Finalmente la reunion con el sultan habia sido lo cual era un secreto que cosas habia discutido con los Barbarroja, lo que no quedaba duda es que seria una gran batalla, el control de la ciudad de Rodas importante en la dominaciòn del mar mediterraneo en una guerra comercial contra los ingleses, mientras tanto las presiones de Rusia que se mostraba desafiante y las continuas presiones del Imperio Aleman impedian que la antigua y gloriosa naciòn que habia sido el temor de todas las naciones ahora fuera una naciòn que se le veia debilitada a causa de las acciones de sus Sultanes al regodearse de placeres y desestimar el dirigir a su nacion, con Pashas que se habian denostado en habilidad para la corrupciòn, con Jenizaros que pedia y pedian y competian contra los Sipahis, la flota se debilitaba y daba preminencia a sus corsarios y todo el Imperio Otomano era el hombre enfermo de Europa.
Ahora con una politica que estaba regenerando o buscando regenerar la preminencia del Imperio Otomano, las dispustas intensas no eran raro que surgieran, por lo que si habia movimientos en aquellos momentos era muy util tanto movimiento dentro de la capital para poder pasar desapercibidos los asesinatos y tambien las luchas de poder en la ciudad.
Por las puertas del palacio se encontraba una fiesta privada, la piedra era de marmol, donde estaba un trono de oro joyas, a los 2 lados estaban 20 alfombras encima tenian cojines, y pequeñas mesas donde habia diferentes apretivos pensados en sus usuarios, los pashas del Imperio Otomano que no habian llegado.
Lejos de aquella media luna que se forjaba los principes estaban en 2 lados opuestos, uno rodeado por sus fieles Jenizaros vestidos de rojos con sus sombreros que contenian plumas, sus dagas ya que el principe no era sultan no podrian usar espadas hasta que el tomara el trono y sus ojos que no bajaban las guardia al otro extremo, y en el otro por los Sipahis con sus cotas de malla bruñidas, sus cascos metalicos, y sus protecciones de piel y en oposiciòn llevaban puñales, mirando con fiereza a los Jenizaros, desde la fundaciòn de los Jenizaros siempre habia existido enfrentamiento entre estas facciones mientas los Sipahis su origen se basaba en una extructura feudal donde los mejores guerreros y nobleza Otomana formaban a la caballeria, los Jenizaros eran los hijos de Olimpicos o de otras religiones arrebatados y entrenandos para servir al Imperio pero con los años su extructura era ahora hereditaria por lo que eran fieros contra los Sultanes que intentaban domesticarlos.
A los lados de los principes estaban sus favoritas con vestidos Persas rojos los cuales tenian una falda llena de diseños de animales en dorado y tambien una blusa de la que sobresalian simbolos de flores sus vestimentas eran parecidas despues de todo fue el decreto de un sultan que sus mujeres vistieran igual despues de perder la paciencia con sus mujeres por el tipo de vestimenta al menos en aspectos publicos o de fiestas.
En el centro de la pista, unas docenas de chicas bailaban con vestimentas arabes las cuales eran muy escuetas y su principal funcion, era el ser sugerentes y mostrar su piel ademas de realzar el movimiento de las caderas y el resto de sus atributos.
Mustafa a pesar de mantener una mirada que no pestañeaba sus pensamientos estaban afuera simplemente volteaba ocasionalmente a su hermano Selim, como si supiera que en algun momento esos soldados fueran a cargar contra el y matarlo, no podria enfrentarlo era malo en todo, sintio las manos de Helena que le hizo voltear, le parecia tan sorprendente haberse fijado en una chica no tan hermosa dentro del palacio, tal ves porque era menos intimidante que el resto, pero tambien de una excelsa personalidad que se gano la admiraciòn y el respeto de muchas de las chicas del Harem, por lo que no era inusual, que muchas de las mujeres guardias simpatizaran con ella, porque les consiguio dulces los cuales tenian prohibido, por el pensamiento que si comian cosas dulces podrian volverse dulces, lo cual le parecia ridiculo a los vendedores pero cada quien hacia con su mercancia lo que quisiera.
Mirihma del otro lado a pesar de todos sus talentos y habilidades e incluso su belleza de la cual era envidia y tambien algunas enamoradas dentro del Harem, era màs cruel e insoportable lo que le granjeo gran desprecio entre las que habian pasado el enamoramiento, como el odio entre sus sirvientas como sus guardias, la cual no soportaba a la princesa Persa tendria muchos dones pero eso no era la de una calidez, solo una frialdad que ordena y espera que se le respete.
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Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.
FantasyEl Imperio se fortalece mientras afila sus cuchillos, mientras Inglaterra ha llegado su hora de actuar, Francia prepara meticulosamente su venganza contra el Imperio, Italia dividida se desgarra en una guerra civil, Rusia un nuevo poder emerge y se...