Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.

La caida de los dragones (parte 8 VIII)

Se levanto apenas, ya casi era el medio dia, un dia muy ajetreado se oian los griterios y los golpes de la batalla, la muerte se habia ufanado en una orgia y desenfreno de olvido, en un bacanal de sangre, las tropas morian de ambos bandos, todos tenian sus ojos presentes en la batalla y la informaciòn corria muy lento, debido a la cautela y tambien que ahora era un manar de sangre fresca que no se detendria hasta que el astro que dominaba los cielos decidiera ocultarse y aun no era hora, por lo que la muerte tenia permiso.

Despues de pasar sus manos sobre sus ojos, decidio buscar algo de beber...y tambien algo que comer.

Bonnie Leviatan se encontraba en un sillon, su boca se encontraba boca abajo, el recuerdo de un tequila, limon y sal se rememoro al pasar su lengua por sus labios, aun tenia el sabor vivo entre su boca, se quedo ahi cerrando sus ojos y estirandose en el sillon, era toda un espectaculo visual, lastima que en su habitaciòn no hubiera hombres o mujeres para admirar a la dragona de agua, semidesnuda, unicamente una diminuta tanga blanquecina le cubria la cual de los extremos derecha e izquierda tenia un par de anillos que daban un estilo exotico a la prenda, el resto de su cuerpo se encontraba en una desnudez inmaculada se veia su piel tostada por el sol que nunca se detenia pero tambien a donde su ropa le cubria su piel se mostraba blanca por la protecciòn devota de la escueta ropa que llegaba a usar, su cabello corto y rubio cenizo caia en un rio desordenando señalando el suelo y sus ojos morados pentrantes complementaban una belleza exquisita.

Giro en el sillon, sus movimientos a pesar de ser torpes, a la vista de la soledad, eran una muestra de sensualidad, era como un gatito que gira y gira sobre su eje, mientras su cuerpo era un espectaculo, su piernas estirandose, la curvatura entre sus pechos y su trasero que se mecian con suavidad con sus movimientos.

Finalmente despues de girar se levanto, se rasco la cabeza, a pesar de tener su cabello revuelto un par de movimientos bastaron para acomodar su cabello perfectamente en orden, a pesar de todo el griterio podria ignorarlo facilmente una vida en el mar, y pasar desde lugares de los màs dignos y reales hasta en la màs misera cantina de un lugar perdido con alguna bebida de porqueria casera.

Se sonrio al encontrar su reflejo en el espejo, hizo primero unas poses de chica inocente, su rostro se sonrojo y sus manos hacia sus pechos ahora parecia virgen, cubriendose con las 2 manos y un rostro de espanto sin duda parecia virgen, luego cambio ahora un brazo mientras con la segunda mano se cubria abajo...tratando de cubrir la parte delantera de su tanga....y mirando a los lados ahora parecia una virgen que iba a dar su primera ves.

Ahora con sus 2 manos cubria sus pezones...y una sorisa picara, ahora parecia una experta, choco con una botella.por el tacto supo que no era apta para beberse, estaba caliente y una buena bebida necesitaba estar fria, empezo a mensearse bailando sensualmente con sus caderas manteniendo un ritmo sexy, rompio la botella y se la vacio encima...dejo a su cabello revolverse mientras el liquido recorria su cuerpo, se quedo mirando, superexperta.

Era momento de buscar comida, el estomago ya le reñia y exigia tributo, busco entre la ropa y el reguero que tenia, un brasier negro, se lo acomodo rapidamente y sus pechos se amoldaban a su brasier, luego una ves ajustado, busco y levanto un short, metio primero un pie y luego otro, y una ves en sus pies, comenzo a subir lentamente y una ves en la curva de su trasero, provocando en vaiven y bamboleo de su nalga izquierda y derecha, el short necesitaba un poco de fuerza para que se acomodara, usos sus 2 manos, usando el contoneo natural de cuerpo termino de acomodar el short en su lugar, y ahora se meneo se lanzo a si misma un guiño ya que se veia muy bien.

Salio caminando afuera se encontraban hacinados los miembros de su barco, al menos una treintena de hombres y veintena de chicas que se encontraban jugando y bebiendo, la batalla de afuera les era tan ajena, que era màs agradable apostar, flirtear y beber.