29. Palabras

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El lugar escogido fue el Área de descanso de Cauthess. Era otra gasolinera pero con tres enorme naves de almacenaje y tres edificios residenciales abandonados. Realmente el único lugar acondicionado para el descanso de viajeros era una caravana colocada junto a la gasolinera, pero tras insistirle un poco al encargado de la zona (y dueño del restaurante) y ver éste el estado de la chica, acabó accediendo a dejarles una habitación con un par de camas dobles y sillones en uno de los edificios. Ya estaba anocheciendo, así que tampoco saldrían mucho más. Ayudaron a la chica a que llegara a la cama y decidieron dejarla durmiendo mientras ellos se bajaron a cenar al restaurante y a tomar un poco el aire.

—No hemos parado desde que salimos de Insomnia a lo tonto...—Comentó Prompto dando voz a sus pensamientos

—Ya ves... Y ella se ha quedado "tronchada" en cuanto se ha tumbado. —Comentó el príncipe mirando hacia el edificio donde descansaba su hermana.

—¿Creeis que es cierto? ¿Que se ha tirado tres días luchando sin descanso?—Quiso corroborar el rubio.

—La información nos la dio un desconocido, y ella no parecía recordar muy bien cuánto tiempo había pasado pero si el paso del dia a la noche. Las cosas parecen cuadrar.

—Que bestia...—Resopló el rubio ante la explicación de Ignis.

—Si vinierais más a los entrenamientos os extrañaríais menos. Amnis es realmente fuerte, no me extrañaría que se cargara a una unidad completa de nifus ella sola.—Río Gladiolus picando a los otros dos, que pusieron cara de hastío.

—Aún así... llegamos justo a tiempo. Un poco más tarde y no sé qué hubiera pasado...—Meditó el príncipe preocupado.

—Entonces mejor no pensarlo.—Dijo Ignis levantándose y estirándose.—Deberíamos ir pensando en acostarnos. Mañana tenemos cosas que hacer.

—¡Sí! ¡Granja de chocobos!

Ante el suspiro generalizado del resto del grupo, se subieron a la habitación que les habían dejado. En una de las camas dobles dormía la chica profundamente, recuperando fuerzas poco a poco. No quisieron molestarla y decidieron repartirse entre la otra cama y el sofá. Lo echaron a suertes, tocandole a Gladio el sillón y optando los otros tres por acoplarse en la otra cama, lo suficientemente ancha como para que cupieran sin parecer sardinas en lata.

Pasaron varias horas cuando Amnis abrió los ojos. Se sentó en la cama, algo desorientada y sin saber cómo había llegado exactamente hasta ahí, pero al ver a Prompto, Noctis e Ignis en la cama de al lado, suspiró tranquila. Le extrañó no ver a Gladio por ningún lado. Se levantó con cuidado de no hacer ruido y vio como la puerta de salida a la calle estaba entreabierta y Gladio estaba frente a ella viendo el paisaje nocturno apoyado en la barandilla tranquilamente. Sonrió para sí. Era inconcebible estar en mitad de la naturaleza y no verle disfrutando de ella.

—Hola—Dijo con voz suave colocándose a su lado. Gladiolus sólo la miró de reojo y sonrió.

—¿Qué tal te encuentras?

—Un poco mejor. Pensé que no lo contaba...

—Ha sido muy peligroso. ¿Qué ocurrió?

—... Muchas cosas... Demasiadas.

—¿Estuviste en la caída de Insomnia?—El chico llevaba demasiado tiempo con la pregunta en la garganta, pero no había visto el momento adecuado de formularla desde que se habían reencontrado. Su gesto se frunció cuando la chica asintió lentamente mientras miraba el paisaje de enfrente con expresión entristecida.

—Estuve escoltando a la princesa junto con otros cuatro glaives reales... Uno se sacrificó para que Luna pudiera huir, de los otros tres no sé nada...

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