La Copa De La Vida [Severus Snape]

Cap. 76

/Narradora/

El día lunes había llegado, Dimitrius había tenido un castigo por faltar a clases y también había ido al despacho del director, pues este había solicitado hablar con él, le había dado un sermón de media hora de lo importante que era no faltar a clases y esas cosas, le había ofrecido caramelos de limón y para sorpresa del director el chico había aceptado gustoso, el nunca le decía que no a casi nada dulce, después de aquello comenzó a cuestionarlo sobre su lealtad pues sabía que pasaba mucho tiempo con él señor tenebroso y eso no le gustaba al director, cosa que Dimitrius respondió con un "¿a caso usted creé que a mi me gusta mucho ser torturado o que el tipo de imprevisto me abracé? No se confunda director, lo que yo lo hago lo hago por el bien de mi madre, mi padre, mis hermanos, mi familia, ¿por qué no decirlo? Por mi novia y amigos, por mi propio bien y por el bien común" a Albus aquella respuesta le fue más que gratificante, el muchacho pensaba como él (o eso le hizo creer), pero en realidad el chico era astuto y sabía exactamente que palabras usar con aquel hombre, no por nada era Slytherin, después de aquello por la tarde se dio a la encomienda de buscar a cierta castaña de cabellos indomables hasta que sintió que la cadena que llevaba comenzaba a calentarse y eso solo significaba una cosa, Draco estaba en aprietos de índole mayor, lo primero que hizo fue ir a su dormitorio a buscar un pergamino viejo que le había dado su madre explicándole como se usaba y que se lo había quitado en su segundo año al padre de Harry, Sirius, Remus y Peter, le había contado también de la paliza que les había dado y se había reído mucho imaginando la escena, sin duda, admiraba a su madre; cuando lo encontró lo primero que hizo fue abrirlo como le habían dicho y con una mirada rápida encontró el nombre del muchacho en él lago negro, cogio una de sus túnicas de viaje y salió corriendo con dirección a dicho lugar, pero no lo miró, por lo menos hasta que camino por el muelle y miró como una mano salía del agua tratando de agarrar algo.

-Mierda- dijo quitándose la túnica, la sudadera, la playera, los zapatos, calcetines y el pantalón con una rapidez sobrehumana, e tonces se tiro al agua que estaba demasiado fría pues el otoño estaba presente, cuando diviso al chico debajo del agua nado a el y notó que unos Grindilows tiraban del rubio hacia abajo, Dimitrius lo agarro del torso y tiro de él hacia la superficie, logró su cometido pues lograron llegar a la superficie, pero Draco estaba casi inconsciente, el pelinegro nado al muelle y una vez a un lado de este subió al rubio y luego subió el, para entonces Draco ya estaba inconsciente, Dimitrius puso su oído en el pecho del muchacho- tragaste mucha agua- puso sus manos en el pecho y comenzó a hacer RCP y nada, tapo su nariz y abrió su boca haciendo respiración boca a boca y eso sí funcionó, pues el rubio comenzó a toser agua y se puso de lado, agitado volteo a ver a todos lados y miró al pelinegro.
-¿Qué haces aquí? - pregunto frunciendo el ceño.
-te salvaba- dijo el pelinegro y parándose y agarrando su pantalón.
-nadie te pidió que lo hicieras- soltó Draco con desdén, Dimitrius rodó los ojos y se puso el pantalón.
-de nada- se abrocho la bragueta, los pantalones estaban mojados por entrar en contacto con la piel empapada del muchacho, haciendo que se le marcarán sus atributos, Draco desvío la mirada y el pelinegro agarro su playera negra metiendola en su cuerpo y dejándola también mojada y marcando su pecho, en el brazo derecho se miraban algunas marcas, no muchas, pero si dos o tres- si tu plan era suicidarte es un acto muy cobarde hasta para ti Draco- dijo serio el muchacho sentándose y poniendo sus calcetas para luego meter sus zapatos.
- ¿y a ti que te importa lo que me pase? No soy Granger, te debería dar igual - dijo Draco parándose, a Dimitrius aquello le dolió.
-no lo hice por ti, lo hice por tía Cissy y tío Lu- dijo frío el muchacho, el rubio bajo la mirada.
-metí los pies al agua y la criatura me jaló- explicó y Dimitrius agarro la sudadera y la túnica.
-no me tienes que explicar nada- le aventó las dos prendas- pontelas y regresa al castillo, después date un baño de agua caliente si no te quieres resfriar- y sin más camino al castillo tratando de no temblar de frío y con la mirada de más de una chica en él.