El Imperio se fortalece mientras afila sus cuchillos, mientras Inglaterra ha llegado su hora de actuar, Francia prepara meticulosamente su venganza contra el Imperio, Italia dividida se desgarra en una guerra civil, Rusia un nuevo poder emerge y se...
Algunas de las herrerias que se encontraba en Mecklemburgo tenian una caracteristica principal, habian sido construidos por los dragones en persona, por lo que tenian entre sus capacidades que usaban lava traida desde profundidades que permitian el trabajar con metales de increible resistencia incluido la increible y muy dificil de conseguir y manipular el adamantio, arma de la que estaban creadas muchas armas de los dioses incluso la de los dioses germanos, o los dioses egipcios y el unico sitio para conseguir aquel material era el mundo de los dioses, por lo que podria conseguir facilmente y habia dedcicado con unos de sus docenas de cuerpo a crear algo por bastante tiempo, a pesar de haber alcanzado el maximo poder entre su raza, habia comenzado como el màs bajo de su raza, un simple herrero que en un punto supero a todos los herreros hasta el punto de inventar sus tecnicas y enseñar a todas las razas que existian mientras aprendia de ellos y ellos de el, pero el nunca revelo todos sus secretos mientras las demas razas le enseñaron todo, en terminos de habilidad era el unico Herrero que lo ponian al nivel de los dioses Herreros o de las razas que forjaban los metales, en esos momentos el cuerpo que usaba de un niño de 3 años, despues de haber trabajado por dias y dias sin descansar, finalmente habia terminado, caminando lentamente con el cuerpo hasta los huesos, cabello que se caia a jirones y tenia una mirada obscura el unico poder que lo movia era del Rey del clan Obscuro.
Sebastian camino entre el calor, camino inmune en medio de los rios de lava que corrian por el suelo formando serpientes y tambien que se ponian alrededor donde estaban los pozos de metales que se encontraban al rojo ardiente, ni siquiera los gases toxicos le afectaban o dañaban, paso de largo antes de ponerse frente al cadaver viviente que era el avatar del rey obscuro un rey que a pesar de haber perdido todo, seguia teniendo poder para afectar el destino y la vida de millones de seres humanos.
-Mi rey- dijo arrodillandose el sirviente que siempre habia sido bastante aterrador incluso para Laura y tambien un ser de interes para Erick Lidwurd.
-Pero mire- dijo con tono tranquilo y la voz de niño-general, he tardado demasiado pero finalmente he creado un regalo para mi nieta- dijo con voz contenta-tiene unos ojos bonitos azules, y tambien tiene un cabello negro largo que brilla, piel blanca hermosa, y que decir de sus expresiones, es tan hermosa- /(*w*)/ -y si vieras a su mamà que es tan hermosa, de cabellos negros y sus ojos color miel cafe que es hermosa y has visto ese cuerpo que tiene Livia, pechos grandes, trasero firme, figura de reloj, tambien piernas largas, piel blanca como la leche, mi nieta crecera hermosa y fuerte, con las bendiciones de su padre, su fuerza, sus tropas, su violencia y con el poder de mi sangre la innevitable era esta llegando-
-Se puede saber que ha hecho- dijo con total tranquilidad Sebastian mientras el cuerpo del niño estaba totalmente rojo e incluso heridas que habian cerrado por el poder magico concentrado en su cuepro finalmente colapsaban y salia la poca sangre.
-Para mi nieta he creado, unos guanteletes magicos podran resistir incluso a "Excalibur en las manos de un mortal" y se pueden convertir en unos bonitas esclavas para que pueda llevarla en sus manitas- /(*w*)/ entrego la creacion a Sebastian- y para Livia.... una daga, para defensa personal, que contiene mis mejores hechizos, aun el màs leve corte nunca cerrara ni siquiera la herida de un dragòn- dijo con un tono que rayaba en el desquicio y la maldad-entregalos mi general- el cadaver del niño cayo al suelo, mientras tanto el rey mantenia su sonrisa-vere a los dragones caer aunque sea lo ultimo que haga-
Finalmente el niño que habia servido como avatar perdio el color y callo muerto.
Sebastian se retiro hacia el palacio Lidwurd.
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-Me encanta- dijo inmediatamente poniendose el regalo de su madre, que habia aprendido los gustos de su hija pero tambien era una chica bastante lista para pensar a futuro y sabiendo que algunas ropas de sus hijas en los proximos años se irian por el cambio de estatura y consiguiente aumento de los atributos de su hija decidio darle un regalo algo a futuro, de seda negra, creo una sudadera como llamaba su hija los pedidos de ropa a su costurera favorita, de color negro pero con las insignias de dragon que ella misma habia creado con tiempo y su habilidad en la costura, tuvo una sudadera negra con hilos dorados que conformaban una pequeña dragona, tambien con una capucha negra que incluso se le ocurrio ponerle unas orejas de zorro, aunque le quedaba muy holgada eso le gustaba a su hija que no dejaba de estar sonriente y contenta.
-ME ENCANTA MAMI-dijo feliz Laura que no dejaba de estar en su mundo irradiando una felicidad que no podria contener-me encanto tu regaloooooo-
Livia sonrio, incluso ella estaba tan emocionada por mirar a su hija tan emocionada, se enojo congido misma cuando estaba embarazada atrapada en una cama, algunas veces penso en matarse, otras en matar al bebè que llevaba en su interior y unas ocasionales veces cuando sus manos tocaban su viente mientras intentaba dormir tratando de olvidar un mundo tan cruel, tan terrible tan extraño a ella que preferia estar en casa con un azadon trabajando la tierra y ensuciandose los pies, las manos todo de ella en medio de la tierra, sentir el agua de la lluvia caer sobre su caballo hasta que tocara el suelo, el sentir con sus manos la tierra, se dejaba caer y era sus manos en si vientre abultado, una extraña sensaciòn de calidez y tambien de oportunidad que ella sentia en su interior, otras veces lloraba por la idea de que podria pasarle en el futuro, y si no tenia un hijo y tenia una hija, y si le mataba de una manera cruel solo porque era niña, a veces queria gritarse a si misma y pedirle a los dioses que le mataran si era niña, pero otras veces recordo a su amiga Laura que le habia dicho las ventajas de una hija, entre ellas poder ser complices y tambien cosas con su cabello, recordo a la bebè que tuvo entre sus brazos y supo lo afortunada que era.
(creditos al genio que creo la imagen como me imagino a Laura Lidwurd T.T lendaaaa)
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