La tensión crece, Rein se levanta de la camilla, comienza a caminar, con cada paso va cada vez más rápido. Me esquiva, casi me causa un paro cardíaco cuando pasa por mi lado.
—Rein —Emmet lo detiene, agarrándolo de la mano —espera.
El postrecito no está en sus cabales, forcejea con él hasta que le lanza su electricidad y el sexy robot sale disparado hacia el suelo.
—¡Tengo que recuperarlas! —exclama en alto con los ojos humedecidos. Comienza a correr hasta las brujas y como no las alcanza, se detiene gritándoles —¡¡Devuélvemelas!!
Hay electricidad en todo el pasillo. Los vidrios se rompen.
Me paralizo recordando mi visión, Nyx tenía uno en su mano cuando me lo clavo en el estómago. No estoy tan equivocado, viendo que comienza a correr de nuevo y cambia a su forma de mujer para alcanzarlas. Agarra a Calipso del cabello y la golpea con un vidrio que se llena de sangre.
—¿Quieres esto? —se burla la Reina Madre, moviendo el collar entre sus dedos, mientras está delante del portal —Ven a buscarlo al aquelarre Osiris —Desaparece pasando aquel agujero negro.
La bruja rubia agarra su báculo rápido, el cual se cayó cuando Rein le pegó. Desesperada por salvar su vida, quiere teletransportarse, lo consigue cuando Darren se interpone en el camino de Nyx.
—Manjar, cálmate —le dice pero Rein no le hace caso.
El postrecito observa el incienso en el suelo, entonces recuerda de quién es la culpa. El silencio se forma en el pasillo cuando las dos mujeres ya no están en el edificio y él dirige su ira hacia mí.
Se acerca rápidamente con el vidrio en la mano, manchado con la sangre de Calipso y nadie lo puede detener porque de su cuerpo emana mucha electricidad oscura, tanta que es intocable de la furia que tiene.
Entonces revivo mi visión, algo modificada, pero es la misma.
—¡No! —grita Darren cuando recibo la puñalada.
Veo caer de la misma forma las lágrimas del postrecito, que susurra con tristeza.
—¿Lo sientes? Quiero que lo sientas igual o peor que yo.
Hasta sus palabras son idénticas, el dolor es igual, incluso la segunda puñalada duele de la misma manera. Lo único distinto aquí, a mi premonición, es que tengo varias personas presentes.
Caigo al suelo y escupo la sangre que sale de mi boca.
—Espera... —le digo cuando se sube a la ventana.
Darren corre hasta mí, al ya poder acercarse.
—Muérete, Ace —Rein salta abriendo un portal y desaparece.
—¿Desde cuando puede hacer eso? —acota el restaurador sorprendido y luego vuelve a mirarme —Te... te curaré, de alguna forma —me aclara tocando la herida en mi pecho —Emmet —le pide ayuda nervioso, ya que por lo que me contó una vez curo a un hombre con su consejo —no sé cómo...
—Ya es tarde —lo interrumpo mirando la ilusión del reloj que se detiene en mi mano.
Seyn también se acerca hasta mí, preocupado.
—No digas eso.
—Alguien... ¿Puede fijarse cómo está Crash? —pregunto sintiendo que me desvanezco —No sé qué le pasó después de ese ritual.
—Irás tú y te fijaras —Se acerca Tarik —¿Qué es eso de rendirse?
—No es rendirse —Cierro los ojos —es una cuenta pendiente.
Oigo que me hablan y lloran, pero los escucho alejados. Cada vez hay menos sonidos, entonces me doy cuenta, mi visión tenía razón, el corazón se me detiene.
~•~
Vamo a llorar 😭
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Más allá de los ojos #4
ParanormalLa mirada de una persona dice muchas cosas, pero la de un adivino te muestra más allá. Saga Restauración #4 *Por Viviana Valeria V.