31

181 16 3
                                    

Los rayos de sol directamente sobre mis ojos me hacen despertarme. Me siento en la cama mientras miro alrededor, las chicas aún duermen. Suspiro al recordar lo sucedido el día anterior. Necesito salir de aquí, ir a ver a Joel y decirle la loca idea que pasa por mi mente que es escapar de aquí y que nadie nos encuentre, pero sé que eso es imposible y más que él aceptara. Estoy segura de que no dejaría todo por una petición mía tan loca.

Me levanto cansada y salgo de la habitación para encontrarme a mi guardia personal en la puerta. Se pone rápidamente recto y deja de apoyarse en la pared de al lado para mirarme atento como si fuera a realizar un crimen.

- ¿A dónde va? - alza una ceja esperando mi respuesta

- Al baño - me giro sobre mis talones para comenzar a caminar hacia el lugar indicado - ¿sabes? Aún no sé como te llamas

- Mi nombre es James - dice sin ningún sentimiento en su voz

- James - repito - bonito nombre

- Gracias, el suyo también lo es, señorita ____

- Gracias. El suyo también lo es, señorita

- Por favor - me paro de golpe para girarme a mirarlo haciendo que pare de golpe para no caerse sobre mí - si tengo que tenerte siguiéndome como un perro durante mis últimas horas, aquí no quiero que me trates de usted. Trátame de tú-

- Lo siento T/N- sonríe tímido y yo me giro para seguir mi camino hacia el baño - te espero aquí- dice una vez llegamos

- Estoy seguro de que lo harás - reímos y entro al baño

Suelto un suspiro necesario. Me apoyo en frente del espejo mientras miro al suelo y vuelvo la mirada a mi reflejo. La rabia me recorre al pensar en la situación en la que me encuentro y esta se transmite en impotencia cuando veo que no puedo hacer nada para remediarlo. Lavo mi cara y decido salir para que esto acabe cuanto antes y no se prolongue.

- Vamos de vuelta a mi celda - digo con humor y James me sigue poniéndose esta vez a mi lado.

Caminamos por el pasillo y voy mirando hacia abajo pensando en todo y nada al mismo tiempo cuando escucho otros pasos que vienen en dirección contraria. Cuando subo la cabeza para mirar hacia esa dirección enseguida me arrepiento al ver a Joel junto a su mamá, él se sorprende al mirarme y para en seco. Veo como abre su boca para decir algo, pero antes que pueda hacerlo, su mamá le agarra del brazo y le empuja para que siga su camino, igual que hace James conmigo, después de que la directora se lo indique con la mirada. Ambos nos giramos y nos miramos a los ojos hasta que ellos giran la esquina para poder llegar hasta las escaleras y bajarlas.

- Siento que haya tenido que pasar eso - dice el hombre de mi lado el cual suelta mi brazo una vez está fuera de la vista de su jefa - a veces tu suegra puede llegar a ser muy estricta

- No es mi suegra. Ni siquiera dio tiempo a eso- susurro con la esperanza de que él no me escuchara, pero, sin embargo, lo hace.

Llegamos al cuarto y ya no hay ni rastro de mis amigas. Empiezo a hacer mis maletas porque como he dicho quiero que esto acabe cuanto antes. Una vez está todo listo, suenan dos golpes en mi puerta para después asomarse James, yo agarro una maleta y él otra.

- ¿Lista? - me responde una vez miro a todos lados

- Creo que nunca estaré lista para esto

Asiente en comprensión y empezamos nuestro camino escaleras abajo. Al final de estas me encuentro a mis amigas, las cuales me miran con los ojos llorosos y a un lado de ellas se encuentran Jessica junto a su clan.

- Nunca te olvidaremos - me dice Sarah cuando todas se acercan para abrazarme

- Ni yo a vosotras espero que vengáis a verme en cuanto salgáis de aquí - ellas ríen

- Dalo por hecho - sonríe Nina secando sus lágrimas

Camino un poco hacia delante sin querer despedirme de nadie más, pero la voz de Jessica me hace parar de golpe.

- Nosotras no te echaremos de menos querida, pero se notará tu falta - le sonrío falsamente y ella se acerca hasta quedarse a pocos centímetros de mí - te dije que acabaría contigo - cuando voy a responderle noto unas manos ponerse sobre mis hombros y apartarme de ella.

- La señorita Miller debe irse- Dice James

Comienzo a andar hasta la puerta por la cual entraba hace pocos meses con Joel al lado, girándome, le digo adiós a mis amigas con la mano y salgo del edificio donde me encuentro a la directora acompañada de un señor más o menos de su edad y con rasgos parecidos a los de Joel lo que me indica que es su papá, por lo tanto, el director del internado de chicos. A lo lejos veo a mis padres delante de un coche con una expresión neutra en sus caras.

- Lamento que hayamos tenido que llegar a estas medidas - dice la directora simulando tristeza

- Déjeme decirle que lo esconde muy bien directora - digo sin que me importe nada. Me giro para caminar hacia mis papás pensando en donde está la única persona a la que quería ver en este momento, pero a la vez la que más me dolería ver. Sigo caminando hasta que oigo esa voz que me hace estremecer en un segundo.

- Alto - grita - paren esto

Me giro con los ojos ya llorosos de verle ahí parado con la misma expresión que yo

- Joel - digo en un hilo de voz y él dirige su mirada hacía mi

- T/N - dice de la misma manera que yo y se comienza a acercar a mí. Miro a un lado para ver como su mamá da un paso hacia delante para pararlo, pero su marido la para dejándonos, al menos despedirnos. Vuelvo mi mirada hacía él, una vez está delante de mí - T/N - repite - no puedes dejarme, no lo hagas - coloca sus manos alrededor de mis mejillas y yo mis manos sobre sus brazos.

- No es una elección. Tu mamá ya tomó su decisión y es igual de cabezota que tú - ríe entre lágrimas que comienzan a salir

- Hasta hoy vas a burlarte de mí

- Es inevitable - sonrío entre lágrimas

- Lo sé y por eso me enamoré de ti - sonríe de igual manera que yo

- No lo hagas más difícil Joel

- Es la primera vez que me llamas así y no por mi apellido o ese estúpido apodo

- Eso es porque esto es diferente. Es un adiós

- No - niega - ten claro que esto es un hasta pronto. No me cansaré hasta tenerte de nuevo a mi lado - me abraza con toda la fuerza que puede reunir para intentar, así que no me vaya de su lado, pero con cuidado de no romperme como si fuera una muñeca de cristal - prometo ir a buscarte y no irme de tu lado nunca más - susurra en mi oreja con decisión.

EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora