9

356 24 0
                                    

- Wow - digo asomándome por el balcón - Es precioso

- Lo sé, siempre vengo aquí cuando necesito pensar o desconectar - se coloca a mi lado y noto como me mira, me giro lo suficiente para poder mirarle a la cara y veo su sonrisa

- ¿Por qué me has traído aquí? - suspira y aparta un momento la mirada, pero enseguida la vuelve a poner en mi 

- Quería hablar contigo. Lo sabes todo, ¿verdad?

- Todo no. Sé su nombre y que dos perros le siguen casi tanto como tú a tu mamá - rueda los ojos

- ¿No podemos tener una conversación en la que no insultes a mi mamá o a mí?

- Lo siento, eso no está dentro de mis planes - me encojo de hombros y él sonríe. Al menos sé que no está enfadado - Haré un esfuerzo - sonrío y vuelvo a poner la mirada hacia las vistas

- Creo que es la primera vez que te veo amable - se gira igual que yo y los dos miramos al mismo punto fijo, el horizonte.

- No te acostumbres Pimentel - Veo como baja la mirada y vuelve a subirla

- Te dejo que me preguntes lo que quieras sobre ella - Le miro rápidamente. Ni él se imaginaba decir eso - De verdad. Tarde o temprano te enterarás, mira lo que has tardado en saber quien era

- Está bien... ¿Cómo ocurrió? 

- Esa es fácil. Ella llegó hace unos meses al internado y físicamente me atraía. Lo que pasa es que no la aguantaba - Ríe bajando la mirada al patio que hay debajo del balcón - Era muy controladora, una creída. Se pensaba que era la reina simplemente porque yo era el guardia del internado y estaba saliendo con ella, pero nunca lo fue.

- Si no te gustaba y solo te atraía, ¿Por qué empezaste a salir con ella?

- No es que no me gustara. Es verdad que al principio fue algo físico, pero cuando estábamos solos, sin ninguna interna, era muy dulce. Era en el único momento en el que veía como era realmente.

- Así que te terminó gustando - Mis palabras suenan con un tono de tristeza y no sé por qué. ¿A caso tengo celos? ¿Estoy mal por no gustarle yo a Joel porque él a mí si me gusta? Todo eso es imposible - Siguiente pregunta - Intento sonar normal pero no lo consigo

-¿Estás bien? - Me mira preocupado

- Sí. Estaba pensando y...

- No me mientas - Me acerca a él y coloca sus manos en mis mejillas mientras las acaricia con sus pulgares. No puedo evitar sentirme pequeña y le miro con los ojos brillantes. Parece que va a decir algo más, pero sin más me abraza fuerte contra su pecho y yo rodeo mis brazos a su cintura para abrazarle y así sentirme como en casa, a salvo.

- ¿Qué hace está aquí? - Se escucha la voz chillona de Jessica y nos separamos rápidamente - ¿Joel? ¿Piensas responder? - Se acerca a nosotros 

- Jessica no puedes estar aquí sin permiso

- Oh, perdón, parece que antes no te importaba - ¿A ella ya la había traído aquí?

- No mientas, nunca has estado aquí 

- No, la verdad es que no. Pero siempre te veo asomado aquí y he pensado en venir a ver si queda algo del Joel que conocía y del que me enamoré - Se dirige hacia él y pensar que se puede lanzar a sus labios me hace tener arcadas - ¿Qué ha hecho esta chica contigo? - me mira con desprecio - La prefieres a ella ¿no? Es eso - Baja la mirada y me mira - Si crees que me voy a rendir tan fácilmente no es así. Él es mío y te lo demostraré - Se va y Joel se apoya en la barandilla, apoya su cabeza en sus brazos y suspira

- Ves lo que te digo, insoportable

- No le hagas caso. Es idiota - me acerco a él y acaricio su espalda suavemente. Él levanta la mirada y veo que estamos bastante cerca, demasiado. Bajo la mirada a sus labios y cuando veo los pensamientos que pasan por mi mente, me separo - ¿Puedo seguir haciendo preguntas? - cambio de tema 

-Es tarde. Mañana tienes clase y... - Mira el reloj de su muñeca - En diez minutos no se permite que las internas estén por los pasillos

- ¡Dios! Me han metido en una cárcel - Me hago la dramática y ríe

Bajamos a la puerta de mi habitación y manda a las internas que andan por allí chismosas a sus habitaciones.

- Si necesitas algo, mi cuarto está al final del pasillo

- No se permite que las internas estén por el pasillo por la noche - sonríe al escuchar mi respuesta

- Se admiten excepciones - Me susurra al oído y soy yo la que sonríe

- Buenas noches, mister europeo

- Buenas noches, T/N

Entro a la habitación y mis compañeras me miran extrañadas.

- ¿Dónde te metiste después de la cena? - Dice Nina comprobando que estoy bien 

- La directora ha pasado a hacer la guardia, te debe estar buscando, igual que a Joel - Danielle suspira al decir su nombre 

- ¿Estaban juntos? Dicen que Jessica ha aparecido por el pasillo corriendo mientras lloraba - Dice Hannah aguantándose la risa

- Chicas dejarla descansar. Mañana puede contarnos sus historias con Pimentel. Ahora a dormir o mañana nadie será capaz de estar en pie cuando suene el timbre - Dice Sarah y le agradezco la ayuda con una sonrisa.

Todas se acuestan y yo me cambio. Me tumbo en el cómodo colchón y pienso todo lo que acaba de ocurrir. ¿Me estaré enamorando de Joel? No creo, nunca me he enamorado, no desde que fui lo bastante ingenua para bajar la guardia y que al hacerlo me rompieran el corazón. Nunca más me enamoraré, esa fue la promesa que me hice. ¿Seré capaz de cumplirla? Con estos pensamientos en mi cabeza consigo quedarme dormida.


EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora