Domingo 7: 30 de la mañana.
Mi padre se encontraba en su despacho viéndonos con preocupación.
Nate y yo nos encontrábamos sentados en sillas diferentes enfrente del escritorio de mi padre. Nate se miraba tan jodido, los aruñones se miraban con más claridad y se notaba que la estaba pasando tan mal, digo, que persona usa unos lentes oscuros en su propia casa.
-... ¿No se qué he hecho mal?- pregunto mi padre yendo a la pequeña cantina en una esquina de la oficina. – acaso ¿No he sido buen padre?-
Rodee mis ojos.-Papa...-
¡Estaba exagerando!
-¿Es necesaria esta plática?-cuestiono mi hermano tocándose las sien.-
-¿Qué tal se siente la resaca?-pregunto mi padre con sarcasmo sentándose en su escritorio con una gran copa de vino en su mano. –Es muy divertido beber y pasarla bien, pero debes de hacerte responsable de tu resaca al día siguiente.-
Mi padre suspiro mirándonos, luego se recargo en el respaldo del asiento tomando un gran trago de vino.
-No quiero volver a preguntar.- dijo observándonos. - ¿Qué fue lo que pasó ayer?-
Voltee a ver a mi hermano, al momento en el que él me mira a mí.
Suspire.-Ayer Salí...- mire mis uñas, me costaba trabajo decir esto en voz alta dada la situación.- Me encontraba con un... con un chico. Y mi hermano se empezó a comportar como un completo imbécil.-
Mi padre me miraba como si hubiera hablado en francés, se enderezo en su silla, le dio un trago a su copa y la dejo en el escritorio.
-¿Saliste con un chico?-pregunto extrañado. –
Rodee mis ojos.- ¿De todo lo que te dije nada mas escuchaste eso?-menee mi cabeza.- te estoy diciendo que Nate se comporto como un imbécil y nada mas escuchaste ''Chico'' es un compañero de la escuela y nada más nos estábamos poniendo al día...-
-No creo que haya clases de baile en la escuela hermanita. – Gruño Nate.-
-Sera mejor que cierres la boca, porque creo que ya te diste cuenta que no te tengo miedo. – dije volteándolo a ver.-
-Muy bien, muy bien.- dijo mi papa calmándonos. –Este compañero tuyo ¿Quién es?-
-¿Es en cerio papa?-pregunte al borde de la paciencia.- es el hijo de tu amigo, su mama es maestra y me está dando una clase, su mama le mando algo para mi ayer, por eso nos juntamos. – dije mintiendo. – Si nada más me vas a reprender a mi por hacer mis deberes escolares mejor me voy.- dije levantándome de la silla. –
Mi papa suspiro y mi hermano se rio.
-No ves lo que está haciendo. – Explico Nate.- Esta jugando contigo...-
-Sera mejor que te calles Nate.- exclame. –
-¡Ya estoy arto de tu comportamiento Nathaniel!- exclamo mi padre, haciendo que me sentara de nuevo.- Es tu hermana por el amor de dios, debes de cuidarla no de maltratarla. –
-¿Estas jodiendome?- pregunto asombrado. –
-¡El vocabulario!-exclamo mi padre tocándose el puente de su nariz. –
Nate se paró de la silla. – No estás viendo lo que está haciendo papá, la loca me aruño anoche. –
Me reí.- Tú me diste motivos para hacerlo.- dije poniéndome a su nivel. – Tú me hablaste mal en el bar, me dejaste en vergüenza enfrente de tanta gente, me jaloneaste, y ¿Todavía tienes el descaro de decir que yo soy una loca?-Bufe cruzando mis brazos en mi pecho. –
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Domando A Una Diva
RomanceEsa niña con el corazón herido todavía seguía ahí. No adaptaciones ni copias.