chica asintió.
-en Navojoa, Sonora, es un lugar tranquilo, no suele ser un lugar donde alguien va a vacacionar, pero el lugar es extremadamente caluroso - explicó la pelirroja.
-eso me interesa - ahí no los buscarían.
-por ahora solo queda una propiedad, es de tres habitaciones, una sola planta, sala y comedor comparten espacio, cocina, dos baños y un gran patio con árboles frutales- eso era lo que el necesitaba y se lo hizo saber con la mirada a la chica- su costó es de £500, 000.
-muy económica- repuso el chico.
-por el tipo de lugar no muy concurrido, la propiedad no es costosa.
-¿la puedo comprar ahora mismo? - el tipo era raro, según a los ojos de Livyan.
-claro, no habría problema, si la compra hoy, mañana mismo puedo traerle un juego de llaves y la dirección- respondió la chica ¡por parte extrañada y por parte feliz, pues por esas dos propiedades le darían un muy generoso bono.

La pelirroja se fue con él dinero de la otra propiedad, prometiendo ir al siguiente día para entregar los papeles de compra y las llaves, la casa ya estaba amueblada, era una carga menos, en el refrigerador había varias bebidas cortesía de la agencia, tomó un par de latas con (aparentemente) cerveza y se desvistio quedando solo en un bóxer, se dejó caer en un sillón y extendió la mano para agarrar su maletín, abrió éste y busco un cuaderno negro.



-veamos, señor Voldy ¿dónde esta el siguiente Horrocrux?- abrió la lata y después el cuaderno- si uno estaba en Hogwarts, y era la diadema de Rowena Ravenclaw, eso quiere decir que tal vez- bebió - ahhh, solo tal vez, los otros son también reliquias de los fundadores- bebió- pero dudo que la espada de Gryffindor fuese una, pues, ese hombre no tiene nada de esa casa - dejó la lata en la mesa de centro- si o si, el guardapelo de Slytherin era uno ¿pero también la copa? Y si es así ¿donde carajos están?

La Copa De La Vida  [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora