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- Tú has empezado con el debate - me siento en una de las mesas delante de su escritorio - suspira sonriente al darse cuenta de que tengo razón - ¿Algo más? 

- He pensado en que podíamos hacer un trato 

- ¿Para salir de aquí? Acepto - Le miro esperanzada y él se ríe 

- No vas a librarte de esto tan fácilmente - Lo miro triste - Tiene con ver con Jessica 

- ¿Qué tiene que ver esa con mi libertad? - alzo una ceja y él suspira

- Te he dicho que no es para salir del internado. Me refiero a las preguntas. Te dejaré hacerme cualquier pregunta sobre ella a cambio de que te comportes, además si ven tu buen comportamiento antes podrás salir - sonrío, me gusta mucho este trato

- Acepto, será fácil - asiento y él sonríe. Me giro para volver a mi sitio y recoger mi material - Por cierto lo que les has dicho a tu mamá sobre lo de ayer...

Me callo al escuchar la puerta y una voz de una mujer, me giro y veo a la directora. ¿Esta es la primera prueba para demostrar a Joel que me puedo comportar? Está bien, empieza el juego.

- ¿Qué haces con ella aquí solo? - escucho como susurra la directora al acercarme a ellos 

- Perdonen que interrumpa, pero señora, he sido yo quien le ha pedido a su hijo si se podía quedar conmigo un momento. Aún voy un poco perdida con las clases y quería que me explicara un poco su funcionamiento - sonrío inocentemente y Joel nos mira atentos mientras tapa su boca para que no se note que se está riendo al ver mi comportamiento.

- Está bien y siento el descaro, no quería decir que fuera malo que estuviera a solas contigo. Cualquier interna me hubiera parecido igual de mal - asiento aceptando su disculpa y sale del aula. Miro a Joel quien al fin se ríe descaradamente

- Tú síguete riendo, pero Miller 1 - Pimentel 0 - le miro y él sigue riéndose. Ruedo los ojos y acabo de recoger el material - Te dejo intimidad mister europeo - Cuando voy a salir de la clase me coge del brazo y vuelve a cerrar la puerta. 

- Después de cenar en el mismo sitio que ayer - susurra en mi oído como si alguien nos fuera a escuchar. Asiento y salgo.

Al salir veo como Jessica y su grupo vienen en mi dirección. Hago como si no las he visto y continúo caminando en dirección contraria a ellas. Escucho como me llaman, pero voy más rápida, no porque les tenga miedo sino porque no tengo ganas de aguantar sus idioteces. Subo a la habitación y mis compañeras están sentadas en una cama en forma de redonda mientras hablan. Al llegar todas se giran y me miran.

- ¿Y? ¿Qué quería decirte? - Dice Nina

- Nada importante - Digo indiferente mientras me tumbo en mi cama

- Dinos que es - Hannah se sienta al borde de mi cama y las demás la imitan poniéndose a mi alrededor

- No es nada, de verdad - suspiro y se me escapa una sonrisa al pensar en él, y toda me miran enternecidas - ¿qué pasa?

- Nuestra pequeña está enamorada - Sarah me acaricia el pelo mientras sigue mirándome con la misma expresión que antes. En ese momento reacciono a lo que acaba de decir, me levanto rápido y me cruzo de brazos - ¿qué pasa? 

- No me estoy enamorando de nadie. Todo esto un juego. Cuanto más lo lleve a mi terreno, más consentida seré. Por su culpa estoy aquí, si no hubiera llegado a mi vida no habría acabado aquí. Merece todo lo que le haga pasar y más. Nunca será suficiente por separarme de mi mejor amiga y enviarme a miles kilómetros de mi casa - Digo, ¿enfadada?

- ¿Así que todo esto solo es uno de tus planes? - pregunta sin entender Sarah 

- Así es, pero no tenía la confianza suficiente para explicaros todo esto. Ahora ya sois de mi ejército, somos un equipo - pongo la mano en medio y enseguida Nina hace lo mismo poniendo su mano en medio, Hannah la pone encima de la de Nina y Sarah encima de la de Hannah, mientras que Danielle nos mira dudosa - ¿Qué dices? - le sonrío y ella niega con la cabeza mientras se ríe y coloca la mano encima de la de Sarah. Levantamos las manos y nos abrazamos, me encantan estas chicas.

Después de eso compartimos varios secretos y las razones por las que nos habían encerrado. Si mis papás creen que yo estoy descontrolada es porque no conocen a estas chicas. Hannah entró en el internado hace siete meses porque sus papás llegaron a su casa y encontraron a veinte personas desnudas en su salón, entre ellas su hija. Nina casi acaba arrestada por intento de atraco en una discoteca. A Danielle le atraparon robando cualquier cosa que pillaba en clubes mientras hacía que una amiga suya se desnudara ante los babosos. Eso me recordó a cuando Emily y yo necesitábamos dinero para pagar una bebida y ella se quedó en ropa interior para distraerlo. Aún, me duele mucho no tenerla aquí. Por último, Sarah y su hermano, que se encuentra en el internado de chicos de al lado, le robaban a sus padres para venderlo por internet, él se gastaba el dinero en mujeres y ella en beber.

Suena un ruido como el de esta mañana y nos vamos a un aula, teníamos clase de historia. Quieren hacernos unas chicas cultas para que en un futuro sirvamos para algo más que para que nos vean como para usar y tirar. Al salir Jessica me acorrala en un pasillo, mis amigas salen corriendo hacia nosotras para ayudarme, pero les miro dando a entender que yo me encargo. Ellas se quedan al lado de Emily y Anaís que nos miran como si fuéramos inferiores a ellas.

- Niñata quiero que te alejes de él - me dice Jessica apartándose un poco y lo agradezco, hay algo que se llama espacio personal y debería empezar a respetarlo.

- ¿Qué pasa si no quiero? - alzo una ceja y veo como su vena del cuello palpita de la rabia 

- No quieras comprobarlo - se ríe sarcásticamente

- Eres patética

- ¿Qué has dicho?

- La verdad. Eres patética. Crees que eres superior que todas por haber estado saliendo con el chico más deseado y envidiado de los dos internados y aparte quien es el guardia e hijo de los directores, pero todo esto que te ha pasado simplemente ha sido una ayuda para llenar la vida tan vacía y aburrida que tienes 

Me mira sorprendida y enseguida su mirada cambia a furia, de un momento a otro me agarra del cabello estirando de él. Los gritos de que parara de mis amigas alertan a la directora, que enseguida viene y obliga a que Jessica que me suelte. Esta se va al despacho, no sin antes fulminarme con la mirada como de costumbre.

- Señorita Miller, ¿está bien? - me pregunta la directora mientras yo me acarició la parte del cabello que me ha agarrado

- Si, no se preocupe - le sonrío y ella se retira, no sin antes sonreírme 

EL GUARDIA | Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora