El Imperio se fortalece mientras afila sus cuchillos, mientras Inglaterra ha llegado su hora de actuar, Francia prepara meticulosamente su venganza contra el Imperio, Italia dividida se desgarra en una guerra civil, Rusia un nuevo poder emerge y se...
Alrededor era un frio glacial, la roca desnuda, un sol inmenso que sus rayos caian como saetas a quienes estuvieran debajo de el, y tambien el olor a hierro no por el metal presente en los objetos sino por el metal presente en la sangre que en ese momento se destilaba de una docena de cadaveres.
-¿Sabes cual el gran problema de los Dioses?- dijo con tranquilidad mientras se encontraba mirando a la vastedad de todo el universo, desde su asiento sus ojos podrian mirar como solo tenian aquel privilegio los dioses cuyo poder era el saberlo y mirarlo todo, ese era uno de sus habilidades naturales como poderoso monarca, ese era el rey obscuro.
-¿Cual?- dijo con insolencia la perfecta belleza frente a el una mujer de una exquisites tan arrebatadora que miles de mujeres hubieran matado por un poco de lo que aquella tenia vestia una armadura deformado hasta lo inimaginable con colores chillones y electricos, detras de ella tenia a la mitad de un poderoso ejercito que ahora se habia extinguido a la mitad.
Guerreros humanos, semhumanos e incluso bestias, todos deformados con ojos de colores, con lenguas largas, con sus cuerpos mutilados, todos buscando nuevas experiencias, drogados y medio locos estaban ahi, con armaduras llevadas a la imposible, con colores que lastimaban la vista, untados de perfumes que llegaban a lo nauseabundo, sus escudos con imagenes de su diosa Ayrlis en medio de una orgia que parecia que cobraba vida representando lo que ocurria en sus dominios.
-Todos siempre creen que seran los dioses maximos- se mantuvo impasible frente a tan poderoso ejercito-pero siempre unos u otros caen- miro a la general que en esos momentos se encontraba bastante frustrada, deberian de llevar a este poderoso ser ante su diosa, el plan era corromperlo y unirlo a sus filas, pero como Kargath y como Uxlro sus ejercitos habian sido arrasados, incluso el gran Harx habia decretado que no se le atacara a este poderosa existencia estaba tan complacido de una existencia que fuera capaz de mandar al olvidos a miles que con las muertes que provocaba y aquella desolaciòn que traia le alimentaban y daban un poder que lo estaban imponiendo sobre sus hermanos.
-Rey..... le invito con toda la cortesia del mundo, a que visite los salones del placer- dijo despues de ver que la violencia no podria imponerse a el.
-Y yo para que quiero ir con una diosa loca- dijo sin ningun miramiento el poderoso Rey
(Creditos a quien sea)
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-No le perdonare- declaro con todo el odio al ver a su diosa rebajada-ataquen- dijo totalmente enojada, el rey miro al ejercito que le ataco con infinidad de flechas y ataques magicos, ni siquiera se movio para esquivar los ataques, simplemente inhalo fuerte antes de finalmente lanzar un soplido de energia negra.......que detuvo esos ataques facilmente.
-¿ESE FUE UN RUGIDO DE DRAGON?- dijo la general que habia escapado a la onda de choque generada por el contrataque del Rey.
-Ese no fue el rugido de un dragon- dijo con total tranquilidad mientras sus ojos cambiaban.
Sus ojos con la esclerotica de color negro brillaban fuertes...junto con sus pupilas de.....¿dragon?
-Este es un rugido de dragon- dijo levantandose del suelo, mientras inhalaba fuertemente y llevar la destrucciòn de otro ejercito ante sus manos.
