Cap. 74

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/Narradora/

Los días habían pasado, Severus y Dimitrius habían regresado a Hogwarts tratando de dejar a una Kasandra tranquila para que no fuera aún a torturar a la mujer que lastimó a su pequeño más grande. Así mismo pasaron meses, Umbridge había comenzado a poner decretos en los muros del castillo y comenzaba a entrevistar a los maestros "por petición del ministerio"   en ese momento se encontraba entrevistando a media clase de pociones al profesor Snape.

-¿hace cuanto tiempo da clases? - pregunto la mujer a Severus mientras caminaban por las filas revisando que todas las pociones estuviesen en orden.
-desde que tengo 21 años- respondió Severus mirando con desagrado el caldero de Neville.
-¿cuantos años tiene? - pregunto de nuevo la mujer, Severus quería gritarle en la cara que eso no era de su incumbencia.
-35 - camino más.
-¿tiene familia? - Severus estaba a nada de lanzarle un Crucio por entrometida.
-si, esposa y 3 hijos- se volteo para ir a otra mesa.
-edades- Severus alzó una ceja.
-¿eso le debe importar por? - pregunto perdiendo la paciencia mié tras la mujer apuntaba algo en unos papeles que llevaba.
-edades- insistió.
- 32, 15 y tres meses- respondió entre dientes.
- fue hace poco entonces- anoto de nuevo- tengo entendido que este año pidió el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras ¿verdad?- Severus rodó los ojos.
-si - camino a la mesa de Ron y Harry, que estaba a lado de la de Hermione y Dimitrius.
- ¿y no se lo dieron? - dijo Umbridge mirando a Severus con una sonrisa (según ella) angelical, Snape apretó los dientes.
-es obvio - respondió irritado y ni Ron ni Dimitrius pudieron ocultar una pequeña risa, Dolores asintió y salió del salón, Hermione le tendió a Severus su libreta y este antes de mirarla le dio un golpe en la cabeza a Dimitrius y otro a Ron, que si lo había dado con fuerza pues ambos se sobraron con gesto de dolor, además Dimitrius antes del golpe de su padre había recibido un codazo de su novia.
-pueden salir- siseo Severus- excepto el señor Snape- Dimitrius trago en seco y con una mirada le dijo a Hermione que se fuera a su clase de Adivinación, una vez todos estuvieron fuera Dimitrius se acercó al escritorio de su padre.
-¿si profesor? - pregunto temeroso Dimitrius.
-¿te parece muy graciosa la situación Severus? - pregunto irritado Snape.
- padre, no es que me mofe de que no obtuviste el puesto, yo que más quisiera que si te lo dieran, lo gracioso fue que caíste en las provocaciones del sapo.
- ¿Qué voy a hacer contigo? - pregunto resignado el profesor- en primer año casi te da por ir detrás de los Potter y los otros dos por la maldita piedra y te enfréntate a un Troll por Granger, en segundo año tuve que soportar a lockhart por tu culpa y por si fuera poco te vas y te metes a la maldita cámara de los secretos, afortunadamente en tercer año te quedaste más quieto, ahhh pero en cuarto, tenía que llegar Barty Jr a meterte en el estúpido torneo, casi te come una hidra, te asfixia el calamar gigante, quien-tu-sabes te regreso casi muerto, en vacaciones estuviste con ese loco sin nariz, ahora te hiciste enemigo del sapo rosa y por orgulloso casi pierdes un brazo y te arriésgate a seguir escribiendo aún a sabiendas de que podías herirte la yugular y ahí si, ni Minerva, ni Charithy, ni Poppy, ni yo hubiésemos podido salvarte pedazo de idiota, ¿acaso tu plan era dejarme sin un hijo por que habían llegado dos más? - Dimitrius miraba a Severus con algo de temor, comenzaba a enojarse y eso no le gustaba - ¿te has puesto siquiera a pensar cómo se siente tu madre cada que sales de casa para ir a cualquier lado a sabiendas de que tu solo te pones en constante peligro? No, nunca lo haces, ya fue suficiente de quererte hacer el héroe Severus Dimitrius Snape, entiende que no lo eres, solo eres un mocoso de 15 años que se pone en peligro constante como los demás más amigos idiotas que tienes, deja ya esa idiotez y dejame a mi hacer mi trabajo, que es proteger a mi familia- y toda su frustración la había sacado ahí, eso era lo que pasaba cuando Severus Snape llegaba al límite, él nunca se atrevería a ponerle una mano enzima a ninguno de sus hijos, pero su manera de disciplinar era herir el orgullo con palabras y eso siempre le había funcionado, pero esta vez no solo hizo que el muchacho se sintiera mal, despertó en el algo distinto, algo que no había estado ahí nunca, coraje y odio.
-me parece perfecto que opine de esa manera, si solo soy un idiota solo recuerde que este idiota va a ser uno de los magos más poderosos de todos los tiempos, Profesor- Dimitrius quería decir más, mucho más, por lo que prefirió agarrar su mochila y salir del salón hechando humo haciendo oídos sordos a los llamados de su padre, lo que menos quería en ese momento era saber de él, Dimitrius Snape era más destacado por ser el hijo de Severus Snape que por sus propios méritos, excepto por una persona, Lord Voldemort y francamente ya estaba cansado de eso, pues la única persona que veía quien era y que valía era un loco clasista que también lo miraba como alguien desechable, además, su deber era destruirlo a colo diera lugar. Él era Dimitrius Snape y el mundo mágico conocería su nombre por lo que había hecho y no por ser el hijo de.


Después de aquel roce con su padre no estuvo de humor para estar en clases, no quería saber nada de nadie, caminaba por todo el castillo haciendo sonar sus pasos al andar hasta que estos se detuvieron al ver que una puerta se formaba en la pared.

-¿la sala de menesteres? - pregunto el chico pasando su mano por el marco de la puerta y está mágicamente se abrió, Dimitrius miró detrás de sí, al notar que nadie lo seguía entró.

****

- su hijo deja mucho que desear Snape- dijo Umbridge sentada a lado del pelinegro a la hora de la comida- no se presentó a clase hoy, de hecho, según se, no se presentó a ninguna clase después de asistir a la suya profesor- Severus dejo sus cubiertos en el plato y miró irritado.
- permiso- dijo entre dientes para después pararse y salir del comedor - maldito niño malcriado, ya veras donde te encuentre desearás no haber nacido- hablaba para si mismo hasta que miro a Hermione caminando con dirección al comedor- Granger- la joven lo miró asustada, aunque fuera el padre de su novio seguía dándole miedo.
-¿p-profesor? - pregunto nerviosa.
-no tartamudee ¿o es que acaso ya no es una insufrible sabelotodo y se le pego lo estúpida de él señor Potter y el señor Weasley? - la chica frunció el seño- ¿sabe usted donde se encuentra el inepto del señor Dimitrius Snape?
-no señor, se suponía que lo vería en la biblioteca después de clases, pero no lo veo desde que salimos de su clase- y sin decir más Severus paso a lado de ella ondeando su capa, tenía que encontrar a su hijo antes de que cometiera una estupidez.

Claro que el plan de Dimitrius no era ser encontrado, pues cuando había abierto el salón y había entrado en ella puerta se cerró al parecer con seguro, había cosas que formaban montañas, artefactos mágicos pero lo que llamó la atención del chico fue una botella de Whisky de fuego arriba de una mesa que estaba en la punta de una montaña de cosas, le seria difícil escalar hasta ahí, volteo a ver y encontró lo que parecía ser una escoba en la mitad de otra montaña, un plan se formuló en su mente al instante, así fue como terminó montado en una escoba para agarrar la botella, eso no fue difícil, pero al estar arriba con la botella en la mano algo llamó su atención, era lo que parecía ser ¿una corona con pedrería azul?

-¿será? - se pregunto y se movió hasta tenerla enfrente, estiro su mano y sintió una energía distinta y poderosa, abrió sus ojos y la agarro, a toda velocidad descendió y bajo de un brinco de la escoba, agarro su mochila y dejo la botella y la corona en el piso, busco aquella libreta negra y al tenerla en las manos la abrió y leyó de manera rápida- definitivamente es uno- dijo el chico sonriendo- a poner en práctica lo que me enseñó Voldemort- se paro y despejó gran parte de lo que había en la sala, guardo la botella en su mochila y colgó esta en su espalda, dejo la corona en el piso y apunto con su mano- Fiendfyre- de la mano comenzó a salir fuego que de a poco tomó la forma de una serpiente, el chico sonrió y comenzó a manipularlo, de pronto escucho una voz llamarlo a gritos, sintió que la magia oscura recorría cada fibra de su cuerpo, imágenes grotescas comenzaron a invadir su mente pero un humo negro se alzó frente a es, la cara del mago oscuro al que servía se comenzó a formar pero Dimitrius no se movió ni titubeo, se quedó firme y altivo, la serpiente que recorría el salón se alzó y abrió su boca, devorando aquella cara enorme, el pelinegro se concentro y al momento que el fuego se consumió el calló de rodillas aturdido y aun con la sonrisa en su rostro al piso, se arrastro a la corona y al tomarla esta se hizo cenizas- si soy un héroe- se dijo así mismo y con un movimiento de mano la botella llego a él, la abrió y empino hasta bajar gran parte- ¡¡SI SOY UN HÉROE PADRE!! ¡¡JAJAJAJAJA!!!

La Copa De La Vida  [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora