"—¿Por qué te pusieron así?
La observó con su típica mirada temeraria, aquella que destilaba peligro puro, y sonrió.
—Fui el señuelo de muerte para mi madre."
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-Treinta años atrás-
—No mi amor, debes quedarte ahí, hace mucho frío para llevarte en brazos —le dijo en un tono suave, una joven madre a su bebé.
La castaña iba empujando el coche de su hijo, de regreso a su casa.
Aunque su marido antes de irse en la mañana, le había dicho que no saliera aquel día sola, había terminado haciéndolo, luego de tener que ir a comprar un antifebril para el bebé.
El pequeño había estado con temperatura elevada toda la noche anterior, y ella no quería seguir esperando un minuto más.
—Amor, mami no te puede alzar, sólo unas calles más y llegamos —le dijo preocupada, al ver que en vez de calmarse, cada vez lloraba más fuerte.
Suspiró y no le quedó más que detenerse, y tomarlo en brazos, para intentar calmarlo.
—Ya hijito, ya no llores —susurró acariciándole la espalda, sobre las mantas.
—¿Necesitas ayuda?
Se giró al escuchar la voz de una mujer, y se encontró con una muchacha de cabello negro, y una amable sonrisa plasmada en su rostro.
—No, muchas gracias. Él sólo lloraba porque quería que lo alzara.
—Tienes un bebé muy bonito.
—Gracias.
—Yo... Perdí a mi bebé hace poco —le contó sin apartar la mirada del niño, quien se estaba chupando el puñito—. Muerte súbita dijo el médico.
—Lo lamento mucho —le dijo con pena.
—¿Podría darle un beso?
—Y-Yo... Am... Está bien —pronunció insegura.
La mujer la miró, sonrió, y luego bajó su rostro, dándole un suave beso sobre la frente al niño.
—Tienes un bebé precioso.
—Gracias, y lamento mucho tu pérdida.
Ella no dijo nada, sólo le sonrió antes de marcharse.
La joven castaña miró a su hijo, y besó una de sus mejillas, imaginando el dolor que debió haber sentido aquella muchacha al perder a su bebé.
—Debes quedarte aquí hasta que lleguemos, mami se moriría si llega a pasarte algo —le dijo mientras lo volvía a acostar en el coche, y lo cubría con las mantas.
Y cuando estaba por enderezarse, sintió como alguien se paraba detrás de ella, y apoyaba algo frío y grueso en su nuca.
—No te muevas, ni hagas nada —pronunció la voz de un tipo, estremeciéndola.
—¿Q-Quiere dinero? —le preguntó mientras sus ojos se cubrían de lágrimas—. L-Lévese el bolso, pero no le haga daño a mi bebé.
—No es tu dinero lo que quiero. Esto es por tu querido marido.
Sintió como las lágrimas mojaban sus mejillas, y miró por última vez a su bebé.
Cerró los ojos, y gesticuló un te amo, antes de no volver a sentir más nada.
—¿Qué debo hacer con el niño?
—Llévalo, él vendrá a buscarlo.
...
🤔 ¿Será cliché Sayla? posiblemente 🙊 jajaja ¡Hola amores míos! Heme aquí con una nueva historia ❤💕
Pd: si todo marcha bien, antes de finalizar la semana, actualizare SG ❤
