Dos Mundos / Saga Amores Destinados #1

Capítulo 15: ¿Qué Somos?

Capítulo 15: ¿Qué Somos?

A la mañana siguiente cuando Lizi abre sus ojos, pudo ver que era abrasada cálidamente por Leonard,  ella no pudo evitar sonrojarse e intentó sacar su brazo, ella tenia recostada su cabeza en el brazo de este y cuando ella logra alejarlo, su pareja la sujeta por la cadera y la acerca hacia él nuevamente y sin abrir sus ojos le habla.

- No te alejes aún, sólo quédate así unos minutos más.

- ¿Qué?... eem... yo...

La Elfin muy nerviosa se quedó paralizada, fue abrazada con fuerza y un segundo después recibió un beso en la frente, por eso instintivamente levanta su rostro y lo mira, Leonard en ese instante la miraba intensamente, sus ojos tenían un color verde, suave y brillante, se mantuvieron unos segundos en silencio hasta que él con su otra mano, acaricia su rostro, mientras le decía.

-Que alivio ya han desaparecido todas tus heridas...

Su marido luego de decir eso se acerca hasta que sus labios se entrelazaron entre sí, la sostiene de la cintura y la estrecha contra sí mismo, Elizabeth temblaba ante su toque, este se aleja un segundo, acaricia el rostro de ella, su cabello y mientras lo hacía, le habla con una expresión algo afligida.

-Casi te he perdido ya dos veces, si te hubiera pasado algo....si eso sucediera yo...

Luego de decir esto, Leonard vuelve a besarla, esta vez abandonando toda inocencia, fue un beso profundo y necesitado, la sujeta con fuerza,  el corazón de ella se aceleró exaltado y su mano brilló compartiendo todas esas emociones que la embriagaban, Leonard que se dio cuenta de ello se detiene un segundo, ve la cara de ella que estaba sonrojada, mira su mano que también brillaba y una leve sonrisa apareció en su rostro, ya no le importaba nada, por eso sujeta la mano de su esposa, la sostiene con fuerza y entonces, Leonard se pone encima de ella besándola nuevamente, Lizi pudo sentir como la virilidad de su esposo se hacía evidente, el deseo, la ansiedad por tenerla, el amor que sentía por ella, todas esas emociones la abrumaban claro que la Elfin simplemente no podía comprenderlas por completo.

El príncipe Darksan comenzó a besarle el cuello, acaricia su cuerpo, a momentos la acercaba con fervor para poder sentirla, mientras que con una de sus manos rozaba la piel de sus muslos y se desliza por sus caderas, Leonard había perdido totalmente la cabeza y su mujer no tenía fuerzas para rechazarlo, a Elizabeth le recorría un cosquilleo por todo su cuerpo, jamás había experimentado algo así. Fue entonces, que este pone sus manos en los hombros de ella y comenzó a bajar el camisón que las doncellas le habían puesto la tarde anterior.

La Elfin estaba algo aturdida, no pensaba en nada y no sentía rechazo ante sus caricias, este bajó los tirantes del camisón, se alejó por un segundo y mordiéndose el labio, acarició con su mano el pecho femenino, bajó la prenda, su Lizi se estremeció en el instante que sus manos amasaron sus senos, pudo notar como se encogía y cerraba sus ojos con vergüenza, mientras que él solo sentía fuego, era doloroso, todo su ser le decía que quería hacerla suya, la necesitaba y cuando besa su cuello y se acerca al hombro descubierto... en ese momento Bernardo toca a la puerta interrumpiéndolos, el príncipe y Elizabeth se miraron como dos amantes que habían sido descubiertos, fue entonces que Leonard se lleva la mano hacia el cabello, arregla los mechones que caían sobre ella, vuelve a escuchar los golpes y entonces haciendo una mueca vuelve a subir el camisón ocultando esos senos que parecían como dos apetitosos duraznos, los cuales ansiaba probar, la mira con recelo, no podía ocultar su anhelo por ella y en silencio el príncipe Darksiano se sentó dándole la espalda, lleva su mano hacia su frente y dice con voz algo baja.

-Disculpa perdí la cabeza...

Lizi al darse cuenta de lo que estaba pasando su rostro cambió a mil colores, mil preguntas se arremolinaron en su cabeza, no podía comprender en qué estaba pensando, estuvo a punto de entregarse a su pareja y lo peor es que no le desagradaba la idea. Aún habían muchas cosas que debían aclarar ahora que tenía la mayoría de sus recuerdos, pero había una cosa que no podía negar ambos se gustaron desde el primer momento que se conocieron, pero existía una sombra que no lograba dilucidar y la cual le impedía aceptar sus propios sentimientos y los de él, por eso solo silencio le devolvió. Fue en ese instante que Bernardo alza su voz.