Se cepilló el cabello, y al momento de ver el cepillo, observó aturdida como había un gran mechón en él. Se pasó una mano por la cabeza, y más de él de cayó, cristalizando los ojos de la morena.
—N-No puede ser —sollozó.
Su cabello había comenzado a caerse, y apesar que pronto le realizarían la operación, eso no cambiaba el hecho de que tardaría en volver a crecerle.
—¿Mamá? ¿Qué pasa? —preguntó Jared, entrando a la habitación de su madre, encontrándola llorando.
—N-Nada —le dijo secándose las lágrimas.
Judas se pondría muy molesto si se enteraba que estaba preocupando al niño.
—¿Segura? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a papá?
—No, no, ya estoy bien —pronunció fingiendo una sonrisa—. ¿Que necesitabas, amor?
—Mostrarte mis calificaciones —sonrió el niño, entregándole su libreta con notas.
Jane la abrió, y observó sorprendida las notas de su hijo. El niño tenía todas las calificaciones excelentes, sobresalientes.
—Wou, felicidades Jared, eres un niño muy inteligente. Estoy muy orgullosa de ti —sonrió.
—Gracias mamá.
Sonrió suavemente y lo abrazó a ella, besando su cabeza. No sabía que iba a pasar luego de la operación, o durante ella, es por eso que quería aprovechar todo el tiempo posible con su hijo.
***
"Devoró su boca con devoción, no sabía porqué, pero esa joven morena realmente lo tenía demasiado excitado. Quizás era la timidez, o inexperiencia de ella, lo que le causaba aquel fuego abrasador en su interior.
Y aquella sería la primera vez, de muchas, que iban a estar juntos.
Le separó los muslos, y deslizó suavemente una de sus manos hacia su intimidad, comprobando lo mojada que estaba, escuchándola jadear contra su boca.
—Despacio —le pidió jadeando, al sentir que Judas se acercaba a su entrada.
Él sonrió con diversión ¿Despacio? Pero si no había dicho lo mismo minutos antes, cuando le había practicado sexo oral. Y ni siquiera era virgen.
La penetró suavemente con uno de sus dedos, y ella se retorció bajo su cuerpo, jadeando. Si aquello le parecía grueso, Judas no sabía que pensaría cuando él fuera quién la follara."
La observó acostada en la cama, mirando la pared. Jane parecía un ave enjaulada, que ya se había resignado a perder su libertad.
—Podrías hablar con tu madre.
Ella levantó la mirada, y lo observó inexpresiva ¿A qué se debía tanta amabilidad por parte de él?
—Tal vez eso... Te ayudaría.
—Creí que lo único que quieres tú, es lastimarme.
El castaño frunció el ceño.
—Quizás no vuelvas a hablar más con ella, pero haz lo que quieras —le dijo girándose para irse.
—Mi mamá está muy avergonzada de mí —pronunció en un tono bajo Jane, deteniéndolo—... Jamás pude salir adelante, perdí mi empleo, no podía mantener ninguno —recordó con tristeza, al borde de las lágrimas—... Me acostaba con cualquier tipo, y así también quedé embarazada dos veces... Y me los quité, no estaba preparada para ser mamá, no estaba bien.
—Al parecer, mi hijo fue el único "afortunado" en nacer.
—Mi mamá se sintió muy decepcionada cuando se enteró que lo había dado en adopción. Me dijo que ella podría haberlo cuidado, si yo no quería. Qué había dado a mi hijo a completos desconocidos, que ni siquiera sabía que podían hacerle... Y me sentí peor, quería a mi bebé, pero sabía que ya no había vuelta atrás, se lo habían llevado... Jamás me sentí tan culpable en mi vida —recordó llorando.
Él la miró, luciendo imperturbable... Algo que realmente le estaba costando mucho aparentar.
—Jared creció bien, quizás, fue lo único bien que hiciste.
—Pero yo lo necesitaba conmigo —lloró angustiada—. Ni siquiera había querido verlo, no sabía si se parecía a ti o a mi. Y me cuerpo me recordaba constantemente lo que había hecho, cuando debía quitarme la leche, cuando miraba mi vientre... No tienes idea de lo que sufrí.
—Él te perdonó ¿No es suficiente para ti?
—Me perdí diez años de su vida, y quizás ésta sea la última vez que lo vea.
—No vas a morir.
—Tú no lo sabes.
—Ellos no te dejarán morir, te lo aseguro.
Ella se abrazó a la almohada, sollozando.
—E-El pelo se me comenzó a c-caer, me voy a quedar pelada.
¿En serio eso le preocupaba? Se preguntó desconcertado Judas.
—Puedes usar una peluca, no es la gran cosa, el cabello vuelve a crecer.
—Tú porque eres hombre dices eso.
***
—Semanas después—
Al día siguiente le realizarían la operación, y Jane le había pedido a Judas algo especial. Quería que Jared tuviera un buen recuerdo de ambos, si es que las cosas se ponían mal durante la intervención.
Aquella mañana se habían levantado temprano los tres, ya que pasarían el día como una familia, en una cabaña cerca del río.
Y el pequeño no podía estar más que emocionado, sus padres finalmente comenzaban a llevarse mejor... Al menos eso era lo que él creía.
—Pueden quedarse por la zona, quiero privacidad.
—Lo que digas, Judas —pronunció uno de sus escoltas, antes de retirarse de allí.
Entró a la cabaña y observó que Jane y Jared, que ya estaban en la cocina, decidiendo que desayunar. Y no sabía si se debía a que al día siguiente la operaban, o que sólo estaba fingiendo, o qué, pero ella se veía más animada.
—Mamá ¿Qué hay bajo de este tatuaje? —le preguntó curioso el joven castaño, observando uno de los tatuajes de Jane en su antebrazo.
—Hay... Hay una cicatriz.
—Oh ¿Te lastimaste?
—Algo así.
—Es mi marca —pronunció con simpleza Judas, ganándose la mirada atónita de la morena.
—¿Tú marca? ¿Qué marca, papá? —inquirió curioso.
—Cuando seas mayor lo entenderás.
Jane suspiró suavemente, y continuó exprimiendo unas naranjas, para preparar el jugo para los tres. Judas le dijo a su hijo que se fuera a la sala a buscar algo para ver, y luego cerró la puerta de la cocina, para poder hablar con ella.
La madre del niño estaba pálida, y llevaba un pañuelo en su cabeza. No había querido raparse, pero sí se había cortado el cabello corto.
—Judas ¿Qué harás conmigo si me salvó? ¿Si la operación funciona y no muero?
Él la miró a los ojos, y luego negó levemente con la cabeza.
—Aun no lo sé, supongo que mantenerte aquí. Ya me traicionaste una vez, por darte libertad, dos veces, no cometeré ese error.
...