19. Carretera y manta

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-Hace mucho tiempo. ¿Recuerdas la última vez que viste a lady Lunafreya?- Preguntó Gladio sentado en el asiento trasero derecho del coche.

-Harán... unos doce años.- Reflexionó Noctis.

-¿Cuántos años teníais? ¿Ocho años? ¡Erais niños!- Se asombró Prompto girándose a mirar a la parte trasera pero volviendo la vista al frente tras un gesto de advertencia de Ignis, a su lado.

-Espero que no se haya hecho muchas ilusiones...- Se metió Gladio con Noctis.

-¡¿Por qué no!?- Se quejó el príncipe mientras Prompto intentaba aguantarse la risa sin éxito.- Tranquilízate.- Amenazó al escuchar sus risas.

-Intenta comportarte cuando os encontréis.- Le advirtió el Escudo.

-Dime algo que no sepa.- Replicó el príncipe.

-¿Dirías que aún te encontraras a una cría? Opino que no tenemos tiempo para eso.- Comentó Ignis.- Pero... estamos hablando de tu futura boda.- Dijo Ignis girándose hacia el príncipe con una sonrisa burlona.

-Eso es amigo mío.- Coincidió el afectado.- Calla y conduce.- Le advirtió de nuevo a Prompto al escucharle reirse sin parar, sabiendo que era a su costa.

De repente el tubo de escape del coche empezó a soltar pequeñas explosiones mientras reducía drásticamente su velocidad.

-Oh, oh...

-¿Qué quieres decir con "oh, oh"?- Preguntó Ignis ligeramente a la defensiva.

-Creo que ya lo sé...- Aventuró Noctis seguido de un profundo suspiro de Gladiolus.

El coche, tras unas pequeñas explosiones del motor, se fue deteniendo hasta quedarse completamente quieto.

-Genial... ¿Se puede saber que has hecho Prompto?- Preguntó Noctis con tono acusativo.

-¡Yo no he hecho nada! ¡Conducir!- Intentó defenderse el rubio.

Gladio levantó el capó del coche y una gran humareda le hizo retroceder entre toses. Cuando pudo volver a acercarse comprobó que todo aquel humo salía del propio motor. Suspiró.

-Malas noticias, asumo.- Imaginó Ignis.

-Sí, no creo que esto arranque... Hay que joderse...Tocará empujar.- Suspiró Gladio.

-Estarás de broma, espero...- Dijo el príncipe esperanzado. Sin embargo, al ver el silencio del mayor y cómo se posicionaba para empujar desde atrás, perdió toda esperanza.

-¡Estamos destinados a fallar antes de empezar!- Exageró Prompto.

-Con tanta queja, no lo dudo. Venga, hay que empezar a empujar.- Ordenó mientras los dos chicos se colocaban a ambos lados del coche.

Tras una señal de Gladio, empezaron a empujar el coche como pudieron. Para los dos chicos parecía estar resultando una de las tareas más arduas que habían hecho en su vida, Sin embargo, Gladio empujando desde atrás, parecía ser gracias al que el coche se empezaba a mover. Todo esto no sin la correspondiente cara de esfuerzo que, añadido al sofocante calor propio de ese ambiente más desértico, agravaba el agotamiento de los tres chicos.

-Oye... Gladio.... Hagamos un descanso, me va a dar una lipotimia...- Se quejó el príncipe.

-Sí... ¡esto es inhumano!- Corroboró Prompto.

-Está bien, cinco minutos.- Declaró sin querer hacer notar que el cansancio también le estaba afectando a él.

Fué instantáneo. Nada más parar Prompto se tumbó en el asfalto y Noctis se sentó a la sombra del Regalia, agotado.

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