Cap. 80

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/Narradora/

Era noche buena, la primera navidad de los Snape en la casa de la hilanderas, a Severus aquello no le traía tantos buenos recuerdos, pero prefería dejar el pasado atrás y crear nuevos.

Después de la llegada de Dimitrius y la casi estrangulación del mismo, sorpresivamente el muchacho no había dado indicios de volver a desacatar órdenes, y eso lo tenía tranquilo, era un peso menos; esa noche buena iba a ser distinta a las demás, pues normalmente no la pasaban solos, era o con los Malfoy, o con la familia de Kasandra o en Hogwarts, pero nunca solos.

Era tarde y Kasandra preparaba algo en la cocina con los elfos, Dimitrius iba y venía de su "habitación" que era el sótano a la sala o en dado caso al baño o a robarle comida de la cocina a su madre, mientras Severus estaba recostado en una colchoneta con frazadas y almohadas frente a la chimenea mientras jugaba con el cabello de Eileen y Arcturus, quienes en ese momento se encontraban como su padre, serenos y mirando hacia el fuego de la chimenea, recostando sus cabecitas en el pecho de su progenitor.

-hace bastante tiempo no te miraba tan sereno- dijo Kasandra recargada en el portal  que llevaba a la sala, el sonrió y giro la cabeza lo más que pudo para verla.
-hace bastante que no me sentía sin presiones- respondió él dando un suspiro- pero cuando todo esto termine vamos a poder vivir tranquilos, sin preocupaciones, sin peligro- respondió volviendo a mirar al fuego.
-todo saldrá bien- ella comenzó a caminar a el lugar donde se encontraba su esposo- ya lo verás- y se sentó detrás de él para apoyar su cabeza entre sus muslos y comenzar a jugar con su cabello- ¿Te gustaría dejar Hogwarts?
-  ¿dejarle de dar clases a niños tontos e ineptos? ¿Cómo se te puede ocurrir tal barbaridad? - el sarcasmo hizo reír a su mujer- lo pensé mucho y, lo único que deseo después de que todo termine es estar con ustedes, puedo dejar de trabajar o abrir una botica en Diagon, pero quiero pasar todo el tiempo posible con mis hijos y mi maravillosa esposa- ambos se miraron a los ojos, pero Kasandra de un momento para otro volteo a mirar detrás de ella.
- ¡Dimitrius! ¡Deja de distraer a los elfos para agarrar comida! ¡Al paso que llevas terminaras como Pettegrew! - grito haciendo saltar al joven que salía de la cocina con rumbo al sótano, haciendo que sus pastelillos cayeran al suelo.
-¡la regla de los 5 segundos Severus!- grito Severus a su hijo haciendo que este se lanzará al suelo para agarrar de nuevo su comida.
-¡ay! ¡Tiene una pelusa! - se quejó- ¿será que el sabor cambia?- Kasandra puso cara de asco.
-eres un cerdo Dimitrius- Severus río ante el comentario de la animaga.
-si yo soy un cerdo toma en cuenta quienes son mis progenitores mamá- hablo el chico indignado dándose media vuelta de manera teatral y caminando recto haciendo sonar el suelo a su paso.
-cada día que pasa lo noto más afeminado- dice Severus.
-parece que no lo conoces, es un actor de primera ese hijo tuyo, debió haberlo sacado de ti.





* * * *


La navidad había pasado, ya habían regresado a Hogwarts, Dimitrius iba más feliz que de costumbre, pues cuando fue a desear feliz navidad a casa de Black había podido intercambiar palabras con el elfo, una cosa llevó a la otra y salió el nombre de Regulus a la conversación, el elfo lloro y le explicó lo que su antiguo amo le había pedido y no había podido realizar, entonces Dimitrius le explico que él sabía como completar el trabajo y el Elfo gustoso busco entre sus cosas para luego entregarle el guardapelo de Slytherin al muchacho, ambos se escaparon un rato para ir a la casa del chico en la playa y después destruirlo, esta vez con el colmillo que guardaba entre sus cosas, le devolvió en objeto liberado y algo desecho a la criatura, quien entre gimoteos de agradecimiento lo llevó de nuevo a casa de Sirius, donde pasó un excelente rato con los Weasley, los Potter, su novia y la mirada reprobatoria de Sirius Black, que no lo quería ni un pelín por se un Snape. Después de aquello tuvieron que pasar Severus y Dimitrius año nuevo con los fugitivos que hacía poco habían liberado los mortifagos libres, los Malfoy y Voldemort, quien se río de Severus en cuanto le dijo que su esposa lo había abandonado y su hijo mayor se había quedado con él, Dimitrius por su parte había salido al patio un rato, con una copa de vino en su mano luciendo un impecable traje sastre color guinda con una camisa negra y una corbata plateada, pensando que hacer para que todo terminará rápido, pero no contaba con que después Draco saldría de la fiesta refunfuñando y al verlo entraría de nuevo después de darle una mirada despectiva. Se sentía como basura a ratos, pero estaba haciendo lo correcto, por lo menos en ese momento.

La Copa De La Vida  [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora