dos

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Pugnacious: eager or quick to argue, quarrel or fight.

Tuvo que pasar más de un mes para que volviera a ver a Namjoon. Había guardado el cuaderno en lo más profundo de mi armario, donde no pudiera sentir el deseo de abrirlo de nuevo y releer cada palabra todos los días, y me había obligado a mí misma a dejar de pensar en el chico. Sin embargo, cuando lo divisé sentado en una de las mesas del club de lectura poética no pude evitar reconocerlo.

Llevaba una camisa blanca y unos pantalones chinos negros, a juego con una americana que reposaba en el respaldo de su silla. Se hacía colocado el pelo castaño hacia atrás, pero algunos mechones caían hacia ambos lados de sus sienes, por lo que supuse que no había podido dominarlos del todo.

Me mordí el interior de la mejilla y me acerqué a la mesa que yo solía habituar, pasando por alto al solitario Namjoon que observaba al chico que estaba recitando con un respeto que, por supuesto, no había visto antes en él.

No era de extrañar, claro. El chico que se encontraba encima del pequeño escenario del club era uno de los mejores escritores de micropoesía de toda la ciudad, y las chicas que frecuentábamos el establecimiento casi siempre íbamos allí por él.

En la mesa 8 me esperaban Sunhee, Hye y Jungkook, que me saludaron de esa forma tan especial de ellos: con un mojito.

Lo acepté con una sonrisa, me senté en mi lugar de honor y comencé a quejarme durante un minuto porque no había llegado a tiempo para escuchar el comienzo del "hombre de mi vida".

Después me quedé en silencio y me dediqué a disfrutar de la eufonía de las palabras de Baeksok.

Era hipnótico y maravilloso el sonido de su voz. Me sentía como una de las ratas del flautista de Hamelin cuando lo escuchaba recitar.

—Antes de terminar —habló Baeksok cuando los aplausos cesaron y yo agradecí al cielo que siguiera hablando un poco más—, me gustaría leer algo que no es mío pero que se merece ser reconocido y expuesto ante ustedes.

Di un sorbo a la pajita de mi mojito y escuché con atención.

"Las funciones y ecuaciones que no podían darme una respuesta...

Al final esas cosas se convirtieron en lesiones incontables.

Pensé que podría atrapar el espejismo conocido como felicidad

pero el yo que estaba frente a mi escritorio no estaba feliz ni por un momento."

Aún tenía la pajita entre los labios cuando Namjoon se colocó frente a mí, bloqueando las maravillosas vistas que tenía de Baeksok y mirándome con el ceño fruncido.

—¿Puedo hablar contigo un momento?

Alcé ambas cejas por la sorpresa y solté el vaso que tenía entre las manos en la mesa. Asentí con la cabeza e ignoré las miradas interrogantes de mis amigos.

—¿Qué ocurre? —pregunté como una invitación a que hablara, pero él chasqueó la lengua en respuesta.

—A solas, por favor.

Hye me dio un suave empujón para que me levantara. Yo le lancé una mirada asesina pero no pude enfadarme con ella porque su sonrisa inocente era adorable y ella sabía que yo no me iba a tomar a mal esa acción.

Me levanté con un suspiro y me acabé el mojito de un sorbo antes de hacerle una señal a Namjoon con la cabeza para que se dirigiera al lugar que viese conveniente, donde pudiéramos tener una conversación a solas.

eufonía » kim namjoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora