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No podía quedarme de brazos cruzados. Mister europeo estaba loco si creía que me iba a conformar con sus normas, nunca hago caso a nadie, ni por mucho que se parezca la otra persona a un dios griego.

- Nos vemos pronto T/N - Me dice Emily desde la puerta mientras se va con sus padres. Se marchan y me giro a Joel, él me miraba triunfante, que lo disfrute mientras pueda.

- Ya has conseguido lo que querías, felicidades 

- Es por tu bien

- ¿Mi bien? Si fuera por mi bien, no estaría aquí, sino en cualquier club de Miami con más alcohol en el cuerpo que agua y rodeada de chicos mientras bailo con Emily.

- ¿De verdad quieres que ese sea tu futuro? 

- ¡Si! ¿Cuándo lo entenderán todos? 

- Nunca, no entiendes que si sigues así todo el mundo te verá como una fácil. ¿O es que lo eres?

Me hago la ofendida por sus palabras y subo corriendo las escaleras, una vez llego a mi habitación cierro la puerta tras de mí de un golpe. Yo había buscado eso, quería que dijera algo para ofenderme, pero no sabe que a mí nada me afecta. Hecha la escena, se sentirá mal y se irá a dormir. Pero de pronto escucho que golpean a la puerta.

- No quiero hablar contigo Pimentel 

- Por favor, abre - Se le nota mal, casi podía imaginármelo de rodillas suplicando - T/N, por favor 

- Me has hecho daño, no quiero verte - dramatizo

- Lo siento, de verdad - abro la puerta y efectivamente, se nota que se sentía culpable - Perdóname no quería decir eso

- Pero lo has dicho - aparto la mirada de él e intento aguantar la risa que lucha por escapar de mis labios

- Pero no es lo que pienso, te lo juro 

- Está bien, te perdono, pero que no se repita de nuevo.

- ¿Ya? Sin nada a cambio 

- ¿Quieres darme algo a cambio? - le miro con las cejas alzadas y con expresión de burla

  - La famosa T/N Miller volvió - Sonríe, dios que hombre... ¡No! Es el enemigo - Descansa - me da un beso en la mejilla y se da la vuelta para irse, yo me quedo parada con mi mano en la mejilla hasta que escucho un golpe en la ventana de mi cuarto.

- ¡Dios Emily! Me has asustado - Cierro la puerta por si mister europeo volvía

- ¡Perdón! ¿Qué hacías ahí parada? Parecías idiota

- He discutido con mister europeo 

- ¡Uy! Problemas en el paraíso 

- Da igual, vamos 

Salto por la ventana y ella tras de mí. Es un segundo piso, pero no era muy alto como para hacerme daño. Corremos hasta su coche que estaba a una manzana de casa. Cuando llegamos, ponemos rumbo al club. Al llegar el portero, nos reconoce y da la bienvenida. Entramos y enseguida el olor a alcohol inunda mi olfato, yo vivo por esto. Lo primero que hago es ir a la barra a pedirme una copa, en teoría al ser menor de 21 no me deberían servir alcohol, pero como soy hija de un gran empresario siempre hacen la excepción. De la nada vienen a sentarse al lado nuestro dos chicos.

- Hola, hermosas - Dice el de ojos claros con acento cubano.

- Buenas - Dice Emily, yo simplemente ruedo los ojos - ¿Cómo se llaman? 

- Yo soy Erick y él es Christopher ¿Y ustedes? 

- Ella es T/N Miller y yo Emily Davis 

- Miller y Davis ¿Son las hijas de los famosos empresarios? - Emily asiente sonriente 

- ¿Tú porque no hablas? - Dice ¿Christopher? Mi mirada se dirige hacia él captando mi atención.

- Sinceramente, estoy esperando a que se vayan - ambos se ríen. No era ninguna broma.

- Perdonen a mi amiga, hoy no está de humor 

- Tranquila, me cae bien - Chris me mira sonriente y yo aparto la mirada de él para volver a ponerla en el vaso. Escucho como Erick invita a bailar a Emily y se van haciendo que Chris ocupe el lugar donde estaba sentada mi amiga - ¿Qué me cuentas de ti Miller? 

- Nada que te importe mm... - digo preguntando indirectamente por su apellido

- Vélez - sonrío. En el fondo este chico me cae mejor de lo que quiero admitir - Mira que bien, sabes sonreír - dice con tono de burla.

- No creas que no tengo sentimientos, solo detesto al 90% de la población 

-¿Me encuentro en ese 10%? - se ríe provocando mi risa, la verdad, tiene una risa muy contagiosa.

- Puede ser Vélez, puede ser 

Seguimos hablando hasta que ya estoy lo suficientemente borracha como para ir a bailar, así que nos levantamos y nos juntamos con Erick y Emily que estaban bailando bien juntos. Chris se pega a mí. Él va igual de borracho que yo o peor, y ya es decir. Se va acercando más y más hasta que nuestros labios se juntan, pongo mis manos alrededor de su cuello y él coloca las suyas alrededor de mi cintura, acercándome más a él. Seguimos besándonos hasta que noto como lo arrebatan de mí. Al separarnos veo como cae a causa de un golpe. Alguien me coge con fuerza del brazo y me empuja hasta afuera. Ahí es cuando veo quien es el causante de tanto alboroto.

- ¿Pimentel? ¿Qué haces aquí? - pregunto confundida

- ¡No puedo creer que hayas sido capaz! - Se le veía enfadado. ¿O es que estaba celoso? Imposible, nos conocíamos de tan solo horas

- Mira mister europeo, ya soy mayor como para ser responsable de mi misma 

- ¿Responsable? ¡Mírate T/N! Estás borracha y te estabas restregando con un tipo que seguro se quería aprovechar de ti 

- ¡No lo conoces como para juzgarlo! - Grito

- ¿Y tú si? ¡Lo acababas de conocer! - grita él también

- No te importa, él me gustaba 

- No sabes ni lo que dices, vamos a casa 

Me abre la puerta del coche y al ver que me negaba vuelve a cogerme del brazo para que entre. En ese momento me doy cuenta de que Emily se encuentra en el asiento de atrás durmiendo con una sonrisa, ella si se lo había pasado bien.

Joel entra al coche y arranca sin decir ninguna palabra. Una vez deja a mi amiga a su casa y vuelve al coche. Yo me estaba haciendo la dormida, pero llego a escuchar como suspiraba.

  

- ¿Por qué eres tan difícil? - Sin decir nada más arranca para seguir el camino a casa. 


EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora