34

199 17 9
                                    

- ¿Disculpa? - digo sin creerme lo que acabo de escuchar - No sé si entendí bien, ¿estás diciéndome que ambos están saliendo? - asienten - ¿El uno con el otro? - vuelven a asentir - wow, eso si no me lo esperaba. ¿Qué fue de Erick? - miro a mi amiga

- Al tiempo me di cuenta de que no lo veía como algo más que un amigo. Chris y yo empezamos a vernos y bueno surgió el amor

- Surgió el amor - repito sus palabras intentando asimilarlas

- No te enfades por favor - me dice de nuevo con temor

- ¿Enfadarme? ¿Por qué debería enfadarme?

- Pues... - se miran entre ellos un momento para volver mi mirada hacia mí - supongo que porque ustedes tuvieron su historia

- Si, bueno eso como pudiste notar no era amor - Chris me mira ofendido haciendo que yo ría - No te ofendas, obviamente te tengo cariño y siento amor por ti, pero no más allá de lo que puedo sentir por un amigo. Está claro que ese tipo de amor lo siento por otra persona - después de decir eso, noto como el color rojo se apodera de mis mejillas y el calor sube por ellas

- Los efectos de Joel Pimentel, mi gente - dice él con un tono de burla a lo que yo le golpeo de nuevo - ¿pueden dejar de golpearme? Al final me van a hacer daño de verdad

- Oh, vamos deja de quejarte - me burlo de él, a lo que los tres nos reímos

Nuestras risas son interrumpidas, por el ruido de unos toques en la puerta haciendo que todos nos tensemos.

- T/N tu mamá y yo queremos hablar contigo. Te estaremos esperando en el salón, no tardes - se oye la voz de mi papá y unos pasos alejándose

- Volveremos lo más pronto que podamos - dice mi amiga poniendo su mano sobre la mía dándome apoyo - recuerda que me tienes para lo que necesites

- A ambos - dice Chris poniendo su mano sobre la nuestra - no te dejaremos sola

Nos levantamos y nos abrazamos antes de que ellos bajen por la ventana con una escalera, la cual Emily había utilizado miles de veces para entrar a mi cuarto por la ventana cuando me castigaban. Despidiéndose de mí, una vez llegan al suelo los veo irse corriendo antes de que alguien les descubra.

Me giro en dirección a la puerta y una vez pongo una mano encima del picaporte, noto los nervios recorrer todo mi cuerpo al pensar en cuál será la medida que decidirán mis papás esta vez, después de que el internado no funcionara.

- Vamos allá - susurro dándome apoyo a mi misma

Reuniendo todo el valor que consigo, giro la manilla para dirigirme a las escaleras, bajarlas y dirigirme al salón donde, como me comunicó mi papá hace unos minutos, se encuentran ambos esperándome.

- Siéntate - dice de manera fría mi mamá y lo hago sin rodeos. Me siento en el sillón en el que me senté el día que me comunicaron que me iría al internado quedando enfrente de ellos - lo que ocurrió es algo muy grave. Conseguiste que te echen fuera del internado, pero por eso no creas que has conseguido tus objetivos

- No sé de qué objetivos hablas - digo sincera

- Oh, vamos, no te hagas la que no sabe. Engañaste a Joel haciéndole creer que estás enamorada de él cuando en realidad solo lo utilizaste para salir de allá y poder volver a aquí para continuar con la vida desastrosa que tenías antes.

Estoy acostumbrada a algunos desprecios de parte de mi mamá dada la vida que llevaba antes de que Joel apareciera en mi vida, pero no podía evitar sentir dolor al escucharla decir que pensaba que era capaz a hacer semejante cosa. Muchas veces han jugado con mis sentimientos como para saber el dolor que produce que alguien te use, por lo que no le deseo a nadie que sufra lo mismo que yo he llegado a sufrir y menos por mi culpa.

- No puedo creer que acabes de decir eso - intento defenderme - ¿tú también crees eso? - miro a mi papá y este no dice nada, solo aparta la mirada

- Ya no sé que pensar - dice al fin después de unos segundos callado - estás tan... diferente. No sé qué pasó contigo, en que momento cambiaste de esta manera

- Créanlo o no, pero he cambiado a bien. Ya no me interesan las fiestas y emborracharme hasta no poder más - suspiro sin saber que más hacer para hacerles entrar en razón - y lo crean o no, ese cambio es todo gracias a Joel y al amor que siento por él

- Basta de esta tontería - dice mi madre aún más enfadada - tenemos cosas más importantes que hacer, como ocuparnos del negocio familiar antes de perder más tiempo contigo

- Cariño - le intenta tranquilizar mi padre

- No. Papá, déjalo - le interrumpo - hace tiempo entendí que siempre he sido, soy y seré una perdida de tiempo para ella. No hace falta que sientas lástima por mi

- T/N, tu mamá no quiso decir eso. Ambos te amamos

- ¿Tienen algo más que decirme? - digo seca sin querer seguir con esta conversación e irme a mi cuarto

- Sí. Si te llamamos es para comunicarte que no podrás salir bajo ningún concepto. Cualquier cosa que necesites se lo tendrás que decir a Daisy y ella nos lo comunicará a nosotros quien decidiremos si aceptamos o no - dice mi mamá

- Genial. Salí de una cárcel para entrar en otra

- Tú te lo buscaste querida. Ahora anda a tu cuarto - me ordena

Me levanto para hacer lo que dice y me dirijo a mi cuarto donde me estiro en mi cama mirando hacia el techo y pensando en cuando mi vida se volvió un desastre. Lo peor de todo es que tengo el presentimiento de que esto solo será el principio y todo irá a peor.

EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora