Gloria, Honor y Sangre!!! La caida de los Dragones.

Ultimas preparaciones.

Llorando y en posiciòn fetal habia estado toda la noche desde el momento donde se dio cuenta que iba a estar muerto, muerto por no tener la flota a tiempo, muerto por incompetencia y muerto para que los Salamander brillaran.

Von Frederick Otto, no era ni parte de la nobleza ni parte del populacho, el era parte de familia de comerciantes, no era talentoso pero al menos sabia cumplir ordenes y tenia suficiente dinero, tanto dinero como para comprar un par de puestos en el unico lugar donde podria conseguir puestos sin alto nivel magico, ni entrenamiento militar...solo dinero para avanzar en los escalones militares, Almirante.....sono muy bonito hacia unos meses, hasta que supo lo que ocurrio con el anterior, asesinado, y el anterior asesinado y el anterior asesinado y al parecer todos los fracasos navales habian sido pagados con la sangre de su Almirante.

Los muelles militares tenian barcos excelentes para la guerra, pero sus marineros eran mediocres, sus comandantes e intendencia era deficiente, la inmensa ciudad de Wismar les deberia de mostrar respeto, pero todas las alabanzas era para los cuarteles militares y muelles privados de los Salamander, bases primigenias de la Liga Hanseatica, desde que se dio cuenta que no era bueno con la logistica, no tenia nada para el viaje a Mèxico, el dinero llegado de las arcas del Imperio no habia llegado, demasiadas trabas y problema tras problema le inundaron directamente, hasta que finalmente se puso a llorar en una esquina.

Grande, seboso, tal ves hacia 20 años atras habria sido agradable a la vista pero hoy que se habia dejado de cuidar, engordando y con una papada digna de una rana rey, siguio llorando y llorando desconsolamente, lo matarian y lo ejecutarian por incompetencia, asi que en ves de sumirse en una ultima libaciòn a los dioses decidia que llorar era el mejor consuelo.

Siguio llorando incluso a pesar de que sus subalternos, que no eran màs competentes entraron y se retiraron, en realidad algunos se preocuparian por ser el siguiente en la liza de ejecusiones, mejor decir el siguiente gran Almirante al mando de la flota.....el cual no era el mejor empleo o posiciòn para ostentar.

Por la puerta se deslizo una chica rubia, no mayor de 17 años no menor de 15 años, vestida con una capa cafe que le cubria de los pies a la cabeza, parecia sin duda nerviosa y de pasos nerviosos, cada pasito parecia que preguntaba a su otro pie si queria avanzar hasta que avanzo al sentir el jaloneo de uno de los hombres Salamander que avanzo...jalando a la chica con fuerza del brazo.

-Mi Almirante- declaro el soldado vestido con su uniforme militar de tela, pantalones negros, un saco de 2 botones ostentoso en el lado derecho con las medallas, en los bordes de su camisa de lino se mostraba el aguila bicefala del Imperio, y tenia un cinturon negro de cuero donde estaba unido una espada de magia, cabello recordato y a las hombreras ostentaba en un extremo el simbolo del dragon y el izquierdo el simbolo de los Salamander, sus botas de cuero resonaron con una clara muestra de dominio-he escuchado que ha estado en tan mal estado que le presento un regalo.....una pequeña chica para cualquiera de sus deseos-dijo antes de jalarla al frente-asi que por favor.....disfrutela.......al menos los Salamander nos preocupamos de nuestros grandes Almirantes cuando tenen que servir a nuestros amos y señores los Lidwurd-

El hombre arranco la capa de la chica dejandola, en un brasier y unas panties color negro.....mientras ella mantenia las manos al frente nerviosa....y manteniendo la cabeza agachada, Otto se puso a llorar, al parecer los Salamander mandaban su regalo antes de matarlo, miro a la chica controlandose....pero al final....la lujuria no era parte de el, siempre habia vivido como un Sibarita....entre los lujos y la tranquilidad, no era fuerte por eso no penso en una carrera en el ejercito Imperial sino en la Flota, aunque la chica rubia de ojos verdes, pechos grande un buen trasero respingon que pudo ver ligeramente cuando la chica giraba a ver los lados de su oficina y centro de mando.