/Narradora/
Eran las 4 de la mañana cuando Kasandra se levantó de la cama y corrió a él baño de la habitación a devolver la comida, Severus siempre estaba alerta aunque estuviera dormido, por lo tanto cuando Kasandra se paro y corrió al baño el despertó, corrió al baño para sostenerle el cabello mientras ella vomitaba, después de sacar todo lo que tenía su estómago se dejó caer aun lado del retrete, Severus se sentó a su lado y la abrazo, ella hundió su cabeza en su pecho y comenzó a llorar.
-Sevy no me gusta vómitar- decia ella temblando entre sollozos, era verdad, uno de los temores de la gran Kasandra Homile Snape era vomitar ¿por qué?...
-todo estará bien, pronto terminara esto corazón- decía Severus a su mujer mientras acariciaba su cabello.
-no se vomitar Sevy- decía como si fuese un gran fracaso- soy un gran fracaso, ni siquiera se vomitar.Después de un par de minutos más consolando a su mujer ella le pidió que saliera para lavarse los dientes y volver a la cama para dormir, eso pasaba cada día sin falta, apenas había cumplido ya dos meses de embarazo y lo había notificado al ministerio de magia que para su mala suerte le habían quitado el puesto de auror por la maternidad y porque era un trabajo muy rudo para ella en ese estado, a regañadientes no le quedó más que aceptar, y para su mala suerte le habían recomendado en San Mungo estar en reposo por aquello de que casi perdía al bebé por el susto, Severus estaba muy al pendiente de cada cosa que hacía ella pues la consideraba algo salvaje en algunos aspectos, Dimitrius era otro que no la dejaba hacer nada, pues si bien la idea de tener un integrante más no le agradaba del todo tendría que cuidar de ese enano que venía en camino al n el vientre de su madre, así que a menudo le llevaba comida con algo de sal para retener líquidos, cosa que no funcionaba mucho.
Por otro lado teníamos a Dimitrius y su situación con Draco, la verdad es que era muy distinto a lo que se imagino al principio, era celoso, muy poco detallista y se enojaba con facilidad, pero el no lo podía dejar, lo quería mucho, lo amaba y lo había aceptado con sus virtudes y defectos, aunque últimamente resaltaba más los defectos claro esta, poco a poco Dimitrius se comenzó a cansar, ya no le decía nada a Draco, trataba de no pelear por nada y concentrarse lo más que podía en el torneo si quería terminarlo con vida. Era una tarde de sábado cuando Dimitrius estaba sentado en el muelle del lago negro, sus zapatos resposaban a su lado junto con su par de calcetas pues los pies los tenía sumergidos en las negras aguas de la orilla del lago, tenía la mirada en sus manos que apuntaban al lago pues había descubierto hace poco tiempo que podía hacer magia sin varita, lo que mejor se le daba era el control del agua y la levitación de objetos, claro que podía hacer muchas otras cosas si se esforzaba, como hacer funcionar objetos, esa marca que tenía en la nuca cada día le parecía más y más fascinante pues había descubierto que gracias a ella era que podía hacer todo aquello. Sus manos elevaron dos grandes gotas de agua que el con un movimiento de mano convirtió en dos figuras de agua, eran dos chicos que bailaban juntos mirándose con amor, claramente era el anhelo que tenía su alma de poder estar así con su chico, pero a veces no lo entendía ni lo soportaba.
-tu peor es nada viene acá con algo en sus manos- siseo aquella serpiente que había salido de su varita en la cámara ya hace bastante tiempo.
- ya habíamos hablado de los apodos Tatum, gracias- respondió sin voltear el pelinegro, la serpiente se enrollo en el piso y se quedó quieta, los pasos del rubio se escuchaban cada vez más y más cerca, Dimitrius no quitaba la vista de sus personitas de agua que bailaban un lento vals hasta que le tocaron el hombro, volteo la cabeza para encontrarse a Draco con media sonrisa y una caja no tan grande y entre sus manos, sin decir nada saco sus pies del lago y se paro para quedar más arriba que Draco pues este era más bajo que el.
-tenemos que hablar Dimi- dijo Draco con la voz un poco apagada y bajo la mirada, Dimitrius alzó una ceja pero no dijo nada- esto que va a salir de mi boca atesoralo por que muy pocas veces lo digo, pero creo que es necesario en este momento, te e notado distante, claro que lo entiendo, mi comportamiento no es el mejor para contigo, por eso e venido a pedirte una disculpa y para pedirte una oportunidad para poder fortalecer esta relación- dijo dando un suspiro, Dimitrius estaba serio, pero internamente daba bronquitis de felicidad- se que no soy el mejor novio, que me porto mal, que no trato de hacer lo que a ti te gusta, que te demando muchas cosas, pero se que puedo cambiar, solo no te canses de mi por favor, no soportaría perder a la única persona que me apoya en todo y que me da ganas de vivir día a día- agarro la cajita con más fuerza- se también que no soy de detalles, pero eso también va a cambiar, y-yo te hice esto- le dijo y extendió la caja para con Dimitrius, este la agarro con expresión tierna, la agarro y quito la tapita, una leve melódico invadió sus oídos y de este salían dos muñequitos de madera igual a ellos, el más alto cargaba al rubio, jugueteaban entre ambos, Dimitrius sonrió y la cara se le iluminó al instante, dejó la pequeña caja en el piso para abrazar a su rubia histérica con fuerza, una lágrima de felicidad rodó por su rostro.
- te amo- susurro cerca de su oído haciendo estremecer al Rubio.
-también te amo- dijo bajito Draco, era la primera vez que eso salía de su boca.****
-Sev ¿me cantas? - pregunto Kasandra acostada en la cama con Severus acostado a su lado, era sábado por la tarde, pero dado al estado algo delicado de ella preferían pasar el día en el cuarto disfrutando el uno del otro, comían ahí y a veces llegaba Dimitrius con un ajedrez para jugar con Severus. El peli negro cerró su libro y miró a su mujer.
- no se cantar- dijo recordándolo a su esposa, ella hizo un mohin y se cruzo de brazos.
-se que no sabes, y que según tu cantas del carajo, pero a mi me gusta tu voz, de hecho me gusta tu voz desde siempre, menos cuando tenías 14 te salían muchos gallos cada que hablabas- recordó Kasandra sonriendo al ver la cara de asombro de Severus - no me mires así amor, en esta familia somos sinceros- el estaba por besarla cuando sintió su brazo arder un poco, su cara se transformo en un instante de alegría a terror, alzó la manga de su playera de manga larga y la miro, tenía más color, se miraba más clara.
- ya va a regresar- dijo mirando con terror aquella marca.
- Severus, no se va a detener por nada esta vez- dijo Kasandra y por instinto agarro su vientre.
-Kasandra, tenemos que buscar un lugar donde refugiarnos, bueno, donde pueden refugiarse ustedes, para que en el momento en el que regrese estar seguro de que no correrán peligro - dijo Severus preocupado y se le vino a la mente un lugar- la casa en La Hilandera- ella lo miró sin entender- nadie sabe de esa casa, solo Petunia Dusrley pero con una vista tengo para borrar sus recuerdos y nuestro, bueno, su paradero nadie lo sabría- Kasandra comprendió y recordó algo.
-¿recuerdas la cueva? - pregunto ella y el alzó una ceja en señal de no recordar- la que estaba cruzando el río- Severus asintió confundido- en dado caso de que se sepa de la casa ese puede ser el refugio, solo tu y yo sabemos de esa cueva.
-me parece muy buena idea todo, pero solo falta una cosa ¿si yo no estoy por no exponerlos al señor tenebroso quien cuidara de ustedes? - Kasandra miro a otro lado le diría un nombre que no le agradaría nada, luego lo volteo a ver y Severus entendió- ohhh no, no no no, no dejare que ese Adonis Latino se quede contigo 24/7.
-Sev, es la única persona que tiene mi entera confianza que se que no sería blanco de Voldemort, de Jazba se sabe prácticamente nada, en dado caso de que pase a más y estemos en el apogeo de la guerra el será a quien le pediré que saque a nuestros hijos del país, es la persona indicada- dijo Kasandra segura y Severus la miró como si acabará de decir una completa locura.
- discrepo, me niego- Kasandra lo tomo de la cara y lo miro a los ojos.
- es para proteger a tu familia, a tus hijos, Severus, ellos son primero que nosotros.
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La Copa De La Vida [Severus Snape]
Hayran Kurgu-Esta es una historia que me encanta contar, Kasandra conoció a... -¿ya vas a contarla otra vez? - si, y dejame contarla, no interrumpas. -solo lee la historia y ya -Severus callate ya. la mayoria de los personajes y escenarios pertenecen a J.K...