16

314 20 4
                                    

Escucho como gritaban basta, pero nadie hizo caso y seguimos peleándonos. La imagen en este momento es, Nina y Hannah pegándose con Anaís, mientras Danielle y Sarah hacen lo mismo con Emilia y Jessica me tiene agarrada aún del cabello y yo a ella mientras nos insultamos.

De pronto noto unas manos en mi cintura que me cogen y me apartan de Jessica, mientras que a ella la cogen y le hacen lo mismo. Cuando me sueltan intento correr de nuevo a ella para seguir arrancándole las extensiones, pero de nada sirve porque me vuelven a coger.

- Suéltame voy a matarla -grito

- ¡T/N! - me grita la persona que me coge, se pone delante y puedo ver al fin quien es. Al verle enseguida paro - basta por favor

- Pimentel aparta o vas tú detrás - me lo quedo mirando y él sonríe divertido - ¿qué te pasa? ¿No me has escuchado? ¡Aparta! - él no se mueve e intento esquivarlo y correr hacia Jessica, pero cuando estoy a punto de volver a cogerla del cabello me vuelve a coger y esta vez me saca afuera.

-- Escúchame - No le miro, mi mirada está fija en el cuarto del que veo salir a Jessica con sus amigas siguiendo cabizbajas a la directora, yo sonrío triunfante. Jessica me mira e intenta volver a acercarse, pero un guardia le coge y solo me fulmina con la mirada - T/N - repite Joel y me coge de las mejillas obligando a mirarle

- ¿Qué? - le miro

- Tranquilízate por favor - me suplica y yo suspiro y asiento - ahora explícame - se separa un poco y se cruza de brazos esperando a que hable. Yo vuelvo a suspirar y empiezo a hablar

- Estábamos las cinco hablando cuando picaron a la puerta. Entraron las tres locas estas y comenzaron a decirme que las habían regañado por mi culpa y de un momento a otro, Jessica me tenía cogida del cabello. Lo demás ya lo has visto

Me mira atento, como si no quisiera perderse ningún detalle de lo que le explico y esta vez suspira él.

-Está bien, tranquila. Iré a ver que pasa - me sonríe como para consolarme y se va a girar para irse, pero me mira y se acerca - Compórtate, tranquilízate y no hagas nada malo 

- Si papá - ruedo los ojos y vuelvo con mis amigas

Al entrar están todas quejándose, yo simplemente me tumbo en mi cama y miro al techo.

- ¿Te lo puedes creer? Como se atreven a entrar así y comenzar una pelea - dice Nina mirándome - hay que darles su merecido

- ¡Si! - la apoyan las demás

- ¡No! - digo yo y todas se me quedan mirando con los ojos abiertos

- ¿Qué dijiste? ¿No? - me pregunta incrédula Nina

- Sí - me levanto quedando delante de ellas - dije que no - todas se me quedan mirando igual que antes - Ya ha habido suficientes tonterías con estas tres, no hay que darles más atención.

- ¿Por qué ese cambio repentino? - me dice Sarah, ¿indignada? - No te creo T/N. Después de todo lo que te han hecho y ahora dices que hay que dejarlas en paz. Como si nada - alza la voz

- Sí, Sarah. Es lo que hay que hacer

- ¿Por qué? No entiendo. ¿Es por Joel?

- ¿Qué tiene que ver él en todo esto?

- Pues porque te habrá dicho algo y le estarás haciendo caso a ciegas de lo enamorada que estás

-¿Enamorada? - suelto una carcajada - vamos Sarah ya les dije que no estaba enamorada

- Pero todas sabemos que eso no es cierto. Estás más que enamorada de Joel y por más que lo niegues ni a ti te convences. Por eso le llevas la contraria, por eso haces que se enoje contigo, todo lo haces para llamarle su atención porque te encanta tener su atención. En resumen, te encanta él.

La observo con los ojos abiertos, no puedo creer que acabe de decir todo esto.

- No sabes lo que dices Sarah - me giro y salgo de la habitación. No tengo rumbo fijo solo camino y lo único que quiero es huir de allí y no volver a mi habitación. 

Aún no me puedo creer que Sarah haya dicho todo eso, y peor no puedo creer que tenga razón. ¿Tan obvia era? Es obvio que siento algo por él, si no no me tranquilizaría tan rápido solamente con una palabra, no me entrarían escalofríos cada vez que toca, no buscaría pasar tanto tiempo con él. Es obvio que me tiene loca, pero lo intento ocultar, ya que después de varios intentos fallados para autoconvencerme de que no es así, al menos pensaba que se me estaba dando bien ocultarlo. Que vergüenza, ¿lo habrá notado él también?

Voy tan metida en mis pensamientos que no noto cuando me choco con alguien, lo que provoca que me caiga al suelo.

- Serás idiota. Podrías mirar por donde vas

- Perdón, pero tú tampoco estabas atenta - recrimina la persona o más bien Joel - no me ha dado tiempo a cogerte - me extiende la mano y yo me levanto por mi cuenta. Al ver lo que hago me mira alzando una ceja. Aún no le miro a la cara, pero sé perfectamente lo que está haciendo - ¿pasa algo? - intenta levantarme la cabeza para que le mire, pero la aparto bruscamente - solo quiero ayudarte 

- ¿Por qué no te pierdes Pimentel? - le grito y salgo corriendo. Hasta ese momento no me doy cuenta de que estoy llorando. Es por rabia y después de esto aún más.

¿Por qué lo trato así? Ni yo misma lo sé. Seguro que ahora se habrá enojado y de nuevo tendré intentar arreglarlo. Siempre por mi estúpida costumbre de hacer las cosas y luego pensar.

Vuelvo a caer, pero esta vez no es porque me he chocado con alguien, más bien alguien me ha agarrado y tirado dentro de una habitación haciendo que me dé en la cabeza con algo. 

EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora