Más allá de los ojos #4

43. A primera hora

Tarik

Malditas demandas ¿Cómo terminé durmiendo en un club nocturno? Ese tipo tiene cadenas de hoteles y nos envía aquí ¡No tiene lógica, no necesito guardias! Ni que estuviera en peligro o algo así, solo perdí mi casa.

Mi hermoso galpón, mi hogar. Y no puedo llorar, soy el líder, me la aguantaré, maldita injusticia. La mala suerte me persigue.

O tal vez no, mis ojos siguen con su vista al trasero de Jav, que se agacha para arreglar una de las luces del lugar.

—Amigo, creo que el jefe te está registrando otra vez —se burla Lon y el moreno se golpea la cabeza sin querer por levantarse desprevenido.

—¿Qué? No inventes —Se soba el lugar afectado por el dolor y se levanta del piso.

—¿Qué hacen chicos? —Me acerco a ambos, ignorando su conversación para no parecer tan obvio —¿Ya rompieron algo? —Me río y al percatarme bufo —Mejor no me burlo, que seguro la cuenta me llega a mí.

—En realidad, ya se encontraba rota —responde Jav —lo estoy arreglando para que nos salga menos, si hacemos mantenimiento, seguro algo bueno sale a nuestro favor.

Me agarro de los cachetes feliz.

—Ay te amo —Lo abrazo —¡Yo sabía que eras el inteligente del grupo!

Se ríe, pero Lon hace el gesto de cerrar un dedo en un círculo y meter el otro allí para burlarse de nuevo, entonces Jav se aparta para recriminarle.

—¡Deja de inventar cosas! —se queja.

—Yo solo digo lo que veo —Silba.

—¡Ves mal!

—Hey no se peleen —exclamo cuando comienzan a darse puñetazos —. Ah no tiene caso —Ruedo los ojos.

—¡¡Hola!! —escucho esa voz animada y me preparo para los gritos, así que me tapo los oídos.

—¡¡¡Hola Aradia!!! —gritan todos juntos y contentos.

—¿Ya dejaste a Jovan? —Se le acerca Jav y se toca el cabello.

—Si no es así, te conseguiré los trámites del divorcio, será fácil para mí —expresa Lon arrodillándose, como declarando su amor.

—¡Yo te daré mi corazón! —grita Francisco e intenta abrazarla pero ella lo esquiva.

—¡Aradia te amo! —exclama otro.

—Te conseguí flores —dice Pedro acercándose a ella.

La brujita corre hasta mí y se pone detrás.

—¡Controla a tus perros! —expresa de manera adorable y puedo oír hasta un "aww" por parte de todos.

—¿Qué haces por aquí? —le pregunto ignorandolos a ellos.

—Ace me está buscando y ya estoy aquí —Alza la mano feliz —. Primera hora de la mañana es mía ¡Yey!