Recuerdos de Segismundo.

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Helmut Lidwurd "Llamas Rojas", demostro su inmensa habilidad marcial al vencer a su hijo que tenia la capacidad de reponerse y tratar de defenderse, cabellos plateados y tambien la espada que ella habia tomado en un estado completo, sonreia pero tambien se veia cansado.

-Suficiente declaro- Helmut a un Segismundo que ya habia dejado suficientes muestras de cara en el suelo. Laura se habia quedado sentada mirando alrededor, el ambiente era parecido pero tambien muy diferente, era tan movido y de un ambiente relajado, las sirvientas o criadas, vestian directamente en ropa interior y se movian constantemente a esa zona donde las chicas se reunian periodicamente cada rato para pasar un trapo entre las aguas frias congeladas con cristales de hielo y pasarselo por sus cuerpos, algunas lo hacian juntas y era cuando màs inepto era Llamas rojas pero no lo suficiente para perder, hasta que aparecio una chica de cabellos plateados sin duda su esposa y la Fenix, que se quedo mirando la batalla y despues de ver las reacciones de su marido, se dirigio al lugar, mando una mirada asesina a Llamas Rojas, el cual tenia el cabello pelirojo y una barba ligera, media 1.80 y era un manjar para los ojos del resto de las mujeres, Laura que no sabia que ocurria miraba a las chicas, en realidad empezo a deducir que eran los recuerdos de Segismundo, porque obviamente la espada que habia tomado era de Segismundo y no necesitaba tener un pensamiento o capacidades muy complejas para deducirlo, pero se quedo mirando a las chicas con una sonrisa, eran bellezas encantadoras y semidesnudas que màs podria pedir, excepto notar a la belleza plateada que se dirigia donde estaban los botes de agua fria.

La Fenix  que vestia un vestido ligero, sin demasiado recato se deshizo del vestido, los hombres que llegaron a estar se dieron la vuelta lo màs rapidamente posible, y comenzo a pasar uno de los trapos lentamente, sin duda era una de las mujeres màs bellas y tambien la debilidad del Pelirojo que fue golpeado por primera ves por su hijo que se mostro estoico, y que decidio no girar la cabeza.

-He ganado- dijo tranquilamente-enseñame a usar magia de dragon-

-No cuenta si tu madre se quita la ropa frente a mi- la fenix se quedo semidesnuda mientras las sirvientas le ayudaban a pasarse trapos por su cuerpo lo que se veia bastante bien.

-Acaso no dices que no debo dejar guiar por mis sentimientos o deseos en una batalla-

-Pero eso...- su mujer le lanzo una mirada que recriminaba-esta bien, te enseñare magia de Dragon- declaro Llamas Rojas

La visiòn desaparecio, Laura habia soltado la espada, se quedo mirando se encontraba en su cuarto, con sus espadas, lanzas, algunas armaduras que habia logrado acomodar en forma de batalla o defensa se encontraban inmoviles, las sirvientas se encontraban afuera podria oirlas amontonadas.

-Bestia- dijo en voz alta, a su lado se encontro el cachorro, con su actitud agesiva y tambien bajo la voluntad contra ella-quien es una cosa peluda y agresiva- dijo abrazandole y el pequeño zorro moviendo su colita de felicidad-quien va a romper la ropa de quienes me espian- Bestia siguio contento con los cuidados de Laura pero comprendio la orden.

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-Corran- las sirvientas empezaron a huir, no era la unica ves que mandaba a Bestia, tambien cuando estaba con su mamà o intentaban espiarla cuando se bañaba, el zorro aparecio por un lado, mirando a sus presas.

-Gracias a Freya que venia preparada- dijo una de las sirvientas

-¿He porque?-

-Hoy traje mi conjunto "Diversiòn"-

-para el soldado del que cuentas- una de las chicas le sonrio

-Se lo ha ganado- las chicas estuvieron de acuerdo lo habian visto esmerarse, se lo merecia

Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora