Somnus

21. En marcha

La vuelta Hammerhead fue casi tan tortuosa como su partida desde allí. El calor les estaba haciendo sudar a mares, tanto, que a Ignis no cesaban de escurrírsele las gafas por el puente de la nariz y al príncipe, tan dado a quejarse de todo, se le habían mermado todas las fuerzas hasta no permitirle más que bufar por tener la boca tan seca que no podía casi articular palabra. Pero ya quedaba poco. En nada tendrían de nuevo el Regalia con ellos y podrían emprender de nuevo la marcha.

Apuraron sus últimas fuerzas cuando vieron que estaban cerca de la estación de servicio y fueron directos hacia el restaurante. Necesitaban beber y comer algo antes de seguir adelante o les acabaría dando a alguno un golpe de calor.

-Vendría bien comer algo- Sugirió Ignis, deseoso de entrar al local provisto de aire acondicionado.

-Sí vamos.- Asintió Prompto.

La entrada al local circular les invadió de una repentina felicidad que no pudieron desdibujar de sus rostros. Se quedaron unos instantes en la entrada, como hipnotizados por lo maravilloso de la nueva temperatura y no avanzaron hasta que Takka les vió y les animó a acercarse.

-¿Qué tal la expedición?- Les preguntó.

-Bien. Al final nos liamos haciendo más cosas de las que nos pidieron.- Se animó Prompto sentándose en uno de los taburetes de la barra.

-Vendréis hambrientos entonces. ¿Qué os apetece?

-AGUA- Casi gritó Noctis- y...

-Cuatro de Jambalaya de Leide.- Pidió Gladio sin dejarles opción a nada más, con una sonrisa maliciosa en los labios.

"No se le ha olvidado. ¡Ha pasado un día entero y no se le ha olvidado...!" Se lamentaba Noctis para sus adentros. Otra cosa sería, pero lo que era fastidiar, a Gladio se le daba muy bien. Sobretodo cuando estaba de buen humor. Como consecuencia, al final Prompto, él y el pobre Ignis que ni tenía que ver en el tema, iban a tener que probar ese plato tan picante del que fardaba el cartel de la entrada.

Se sentaron en la barra y esperaron a que les llegaron los platos mientras casi se bebían dos botellas enteras de agua del tirón. Cuando llegó el plato, el olor tan especiado les produjo un cierto picor de nariz, ya por adelantado de lo que sufrirían sus lenguas. Prompto y Noctis se miraron con cara de circunstancias, animándose mutuamente a darle un bocado a su plato para no quedar mal. Se armaron de valor y se metieron la primera pinchada en la boca, sintiendo como si su lengua se estuviera derritiendo solamente con el contacto. Reprimieron las ganas de escupirlo y se lo tragaron con dificultad y la lengua dormida antes de dirigir a Gladio una mirada cargada de odio.

-¿Qué? ¿No decíais que queríais probarlo?- Se burló.- Lo cierto es que me ha decepcionado un poco. Pensaba que picaría más.

-¿¡Pero tú tienes la lengua de esparto o que?!- Le espetó Prompto, ante lo que Gladio solo pudo reírse. Noctis, en cambio, se enfocó en Ignis, que comía en silencio, pero se le veían las gotas de sudor caer por su frente. "Menuda planta tiene" se asombró el príncipe.

Cuando consiguieron terminar y casi se dejaron todos los guiles de la recompensa por haber acabado con la plaga de alacranes, en agua, se fueron a recoger el Regalia.

Cindy les esperaba con el coche ya fuera del taller y les recibió con los brazos abiertos.

-Siento haber tardado. ¿A que está preciosa?- Les comunicó satisfecha con su trabajo.

-Me daría pena hasta que se ensuciara.

-¡Cómo mola! ¡Vamos a hacernos una foto!- Se exaltó Prompto mientras le pasaba su preciada cámara de fotos a Cindy.