|Grey's Anatomy|
Kaylee Benson llega al Hospital Grace de Seattle para atender un caso algo especial.
Sin saber que el encantador Mark Sloan a puesto los ojos en ella en cuanto la ve bajar del ascensor.
El drama y secretos que ambos tienen dificulta...
Abro la puerta de mi apartamento, había estado fuera de la ciudad el día de ayer ya que fue mi día de descanso y que mejor que visitar a mi vieja mejor amiga en San Francisco, además de que aprovhe la ocasión para hacer la sesión de fotos que le prometí a Frank.
Sabía que de nueva cuenta esto me podría traer problemas y desprestigiar mi carrera médica, pero que importaba si con eso molestaba a mi madre.
Entre cierro los ojos mirando botellas de cervezas vacías en el piso, en el sofá había un par de sábanas. ¿Qué mierda había echo Tyler?.
Quitó la Liga de mi cabello mirando que sólo faltaban 4 horas para que iniciará mi turno en el hospital. En cuanto doy media vuelta decidida a ir a mi habitación, doy un respingo asustada seguida de una maldición.
-¿Tu que haces aquí?.-pregunto.
Mark estaba frente a mi, su rostro dejaba ver que tenía un fuerte dolor de cabeza, él había sido el cómplice de Tyler en esto.
-Estoy buscando un par de aspirinas.-respondió.-Tyler dejó que me quedará ya que estaba muy tomado para conducir.-
Sostengo la botella de cristal que estaba vacía sobre la mesa de centro.
-Nunca tomes tequila con mi hermano, después del cuarto shot, él te obligará a bebé hasta que se termine la botella.-le informó.
Él toca su cabeza haciendo un gesto de dolor.-Creo que lo tomaré en cuenta.-
-Las aspirinas están en la cocina, vamos.-hago un movimiento con mi cabeza para que me siga.
En cuanto entramos voy directo a la nevera para darle un vaso con zumo de naranja y algo picante, tal vez eso ayudaría. Él no pone resistencia alguna y se lleva a la boca todo lo que le pongo. Eso me da tiempo de buscar en los estantes el medicamento.
Abro uno de los gabinetes que están en la pared, es ahí donde puedo ver la caja de aspirinas, odiaba por completo que Tyler dejará las cosas en lugares donde no alcanzará ya que así tendría que pedirle un favor y le debería algo, eso lo ha echo siempre desde que tengo memoria. Me estiró un poco para tratar de tomar la caja, agradecía a ver viajado con ropa deportiva, pero justo cuando pensé que ya había apoderado de la caja, siento como otra mano pasa sobre la mía para tomarla, giro por intuición quedando muy cerca de Mark.
Su fuerte torso estaba pegado a mi pecho, mi corazón se aceleró provocando que mi pulso hiciera lo mismo, había mucha tensión en el ambiente. Él sólo me miraba fijamente como esperando a que reaccionará y lo aportará de mi de golpe. Pero al ver que eso no paso decidió inclinar su cabeza sólo unos centímetros, me quería besar.
Su aliento golpea mis labios, esta sólo a un par de milímetros, pero todo lo bueno termina.
-¡Kaylee!.-canturreó mi hermano.
Mark se aparta de golpe en cuanto lo escuchamos, aún estaba un pico aturdida con lo que había pasado.
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