Una ves mas estaba lista para esta recepcion, llegada con un vestido blanco y su cabello con listones que formaban algun par de mechones, el resto de su cabello estaba suelto, le daba un aire de linda y pequeña niña, de ojos azules, claro la princesa no perdia un poco de sus rasgos mas importantes, llevaba unas grandes botas militares, un poco anitestetico con su forma de verse, pero la cosa funcionaba muy bien, la gente no olvidaba ese titulo recien ganado, la ninfula sangrienta.
Por detras avanzaba su madre con un vestido negro de una apertura lateral tan abierto que dejaba ligeramente su ropa inteiror a la vista, de un color negro, un poco atrevido, en realidad muy atrevido con ese escote y un corte de la espalda, el cabello ligeramente revuelto y salvaje pero se veia como una diosa guerrera que acaba de venir en una matanza, y llevaba unos tacones de 15 cm que aumentaban su altura y avanzaba sin ningun problema, una parte de ella se reia de las horas de entrenamiento con su maestra para usar todo tipo de tacones, aun le dolian los golpes con la regla de la anciana, al parecer ella no penso que esos golpes fueran una amenaza o la defensa magica esa bendicion de los dragones se activaria.
La madre y hermosa hija entraron hasta sentarse en una pequeña fiesta, programada por la casa real de los Hasburgo-Quetzalcoalt, la cual comenzo con muchas y grandiosas actividades culturales que fueron interesantes, todas diseñadas para ser rapidas y no tediosas que mantuvo a hija y madre enganchados, mientras tanto llegaron ligeramente tarde el actual Emperador de la mano de sus 2 hermanitas.
Maximiliano iba galante en un traje oscuro, una corona dorada en su cabeza y una espada a su lado, con elementos de los trajes de charro en su vestimenta como el moño y los botones, a su lado izquierdo estaba su linda hermanita menor Carlota una pequeña que iba ligeramente triste pero sonrio un poco al ver a la hermosa Livia y Laura.
Al lado estaba Alejandra que fue mas capaz de mantener el control y fue una sonrisa planeada y gentil, pero por momentos suspiraba, su hermano cordial y perfecto, no por nada las guaridas femeninas dentro del grupo de Laura que eran una combinacion de sirvientas, caballleros de Hlin y soldados supiraran al ver a ese joven.
Para Laura fue un halago encontrar mucho tipo de mole, negro, rojo, verde, blanco, rosa, y hasta azul, era increible la inventiva mexicana, fue un placer ver tambien la cantidad de arroz que habia podria juntar y recombinar, pero cuanto de todos los moles amo el negro era dulce y muy picoso, una excelente combinacion, termino lamiendose los dedos, su madre por su parte.
No pudo dejar de tocar labotella de tequila, y el mezcal, era su ultima debilidad desde que llego el pais, era fuerte, de un sabor poderoso y que se quedaba ensu garganta, era una sensacion deliciosa.
Madre e hija disfrutaron del bufet con las princesas y el Emperador al lado.
Al final Livia cargo a la pequeña Carlota entre sus brazos y abrazarla, al menos ese ligero amor materno ayudo a que la princesa en ves de sonreir por simple formalidad, tuviera una sonrisa triste, porque sentia consuelo pero aun no olvidaba a su madre muerta.
-Gracias-dijo el Emperador a Livia cuando su hermana la cargo su hermana mayor para llevarla a dormir, entre los presentes no habia nadie con la capacidad de sostener a la pequeña y la abuela Carlota se habia quedado un tiempo en yucatan, la muerte de su hijo y de su marido ademas de su nuera le habian pasado factura y ahora se encontraba convaleciente llorando y no podria ver a sus nietos hasta tener la fuerza para no caer en lagrimas ante ellos.
-Ella necesitaba un abrazo-dijo Livia-me recuerda a cuando mi preciosa hija era mas pequeña, me da miedo ver que se volvera en una malvada adolescente caprichosa-dijo su mama mirando a la pequeña que tenia su vestido blanco a reventar de mole y chocolate, que habian traido.
La aludida solo pudo decir-Que pasa-ya que estaba en su precioso chocolate traido de las tierras surestes de mexico, de cacao exotico y antiguo, que era de un sabor mas fuerte y que podria sin duda atocigar el paladar de un dragon, bueno menos de La princesa que era una adicta al azucar.
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Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.
FantasíaEl Imperio se fortalece mientras afila sus cuchillos, mientras Inglaterra ha llegado su hora de actuar, Francia prepara meticulosamente su venganza contra el Imperio, Italia dividida se desgarra en una guerra civil, Rusia un nuevo poder emerge y se...