Heteroflexible 《MYG+KTH》

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Al llegar al departamento, el castaño no perdió tiempo y se lanzó sobre él, besandolo y empujandolo hasta su habitación. El otro no opuso resistencia, más bien lo recibió gustoso, y TaeHyung tomó eso como una respuesta afirmativa a seguir insistiendo. 

Hizo chocar su espalda contra la puerta y aplastó su torso contra el suyo, deslizando una de sus piernas entre las contrarias, frotándose descaradamente, buscando la excitación ajena, mientras apretaba sus costados y lo besaba con urgencia y deseo, mordiendo y tirando de sus labios entre sus dientes para dar lugar al contacto de sus lenguas.

Unas manos acariciaron su espalda y la humedad de la boca contraria en la suya se hicieron presentes. Recibió una sensación eléctrica que recorrió toda su espina dorsal, y sólo le bastó con que el otro succionara su labio inferior de forma atrevida mientras sonreía con lascivia para asegurarse de que tenía más que luz verde para seguir con todo esto. Debía aprovechar.

Como pudo abrió la puerta y entraron entre risas a la habitación casi a los tropiezos al no querer romper con el beso aún. TaeHyung tumbó sobre la cama al chico que ahora lo atraía hacia él con desespero y lo besó con hambre y lujuria. Se animó a frotar sus caderas contra las contrarias, arrancandoles un gemido de placer a ambos. Y al notar que esto ya no era un problema para el otro, comenzó con un vaivén lento, creando un roce exquicito que trataba de sincronizar con el ritmo del beso, llevandolos a la locura

Desvió su atención de su boca hasta su cuello, succionando la suave y cálida piel de esa zona de forma deliciosa, y buscando desabrochar rapidamente sus pantalones, aprovechando que el chico debajo de él estaba demasiado ido por las caricias anteriores como para hacer algo, y sólo se dejaba hacer. Sin embargo, eso no impidió que el otro sintiera que iba demasiado rápido y eso le molestó, por lo que invirtió sus posiciones, sorprendiendolo, y tomó las muñecas del castaño en ambas manos, presionandolas contra el colchón, dejandolo inmóvil.

-Oh sí, amarrame, así será más excitante.

Las palabras urgidas de TaeHyung provocaron una risa divertida en el otro, quien ignoró eso y sólo se acercó para succionar su cuello, saboreando el acelerado pulso de su yugular, sacandole suspiros y gemidos entrecortados al castaño, que cerró los ojos y se dispuso a disfrutar de la atención ajena sobre él.

De pronto el celular del chico sobre él comenzó a sonar, por lo que se apartó un momento para buscarlo en sus bolsillos, con la intención de apagarlo.

-Oh sí, contesta mientras lo hacemos, eso también es tan calie-

-¡Maldición, TaeHyung! -Le cortó con el ceño fruncido -Te daré una mamada y sólo porque estás ridículamente cachondo el día de hoy.

-Es tu culpa -Se quejó de forma dramática -Mira lo que me provocas Min YoonGi, hazte cargo de lo que me prov-

YoonGi aplastó su mano sobre la cara de TaeHyung para callarlo y revisó la pantalla de su celular.

-Es Hoseok.

-¿Atenderas? -Preguntó con la voz amortiguada por la mano del mayor sobre su cara.

-No, discutí con él y no quiero escuchar lo que tenga que decirme -Dijo molesto y colgó la llamada.

-Bien, entonces ¿En qué estabamos? -Ronroneó TaeHyung mientras lo atraía hacia él, pero el celular volvió a sonar y YoonGi se apartó nuevamente -¡Maldición! ¡¿A todos hoy se les da por interrumpir?!

-Eres tú.

-¿Eh?

YoonGi le acercó su celular a la cara, y el castaño vió en la pantalla que, en efecto, el contacto que lo estaba llamando estaba agendado como "TaeHyung".