Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.

La caida de los dragones (parte 6 T.T)

-Nosotros el Clan oscuro hemos esperado por tanto tiempo perdidos en medio de un mundo de oscuridad y pesadilla, viviendo entre la miseria y cazando a los màs terribles seres de paroniria, hemos vivido tanto lejos de la luz, que ahora ante el vasto mundo en donde estamos el dia de hoy solo podemos escuchar, las voces de la inocencia y una tierra virgen, una tierra virgen que clama ser conquistada, los ejercitos marchan, los hombres mueren y los oscuros se baten contra los dragones-

Al frente avanzaba en medio de las cientos de batallas invidividuales que se llevaban a cabo en medio de su camino, los soldados se enfrentaban en orden o desorden, mataban o eran asesinados, pero el estaba exhaltado por su siguiente batalla, por eso el paso de su montura retumbaba y provocaba temor alrededor.

De una gigantesca tamaño de 12 metros y casi 10 toneladas, avanzaba el gigantesco reptil de una cabeza de casi un metro y medio, con ojos grandes y y de una boca repleta de dientes afilados y grandes tanto como una navaja, de un cuello macizo y unido a su cuerpo grande y repleto de escamas duras, tenia una cola que servia para mantener su centro de gravedad y avanzar ya fuera rapido o lento, unas piernas macizas y que retumbaban el suelo con fuerza, unos brazitos chiquitos, era una bestia parecida a los dragones pero solo era una bestia magica de las que solo se narraban en las historias de exploradores perdidos.

-Que es eso- gritaban desde la distancia nobles o comerciantes poderosos en las diferentes mansiones que se mantenian alejados del combate.

-Es el rey Tirano-

-¿El que?-

-Fue descubierto por A. Lakes en 1874, en Golden Colorad- (*totalmente cierto estos datos)-lo llamo Tiranosaurio Rex- dijo uno de los hombres que tenia aficciòn por los datos naturalistas de especies magicas interesantes.-que hermoso-

Por supuesto la poderosa bestia avanzaba sin que nadie tuviera el valor para intentar molestar, pero ademas de su ya poderosa extructura corporal poderosa, estaba recubiero de una armadura negra y cientos de craneos estaban unidas por cadenas cayendo de un lado a otro, aumentando la grandiosidad y el temor de este poderoso, ser y tenia una montura, un jinete de cabello pelirojo, y una barba larga que tenia en trenzas, su armadura se veia mellada y oxidada y su espada en mano tambien estaba rota por pedazos, se veia deshaciado, pero eran sus ojos y su calma lo que demostraba que era muy peligroso.

Detras de la bestia avanzaba unos 100 hombres montando, en reptiles parecidos al tiranosaurios pero pequeños de entre 3 metros, con brazos largos y sus piernas con garras afiladas, una cabeza màs afilada y con plumas de colores por el cuerpo, y para aumentar su protecciòn estas bestian tenian armaduras màs relucientes y menos llenas de cabezas como el de su general, los hombres en las monturas se mantenian con cuidado detras de la bestia y avanzaban entre el peligroso Tiranosaurio.

Su avance era tal que estaba emparejandose al nivel del ejercito invasor que combatia en las mansiones enemigas que habian designado para hacer patente una alianza con los Purificadores, en su avance, la bestia rugio de una potencia abrumadora que destrozo los muros de una mansiòn y rapidamente una horda de invasores ya habia comenzado una masacre, mientras los defensores rapidamente defendian las puertas y casas de la mansiòn, tratando de atrincherar, un fatal destino se cernia sobre ellos, la bestia en su avance debido a su altura lanzo mordiscos a enemigos que eran atrapados en sus fauces y sus gritos aplastados por el ruido de sus armaduras y los huesos crujiendo por la presiòn de este poderoso ser.

El avance de su ejercito personal, entrenado despues de pasar tiempos en Madagascar y en tierras peligrosas, habia reunido bestias exoticas para su guerra, por lo que sus hombres eran un compendio de colores desde el negro al blanco, y de todos los tamaños.

Detuvo su avance, sus ojos centraron su atenciòn, al parecer el enemigo era muy capaz como para deducir el lugar hacia donde dirigia a sus hombres.