22. Garantías

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Supongo que si no acepto, Crash desaparecerá para siempre, sin poder haber ido al paraíso. Pero antes de mencionar cualquier cosa, necesito garantías y entender que es lo que quieren.

—¿Dónde está Crash? Exijo que me lo devuelvan. No haré ningún trato con ustedes, si no me lo traen de regreso.

—No creo que estés en posición de exigir eso —Mis pies se hunden en aquél piso oscuro, que parece arenas movedizas —pero te diremos, si no esto no tendría sentido —Se ríen.

Suspiro y sonrío.

—A ver.

—Es simple, queremos un bebé.

—Lo haría pero, no tienen cuerpo —Me río.

Ignoran mi acotación y alzan la mano, señalan una bruma la cual se abre y muestra una imagen, cuando se vuelve más nítida, la veo.

—Específicamente ese —Hace una sonrisa retorcida cuando vuelve a mirarme —¿Lo conoces?

—¿El bebé de Eliza? Lo siento, aún no nació.

—Mejor, es justo lo que necesitamos.

Frunzo el ceño.

—Mi respuesta es no.

Bajo la vista, y veo como me sigo hundiendo, el líquido negro ya me llega a las rodillas.

—Y en tus visiones no viste si te asesinamos ¿no? Eres inteligente Ace, sabemos que puedes hacernos el favor, quizás si le pedimos a otro sería peor para Eliza. Piénsalo, puede que hasta nos detengas antes de que el bebé nazca.

—¿Hasta me dan opciones para traicionarlas? —Me río.

—No te preocupes, también tenemos nuestra garantía ¿Trato?

Una mano que tiene un tatuaje de araña en su palma, sale del suelo y me hace un gesto para estrecharla.

—¿Y Crash?

—Estrecha la mano y lo sabrás —Se ríen.

—Si no queda de otra —Apenas toco el tatuaje, siento un extraño dolor en la palma y visualizo la electricidad que sale de allí —¡Wow! Que tensión —opino.

Ni siquiera sabía que las voces tenían. Pero debía ser obvio, están vivas y llenas de emociones.

Un enorme viento se siente en el lugar y salgo despegado del cuarto, cuando escucho una explosión. Soy expulsado fuera, al pasillo, y veo a Darren que al parecer intentaba abrir la puerta, pero con el impacto cayó también.

—¡¿Estás bien?! —grita alterado levantándose —Esas malditas no me dejaron entrar y... —Se queda tildado y pregunta —¿Quién es?

—¿Eh? —Giro mi vista viendo a Crash desmayado en el suelo —¿Lo ves?

Que extraño.

Me acerco a mi novio difunto y veo en su palma un tatuaje de araña, por acto reflejo agarro su mano y me doy cuenta, puedo tocarlo. Entonces recuerdo las palabras de las voces:

"También tenemos nuestra garantía".

Eso es jugar sucio, que tramposas.

Más allá de los ojos #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora