Espias, locos y dolor de cabeza(castillo Lidwurd)

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Miro a los alrededores, era un momento confortante si realmente un momento confortante para ella para suspirar y relajarse al menos por lo que podria ser unos minutos hasta un par de horas, en los habitaciones que tenian en el castillo Lidwurd le dejaban descansar, pero no se sentia tan a gusto, solo se dejaba relajar por una media hora a veces unos momentos, siempre todos los dias era lo mismo su deber y su trabajo, espiar y obtener informaciòn sobre lo sucedido en la mansiòn Lidwurd originalmente un par de cosas superfluas, quienes entraban quienes salian, que se hacia como se hacia, directrices entre tantas cosas que se podria obtener, hasta sexo "casual" con uno o varios nobles, por algun motivo se les soltaba la lengua cuando una mujer dormia sobre ellos por lo que cumplia con mejor cometido con la familia Wolf.

Una espia enviada y que monitoreaba constantemente a las actividades Lidwurd, originalmente su trabajo debio ser menor, pero tenia una caracteristica era peliroja no tardo en ser parte de las chicas que podria estar con Laura Lidwurd al menos una ves por semanas durante 12 horas, las cuales o podrian ser momentos de observaciòn o estar corriendo y corriendo, era excesivamente rapida muy rapida que ni la misma Lau se dio cuenta de su velocidad.

Hoy era el dia que le tocaba, se habia bañado, descansado el dia anterior con toda la calma del mundo y hoy era una prueba de su resistencia, aun con toda la ropa llena de runas y hechizos para mejorar su velocidad, resistencia y evitar el cansacio, seria imposible una ves terminada su labor el poder moverse demasiado, se miro en el espejo estaba impecable, y tambien con suficientes armas para intentar hacer un asedio a culquier fortaleza, escondidas entre sus ropas tenia navajas, cuchillos nunca penso que siendo una espia enviada a la casa Lidwurd seria de las chicas que podrian llevar armas, paso una mano sobre su cuerpo tanteando los arneses de cuero que tenia en su cuerpo donde escondia todas las armas, era increible con lo ceñido del traje, no se marcara y pareciera que solo usaba lo que se veia a la vista.

Toc toc, era su puerta, era momento de moverse.

Salio despedida y platicando de cosas banales con las chicas en realidad temas que ya sabia el resultado, como que Laura Lidwurd le aterraba montar a caballo su amistad con la princesa, sus platicas con el Embajador Bismarck, que habia vomitado sangre, que Livia se peleo con la jefa de sirvientas, que Erick nadie sabia que pensaba o tramaba y que era domingo.....al menos tendrian unas horas de descanso.

Ella tenia un poder que la hacia muy util que muchas otras espias de la faccion de los Wolf, ella tenia la habilidad de ver las auras de las personas, con solo quedarse mirando detenidamente y algo de poder en sus ojos podria ver esos colores con el tiempi habia aprendido a reconocer todas esas emociones e incluso el influir al presionar con su propia aura y forjar el resultado deseado.

Con aquello pensaba ser una espia menor, una observadora de las auras si cerraba los ojos y se contraba incluso podria sentir la extension de cada aura, era como pequeñas llamas que iluminaban pero quienes tenian mejor magia eran antorchas, su poder le permitia conocer tan facilmente a tantas personas pero no algo que le sorprendio y le atemorizo, que llego incluso a ser parte del cuerpo de sirvientas a disposiciòn de Laura, le sorprendio porque no era de las màs eficientes en limpieza era mejor luchadora y espia pero su cabello pelirojo le dejo sirviendo con la pequeña Princesa, la jefa de sirvientas daba directrices de sus puestos, incluso mando a tres chicas que habian fastidiado demasiado los dias anteriores que queria otro dia porque tenian citas......bien habian tenido su cambio de guardia.....pero las mando en ese momento a las cocinas.

Recordo que hacia dias habia platicas para que Livia cambiara ese papel firmado por Laura, un movimiento maestro del jefe de cocineros, para que lo derogara......pero con lo que habian guardado las sirvientas aquello se habia ido en saco roto y Livia ignoro descaradamente suplicas de controlar al jefe de cocineros, tendria 23 años y habia sido muy tranquila y cariñosa y demasiado buena....pero empezaba a mostrar colmillos y lo peor de todo...ya comenzaba a morder.

Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora