Capitan guardia de los Fenix (Mecklemburgo)

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El pasillo tenia infinidad de obras de arte, pinturas, retratos, unas estatuas de antiguos Fenix, sobresalia las algombras de exquisitas formas, el suelo de marmol blanco, las paredes con formas artisticas y el techo con los candelabros màs exquisitos que se podrian forjar.

Las habitaciones eran igual de ostentosas y artisticas, pero en una de ellas habia movimiento, una treintena de hombres se habian reunido, guerreros y talentosos soldados con gran cantidad magica, se encontraban con sus armaduras suntuosas de plata y oro, armados con alabardas, la famosa Guardia del Fenix, soldados entrenados y habilidosos por lo que su misiòn generalmente consisitia en defender a la familia Fenix lo cual era un gran honor y tambien la posiblidad de poder a los dragones lo cual era un gran privilegio que pocos podrian tener.

Asi que màs de la mitad de la guardia que eran un total no mayor a 200 hombres ya conocia a la princesa, aquella unidad estaba destinada a defender la mansiòn Fenix, pero debido a ciertos incidentes de intentos de asesinatos, la guardia del Fenix al igual que las guardias personales de los otros Grandes nobles que servian a los Lidwurd se habian deplegado.

Hasta los Serpiente Marina de fuego habian logrado erradicar una docena de grupos, por lo que ahora los espias Fenix habian localizado a un grupo ligeramente màs grande de asesinos, y se desplegarian, al menos mas rapido que los Fatuo que habian demostrado una eficiencia siniestra, los Salamander una habilidad de provocar una cadena de asesinatos excesivos, los Pferde al parecer se enfrascaron en hacer caos donde iban contra esos grupos y ellos deberian ser meticulosos y eficientes, sin destrucciòn sin caos, ni crueldad, solo la excelsa habilidad de la marcialidad de la Guardia del Fenix.

-Caballeros- dijo el capitan despues de haber repasado los ultimos detalles -vamos- ordeno a sus hombres que se levantaron

-Por los Dragones y los Fenix!- gritaron su grito de batalla

Partieron rapidamente hacia los establos donde sus caballos estaban listos para marchar al combate, una ves subidos en caballos entrenados para correr por horas, se lanzaron en perfecto orden de 2 hileras, su paso fue rapido pero constante, sin presionar a los caballos para que se cansaran por la potencia pero lo suficiente para permitir que avanzaran rapido, al menos en 2 dias estarian en el campo de batalla donde demostrarian su habilidad.

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-Cual es el trabajo- dijo uno de los hombres que se encontraba con un tarro de cerveza. Le parecio que lo apropiado de la situaciòn, era tomarse toda la cerveza por lo que tenia todo el espacio de la mesa con varias barricas que habia tomado para suministrarse no tenia ni el tiempo ni la paciencia para esperar a que las muchachas le sirvieran, preferia tener a las chicas sobre sus piernas y recibir amor.

Su jefe el cual estaba curtido en tantos asesinatos, tenia a uno de los grupos de asesinos con una clara tendencias a los suicidios, lo cual consisitia en asesinar altos mandos, a cambio recibian pagas excesivas y ridiculamente altas que generalmente se acaban la mitad entre los participantes de orgias y fiestas donde todo ocurria, y la otra mitad entre los sibrevivientes de aquellos intentos de asesinato, por lo que a su proceder intentar un ataque con 80 hombres parecia conveniente para su trabajo.

-Nuestro Empleador es un vip Frances en Alemania- dijo con tranquilidad el hombre que tenia la mitad de sus dientes brillantes como el oro, y su rostro repartido de cicatrices de manera generosa-nos ha pagado para poder vengar su afrenta-

-Para ellos todos es una afrenta- uno de los hombres grito, haciendo a todos reir ya que era verdad, cuantas veces habian asesinado en nombre de un desaire, de una falta de protocolo de insultos imaginarios.

-Al menos la paga es buena- empezaron a gritar y bromear y fue imposible mantener un orden, la razon del exito de este grupo de asesinos que parecian màs grupo de mercenarios, era que reunian a gran cantidad de ellos y luego en actividades publicas del objetivo se lanzaban en masa, muchos con habilidades para disparar o tirar a distancia, por lo que no era raro que algunas de sus trabajos fueran ataques relampagos, y tuvieran que huir màs rapido, por eso a pesar de su falta de sutileza eran efectivos.

Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora